“Angelita vino al mundo / remendando las estrellas / con el hilo de la gracia / y alfileres de pobreza”
La Escuela de Hostelería acogió este pasado lunes una muy aplaudida semblanza lírica de Rafael Marín dedicada a Santa Ángela de la Cruz así como la presentación del cartel de la inminente procesión de ‘Madre Angelita’ firmado por el conocido fotógrafo Fernando Morales Franco
Precioso acto el convocado el pasado lunes noche por la Hermandad del Consuelo y el Grupo Romero Caballero. Es ya tradición que la Escuela de Hostelería acoja la presentación del cartel de la procesión de Santa Ángela de la Cruz –‘Madre Angelita’- en una convocatoria donde se unifican y se entrelazan la pregonería gráfica y también la lírica –por lo común enjoyada en rica prosa siempre cincelada según los pálpitos espirituales y literarios del orador-. La presente edición arropó a dos protagonistas de excepción: de un lado el fotógrafo y cofrade Fernando Morales Franco –muy conocido y además reconocido en el mundo cofradiero por su siempre actualizado y actualizador blog de fotografías (a modo de revisión de la actualidad gráfica del orbe de nuestras Hermandades y Cofradías)-, y, de otra parte, el orador Rafael Marín Romero, cofrade de las jerezanas cofradías del Prendimiento y Buena Muerte y de la sevillana Amargura. Presidieron la sesión el párroco de las Viñas José María Rodríguez González, el Hermano Mayor del Consuelo Mateo López García y, por el Grupo Romero Caballero, su responsable de Comunicación Marco A. Velo. Presentó el acto Marco Antonio Gómez Moreno, cofrade de esta Hermandad de El Pelirón, quien además daría paso a las aplaudidas intervenciones musicales del Quinteto ‘Vía-Crucis’. El cartel de Fernando Morales representa la esencia de tan anhelada procesión matutina: la recreación de una perceptible algarabía infantil que asienta sus ilusiones entre el respeto religioso y la admiración maternal a ‘Madre Angelita’ y el colorido y la vivacidad de la inocencia hecha comitiva procesional. En síntesis: “la procesión de los niños”. En cuanto a la intervención de Rafael Marín cabe asentar la extraordinaria riqueza literaria de cuanto –interpretando y asimismo gesticulando a su vez el fluido y fluyente contenido de lo escrito- expuso sobre el atril, siempre mojando su escritura en los tinteros de la metáfora, de la intertextualidad, de la concordancia ad sensum, del exacto cómputo métrico, de la concatenación y de la comparación (poética). Rafael Marín posee y moldea una escritura muy formalmente literaria capaz de traspasar el natural significado de cada palabra. Un pregonero hecho y derecho preocupado vez tras vez por la construcción –estilística- de su propio lenguaje. “Angelita vino al mundo / remendando las estrellas / con el hilo de la gracia/ y alfileres de pobreza”.
