Sesión de ingreso como Académica Correspondiente de la reconocida bailaora Ángeles Gómez Sánchez ‘Angelita Gómez’
En efecto: el baile ha entrado, con buen pie, en la Academia de San Dionisio. El baile flamenco, como género, estaba ausente de la nómina de esta institución cultural jerezana. Ahora ocupa una representación muy digna personificada en la internacionalmente reconocida bailaora Ángeles Gómez Sánchez ‘Angelita Gómez’. Este pasado martes protagonizó su recepción de ingreso como Académica Correspondiente. Una incorporación que afianza el arte flamenco en la academia jerezana junto al reciente e inminente ingreso, respectivamente, del guitarrista Paco Cepero o del cantaor José Soto Soto ‘José Mercé’.
Con su nombramiento como académica correspondiente a Angelita Gómez, la Real Academia de San Dionisio, miembro de Número del Instituto de Academias de Andalucía y Miembro Asociado del Instituto de España, ha querido reconocer la dilatada y fecunda trayectoria de esta bailaora, maestra de baile y coreógrafa, que se inició en el baile flamenco con tan solo cinco años de edad, contando como sus maestros a María Pantoja y Sebastián Núñez, entre otros, y que a los once años ofreció su primer recital que le valió para ser calificada como 'niña prodigio' por el dominio que ya entonces exhibía de diversos palos flamencos. Angelita Gómez estuvo locuaz y espontánea al mismo tiempo en la tribuna de oradores. Fue presentada por el también Académico Correspondiente José Marín Carmona quien, a su vez, sustentó el discurso de Angelita Gómez entrevistándola en un diálogo fluido y muy ameno.
Abordó la temática ‘Recordando a mis maestros’, título de la ponencia que serviría de hilo conductor de un repaso somero a su trayectoria artística y a su interesantísimo anecdotario. Entre recuerdos y remembranzas, Angelita Gómez sí quiso reivindicar una pureza: “Hoy se baila todo igual, antiguamente no. Y esto está haciendo daño a nuestro género artístico”. Muy aplaudida al término de su intervención, Angelita Gómez ingresa con todos los honores en la Docta Casa Jerezana.
