El ‘Sábado Cine’ de Martín Ferrand


Dicho machadianamente: mi infancia son recuerdos de la siempre balsámica cabecera/sintonía del programa ‘Sábado Cine’ –finales de los setenta- muy abrigado en la mesa estufa y de veras expectante cinematográficamente hablando. La única película de la semana, el instante culmen de la familia alrededor de la televisión Sanyo, la cena de la lista de Paulino ya bajando con parsimonia hacia la boca del estómago. Noche de sábado de butaca de orejeras junto a mi padre en una sesión de cine con mayúsculas. Mucho frío combatido entonces con el calor del hogar –esa entelequia, ese galimatías ambiental hoy inexistente en la práctica totalidad del útero de la falsa sociedad del confort-. Mi infancia son recuerdos de aquellos fotogramas memorables anunciados con la cortinilla del programa sonando a composición de Miguel Ángel Tallante –grabada en los Estudios Kyrios de Madrid (cuarenta músicos y solo de piano de Agustín Serrano)-. Mis ocho años de edad grabarían entonces a fuego en el limbo de la memoria el prolijo quehacer profesional del presentador de ‘Sábado Cine’: Martin Ferrand. Mi homenaje a tan versátil periodista. Un comunicador dotado de la virtud del trabajo. Esa otra quimera a tenor de los tiempos que corren…

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL