La Real Academia de
San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró el pasado martes la segunda
sesión de su ciclo ‘Jerez siempre’. Fue en esta ocasión la Académica
Correspondiente de esta real corporación Paloma Ruiz Vega quien dictó la
ponencia titulada “Una observación médica jerezana del Dr. Don Ildefonso Vargas
Millán según el modelo europeo vigente en 1833”. Su presentación corrió a cargo
del Académico Numerario Electo Marco Antonio Velo García.
Es su ameno trabajo, Paloma Ruiz expuso
una Observación sobre una
flegmasía crónica periódica de los órganos digestivos; confeccionada por el Profesor de Medicina y Cirugía, Ildefonso
de Vargas Millán. El trabajo está firmado por su autor en Jerez de la
Frontera el 3 de Mayo de 1833. Durante la Ilustración, y
posteriormente en el siglo XIX, una de las formas de enseñanza clínica
consistía en las Observaciones, sistema de enseñanza practicado en
Europa en los grandes centros de educación médica y quirúrgica para la
formación de cirujanos y médicos, entre los que podemos citar la Real
Sociedad de Londres, la Academia de Ciencias de París y
el Real Colegio de Cirugía de Cádiz.
Este
documento trata de integrar la información que obtiene el médico Ildefonso de
Vargas Millán de un enfermo concreto Bartolomé Ascensio, y orientando sus
investigaciones preferentemente hacia la Medicina Fisiológica de François
Joseph Victor Broussais (1772-1838), Vargas, hace de la Medicina en
Jerez, una actividad eminentemente práctica y social. Bartolomé Ascensio
natural de Jerez, joven de veinte y tres años de edad, estatura elevada,
temperamento sanguíneo-linfático, de oficio labrador fue atacado en julio de
1831 de una gastroduodenitis periódica provocada por agentes como el calor y
humedad, el uso de aguas estancadas, y los excesos en la alimentación.
Vargas
dirige su tratamiento primeramente a la irritación, aplicando un plan
antiflogístico, que a su vez estuvo conformado por: 1) Una técnica
quirúrgica: Las sangrías. 2) Una materia
farmacéutica animal: Las sanguijuelas. 3) Una materia
farmacéutica vegetal: Los medicamentos emolientes o antiflogísticos, entre los
que figuran los cocimientos de grama
y de altea, y el agua de naranjas. Esta pauta profesional
seguida provocó en el paciente un estado de debilidad que Vargas resolvió
sometiéndolo a dosis alternativas de quina y sulfato de quinina. Esta Observación constituye
una Historia clínica de 1833, que refleja con mucha fidelidad
la práctica médica y la asimilación de una determinada pauta profesional y de
una teoría científico-médica la Medicina Fisiológica. Paloma Ruiz Vega fue muy felicitada al
término de su exposición.