La
Real Academia de San Dionisio acoge la presentación del libro del escritor
jerezano y presidente del Centro de Estudios Históricos Jerezanos Juan Félix
Bellido Bello ‘En los confines del mundo. Entrevista a Xavier’
La Real Academia de San
Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogió el pasado jueves noche la
presentación del libro del escritor jerezano, presidente del Centro de Estudios
Históricos Jerezanos y Académico Correspondiente de esta Real Academia Jerezana
Juan Félix Bellido Bello ‘En los
confines del mundo. Entrevista a Xavier’. La presentación del autor corrió
a cargo del Académico de Número y también miembro del Centro de Estudios
Históricos Jerezanos Francisco Antonio García Romero, quien indicó que “esta
novela histórica ha sido editada con su habitual calidad y elegancia
tipográfica por la prestigiosa editorial madrileña Ciudad Nueva, en la que ha
publicado Juan Félix no pocas de sus obras y con la que yo mismo he colaborado
y lo sigo haciendo dentro de su importante colección de Patrología. La figura
elegida como eje es nada menos que la de aquel ‘Divino Impaciente’ del hoy
bastante de moda en Jerez, no sé si a su pesar, don José María Pemán, que
escribió su famosa obra teatral en 1933, aproximadamente un lustro antes de su
dirección de la RAE”.
García Romero acentuó que “Juan
Félix, de la mano de un estudiante de Salamanca y de unas cartas en latín, va a
entretejer magistralmente en el telar de la historia una urdimbre y una trama
sobre un personaje muy peculiar por muchas razones; y todo ello, como filólogo,
historiador y periodista de raza, basándose en las fuentes más fidedignas (…) Las doscientas páginas de la novela se le hacen cortas al lector.
Tratándose de un autor avezado y pleno como Juan Félix Bellido y de un género,
la novela histórica, que él por aptitudes, conocimientos y manejo de fuentes
auténticas, insisto, domina como nadie, les aseguro un viaje placentero, una
navegación llena de aventuras y de convicciones, de entrega y de corazón.
Destacamos a continuación algunas de las
consideraciones expresadas por el escritor Juan Félix Bellido durante su
intervención en la Academia de San Dionisio:
-
Aunque la historia que quiero contar y valorar
es la de un personaje cristiano, considerado santo por la Iglesia Católica,
pionero con Ignacio de Loyola en la fundación de la Compañía de Jesús, no
pretendo ni hacer teología, ni hacer ningún tipo de estudio religioso, ni hacer
ningún tipo de valoración que afecte a este ámbito. Sin negar que esto también
abriría muchos campos de reflexión. Sólo trato de interrogar a la historia y
contar aquellas respuestas que esta me devuelve. Quiero hacerlo, sí, desde el respeto
y asomándome a este interesante personaje de la Europa cristiana con el interés
de un estudioso y de alguien a quien la cultura de cualquier pueblo, lo
emblemático de personajes pertenecientes a otras tradiciones y a la nuestra
propia, es materia respetabilísima y sine
qua non para la construcción de un presente y un futuro coherente. Aún a
riesgo de parecer políticamente incorrecto en esta época.
-
El
proceso de un libro es siempre misterioso y aquellos resortes que hicieron
aflorar la inspiración van dando paso a otros, y como una materia maleable el
trabajo va transformando un amasijo informe, al principio, hasta constituirse
casi en materia viva que toma forma y echa a andar, llevándonos a nosotros tras
de ella.
-
Este
escritor está convencido de que sólo el diálogo puede superar las fracturas que
la historia ha producido entre los hombres, los pueblos y las religiones. Y el
diálogo sólo es posible si somos capaces de acercarnos con respeto y, me
atrevería a decir, incluso con cariño, a los otros pueblos, a las otras
culturas, a las otras religiones. Hace años que adopté como una de las
ideas-fuerzas que quería que configurasen el talante de mi vida, una expresión
que oí, siendo muy joven, a una importante personalidad de nuestro siglo:
"Amar a la patria de los demás como a la propia". Un ejercicio
imprescindible si queremos hacer de nuestro corazón un corazón universal. Y
que ampliándola quiere decir, amar lo que ama el otro, igual que amo lo mío.
Amar al otro pueblo como al mío, amar a las demás culturas como a la mía, a las
demás religiones como a la mía. Sólo así es posible un diálogo constructivo;
sólo así podemos ensanchar nuestros horizontes y enriquecer nuestra vida con
las valiosas aportaciones de todos los hombres.
-
Historia y periodismo me han llevado a hacer
una novela así, pero mi oficio es el de escritor. Los que conocen mi obra saben
que ésta se ha movido por varios senderos, claros y concretos. La recuperación
de algunos personajes cuyas biografías fueron envueltas de barroco y se
convirtieron más en algo mágico o teatral, perdiendo sus esencias más profundas
e impidieron que se nos transmitieran los valores humanos que contenían,
enmascarando a sus protagonistas, y supusieran una lección real de vida (véanse
mis biografías). El
rescate de escritoras medievales, ocultadas en el olvido más injusto de la
historia. Ha sido mi principal labor de investigación en la última década, y
cuya muestra es la anterior novela titulada “Leonor”.
-
Esta novela, histórica, es la búsqueda de un
periodista, que conoce una noticia y va en busca de las fuentes que le permitan
conocerla y poder transmitirla. Como se trata de un personaje del siglo XVI, su
viaje en busca de él, es en el tiempo, y como está en otras latitudes, también
en el espacio. Y, ¿qué hace cuando lo encuentra? Le hace una entrevista. Este
libro es una entrevista. Donde el entrevistado contesta fehacientemente a lo
que el entrevistador le responde. Porque cada una de las respuestas las he
encontrado en las cartas escritas por él y que aún se conservan. Y lo he hecho
para ser fiel a la historia, y fiel al personaje.
-
Francisco Javier: Xavier; no es sólo un
jesuita, un santo católico, un navarro que en Montmartre, se embarca con
Ignacio de Loyola en una aventura magnífica que le lleva a las puertas de la
China y que en Japón va a poner en contacto la cultura humanista cristiana de
las Sorbonas de París, con las universidades japonesas. Es un personaje
importante de nuestra historia. Murió en Sancian, frente a las costas chinas y
está enterrado en Goa (India). En
esta novela he tratado de aunar mi oficio de periodista, de escritor y de
historiador. La Editorial Ciudad Nueva ha tenido a bien publicarla en su
colección de Novela Histórica y yo espero que los lectores que se acerquen a
ella, encuentre provecho en ella.