La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras ha acogido el acto de toma de posesión como Académico Correspondiente de Álvaro Pemartín de la Calle, miembro del Colegio Oficial de Médicos de España y del General Medical Council de Reino Unido, cuyo discurso versó sobre ‘Astrobiologia: estudiar la vida desde el Cosmos’. Fue presentado por la Académica de Número de esta corporación Fátima Ruiz de Lassaletta. Destacamos seguidamente algunas de las afirmaciones del ponente en su aplaudida intervención:
- A pesar de que los extraterrestres, seres venidos de otros planetas,
son una constante en la literatura y la mitología universal desde casi el
inicio mismo de la historia, es desde la década de los 60 del siglo pasado, en
que la humanidad inicia la exploración espacial y se inicia la era de la
aeronáutica cuando de verdad nos empezamos a plantear la posibilidad de
encontrar vida fuera de nuestro planeta. Y la astronomía, la ciencia del
Universo, que hasta ese momento sólo estudiaba un Universo frío e inerte empezó
a interesarse por los fenómenos relacionados por la vida.
- Por ello uno de los campos de estudio de la Astrobiología es
la investigación sobre el posible desarrollo de vida fuera del planeta Tierra.
Precisamente, la mejor manera de llegar a conclusiones válidas sobre la
aparición de alguna forma de vida es estudiar aquellas zonas donde se originó
la vida en nuestro planeta y aquellas regiones donde pesar de las condiciones
extremas se ha demostrado la presencia de vida.
- Los astrobiólogos viajan a lugares como fosas oceánicas a
cientos de metros de profundidad, a desiertos extremadamente secos o a
glaciares a decenas de grados bajo cero para estudiar las llamadas bacterias
extremófilas. Estos organismos se caracterizan por desarrollarse en condiciones
que para nosotros serían incompatibles con la vida. Como el Deinococcus
radiodurans que, es capaz de soportar más de 5000 Grays de radiación mientras
que bastan 10 Grays para acabar con un ser humano. O el gusano ártico
Panagrolaimus davidi, que es capaz de volver a la vida tras sufrir una
congelación completa.
- El estudio de estos seres puede ser de mucha utilidad para
entender qué tipo de vida hemos de buscar en sitios como el planeta Marte o
Europa, la luna de Júpiter cubierta por una capa de hielo.
- La Astrobiología no sólo investiga el desarrollo de vida en
otros planetas. También estudia la capacidad de adaptación del ser humano a
ambientes diferentes al de nuestro planeta azul. Hasta ahora el hombre ha
estado en el espacio en periodos relativamente cortos de tiempo; el récord de
permanencia continua lo ostenta el cosmonauta ruso Valeri Polyakov con 437 días
en el espacio.
- Pero con el avance de la aeronáutica, ideas que antes nos
parecían inviables, como los viajes tripulados a Marte o la minería de
asteroides son ahora proyectos que pueden ser viables en apenas unas décadas.
Para entonces deberemos ser capaces de enviar a un grupo de ser humanos a
viajes de décadas de duración o incluso a pasar el resto de su vida fuera de la
Tierra.
- Por tanto la astrobiología también investiga los efectos que
producirán tras varios años de exposición la ingravidez o la radiación en el
ser humano. Y si nos planteamos la existencia de bases permanentes donde
futuras generaciones de seres humanos abran nuevos horizontes a nuestra
raza, debemos enfrentarnos a desafíos apasionantes como la posibilidad de
que una mujer quede embarazada, dé a luz y críe a un hijo en condiciones
absolutamente diferentes a las de la Tierra.
- En definitiva, los astrobiólogos son los herederos ya
hicieran los exploradores del siglo XV y XVI que se lanzaron a la búsqueda de
nuevos continentes o los buzos del siglo pasado que nos abrieron los
secretos del mar. La astrobiología pretende asomarse, con los ojos de la vida,
al más fascinante e infinito de los territorios inexplorados; el Universo.