Inauguración de ‘El Corsario’

Es paradójico, por cuanto menos heroico, la apertura de un nuevo/novísimo negocio al tenor de los tiempos que corren. La crisis es un peso específico demasiado debilitador de voluntades. Hay que estar dotado de más valentía que la amasada en sus aventuras y desventuras por el fornido Jabato. Y mejor esperanzado que los delanteros centro del futbolístico dibujo animado Benji y Oliver –con aquellos aletargados disparos a cámara lenta por lo común milimétricamente predestinados con éxito a la escuadra de la portería contraria-. En los procelosos mares del mercado laboral todo quisque naufraga. O casi todos (aún subsisten empresarios innovadores que de la creatividad han hecho virtud. Y de la contención un imprescindible manual de supervivencia). Decíamos que la mar no levanta en calma cuando de invertir se trata. Pues bien: con diez cañones de entusiasmo por banda, viento jerezano a toda vela, no corta su inversión sino vuela, un velero bergantín… En efecto: un velero bergantín de secano que a la manera de bar de tapitas caseras ha arriado en la La Granja bajo el nombre o el sobrenombre de ‘El Corsario’. Sus intrépidos propietarios –que poseen el cofre de la honradez en la proa de su navegación profesional- responden a los nombres de Rafa y Jorge Solís. Piratas de mentirijillas que trabajan a destajo revalidando un horario a la antigua usanza: de sol a sol. En ‘El Corsario’ se desayuna –o se logra desayunar- desde muy temprana hora y puede usted tapear exquisitas tapas caseras cuando el timbre de la cena suene en el portalón de su estómago. Estos bucaneros a la jerezana le brindarán simpatía a raudales. Como un sabotaje hacia adentro de compañerismo, alegría y realísima amistad.
1.- Son muchos los clientes que a diario acuden en busca de un botín de croquetas caseras, ensaladilla y tapas de carrilladas.
2.- Los propietarios y los auténticos valedores de esta nueva travesía empresarial: los hermanos Rafael y Jorge Solís.
3.- Todo tipo de público –niños, adultos y abuelos- acuden al reclamo de este establecimiento acogedor y familiar.



Publicado en el periódico ‘La Voz de Cádiz’ – Sección ‘La Sacristía’

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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