“La socialdemocracia no es una ideología sino un modo de gestionar los recursos del país”


“Los socialistas hemos recibido un varapalo electoral que ni los más viejos del lugar recuerdan”

“Este libro debe abrir un debate sobre el discurso que han de ofrecer todos los socialistas. Porque lo importante no será la persona que lidere el partido a partir de ahora, sino el contenido del discurso que debe guiarnos”

La librería Hojas de Bohemia acogió la presentación del nuevo libro de Josu Gómez Barrutia titulado ‘El nuevo socialismo: ¿Y ahora qué?’



Daba la sensación –flotaba en el tácito ánimo de todos los presentes- que el contenido del nuevo libro de Josu Gómez Barrutia –nacido en Eibar (Guipúzcoa), político, escritor y activista social- respondía a la consecución de una profecía. O al anuncio de una debacle anunciada. A tenor de su crujiente actualidad –‘El nuevo socialismo: ¿Y ahora qué?’- pudiera entenderse que el libro ha sido escrito en apenas cuatro días (y siempre después de los recentísimos resultados electorales). Ni mucho menos: esta obra editada por Aconcagua Libros salió al mercado a primeros de octubre. He aquí su valor profético. La librería Hojas de Bohemia (Plaza Vargas, 2) acogió este pasado viernes la presentación en Jerez de unas páginas que al decir de su presentador Juan Bouza, Delegado Provincial de Empleo de Cádiz en Junta de Andalucía, “debe abrir un debate sobre el discurso que han de ofrecer todos los socialistas. Porque lo importante no será la persona que lidere el partido a partir de ahora, sino el contenido del discurso que debe guiarnos. Los socialistas hemos recibido un varapalo electoral que ni los más viejos del lugar recuerdan”.

Tanto Juan Bouza como Josu Gómez subrayaron al unísono un mismo aspecto: “La socialdemocracia no es una ideología sino un modo de gestionar los recursos del país”. Josu Gómez considera que “en el presente libro hemos analizado cómo el nuevo socialismo debe de llevar a cabo de manera decidida una apuesta por la reformulación de las estructuras internas de los partidos progresistas, abriendo los mismos a la democratización de la base llevando de manera pareja a esta medida un rearme ideológico y una reformulación de los valores de progreso que han caracterizado a los movimientos socialistas desde su creación. Se presenta un tiempo por lo tanto en el que el pensamiento del denominado “Nuevo Socialismo” debe de poner en valor el modelo de la internacionalización de la acción política y la defensa de la igualdad, la libertad, el desarrollo sostenible y la defensa de la paz como patrimonio común a todo pensamiento socialista que en el siglo XXI se presente ante la ciudadanía”.
“Son estas medidas –continuó diciendo- y otras como la defensa de un modelo de estado fuerte y con fuerte respaldo en los organismos internacionales frente a los mercados o la salvaguarda de una sociedad civil activa y alejada de la alienación a la que parece condenada por el propio sistema capitalista incentivador de la misma por acción u omisión a través del ‘fenómeno de la alienación de los medios de comunicación’ decisiones de presente que conforman las claves del propio futuro del actual sistema democrático”.


Para Gómez Barrutia “no sólo las medidas o actuaciones desde el pensamiento del nuevo socialismo deben de encontrar su ámbito de actuación en el espacio más cercano, sumamente importante sino que deben de ir de la actual local a lo global haciendo de la internacionalización real en la defensa de los valores progresistas una actitud vital en los liderazgos que afloren en torno a este nuevo socialismo. Hoy cuando el avance del pensamiento neoconservador como ariete de los “mercados” se presenta como un elemento claro a raíz de los resultados electorales obtenidos en los comicios por el mismo el rearme del pensamiento progresista y la puesta en valor de un modelo de sociedad construida sobre los pilares de la igualdad, la libertad, el progreso y la justicia global son básicos en la configuración de un nuevo modelo de sociedad”.


Y todo ello “porque el avance del pensamiento neoconservador no sólo se presenta como un riesgo para este modelo de sociedad que se quiere construir desde el pensamiento progresista , sino porque al mismo tiempo que estos hechos se producen se observan dos elementos preocupantes desde el ámbito político: Por un lado el agotamiento que la ciudadanía tiene con respecto al propio sistema democrático y político actual, la falta de respuesta a los problemas de la mayoría de la ciudadanía , la falta de confianza de la política como herramienta cargada de futuro y con capacidad de dar respuesta a los problemas de la sociedad del siglo XXI y por ende la desmotivación de la participación de la sociedad civil en los instrumentos tradicionales de participación política, civil y social (sindicatos, partidos políticos, movimientos universitarios) trae aparejada la aparición de movimientos antisistemas contrarios al propio sistema y la definición de la política como un elemento negativo para la sociedad. Son estos hechos desde un enfoque sociológico hechos muy peligrosos para la propia democracia, y puertas entreabiertas a la aparición en la escena política de nuevos “pensamientos” y “líderes” de ultra izquierda o ultraderecha que pueden encontrar un perfecto caldo de cultivo para el crecimiento de sus postulados totalitarios en un perfecto ambiente para su crecimiento como la situación actual de desmotivación e incertidumbre”.


“En definitiva –remachó el autor- hoy toca desde la toma de decisiones de presente mirar con optimismo a un futuro y todo ello en base a contar con las herramientas necesarias al alcance para la construcción de esa sociedad global plural, igual y libre que a través de el nuevo socialismo podemos construir entre todos”.

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