Cuando la madrugada ya estaba pariendo églogas de distensión

Apócrifo de mis propias tendencias estéticas, mantuve la película en un férreo arrinconamiento (delusivo) durante al menos un trienio. Entono el mea culpa aun a pesar de las chocarreras contradicciones en las que los cinéfilos incurrimos de cuando en tarde. Enigmáticamente ‘You´re the one’ (Una historia de entonces) descansó en los estantes caseros –¡ah la doméstica probidad del coleccionista acumulativo!- de hileras de DVD ordenados como en el toque de queda de un olvido siempre gravoso. Me considero esa especie de espectador defensor a ultranza de ciertos ilustrados cineastas cuya técnica narrativa hermosea todas las indagaciones poéticas del filme. Entre los españoles verbalizo la disidente moraleja del cine de José Luis Garci. No obstante ‘You´re the one’ ha soportado la defenestración de un menoscabo personal y caprichoso. Una noche del recentísimo mes de agosto –aún el paisanaje portugués de Oporto y Coimbra relampagueando en mis retinas entonces tintineantes de fado y bifanas- optamos mi mujer y yo –ya acomodados en el ínterin de una cumbre vacacional ad perpetuam rei memoriam- por rescatarla sin (arenosa) vacilación. Lo hicimos aposta: la madrugada ya estaba pariendo églogas de distensión. La película nos retrotrae a un código de valores hoy perdido por el desagüe del relativismo incluso moral. Magnifica la humanidad que bien puede subsistir en un irrequieto retorno terrenal tan pueblerino como sabio de esencias cofraternas. Dos apuntes al voleo: a) Lydia Bosch representa a día de hoy la encarnación marchita de una actriz inaprovechada y ya irrecuperable al tenor de los ringorrangos de su claudicante vida sentimental. Y b) Iñaki Miramón conserva los primeros escalafones en la jerarquía de mis actores predilectos. El resto, averígüelo usted mismo. Nunca la luz imprimió más color a una película en blanco y negro.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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