Mercedes en La Granja - Artículo de Marco A. Velo en Diario de Jerez



Se despereza la mañana como una afinada onomatopeya -el tic, tac del corazón- con título de relato barroco de Alejo Carpentier: ‘Los recuerdos del porvenir’. Despierta Jerez preconizando avemarías por su zona norte de la barriada de La Granja. Ayer mismo. In hoc signo vencis. El alba colorea de distintas gamas de celestes este cielo claro que -germinal- algodona nubes en forma de manos: símbolo atemporal del Soberano Poder del Señor. La epifanía de la jornada pone de puntillas todos los repelucos internos de tantísima gente joven. Y es que ya apenas resta el amén del abrir y cerrar de ojos para que la Virgen haga acto de presencia en el umbral externo de su parroquia. La estilística de las primeras voluntades derraman susurros apenas descifrables. Quién sino Tú, Reina de las Mercedes, para consignar los propósitos de tus valerosos cofrades. Ya inquietos todos en el reincidente bagaje de saberse a tus plantas, Casa de Oro y Torre de Marfil. Escribió Eugenio d’Ors en su obra ‘París’ que “es tan inquieto este moderno vivir nuestro, que la inquietud se le vuelve impaciencia’. Resulta sintomatológico para la dermis del cofrade de casta y tronío: la impaciencia por rendir cuentas del rosario a María Santísima.
El cortejo -niños, adolescentes- que anticipa la Gracia extracta una incontestación, sustancia un intersticio, conjetura el pedestal -nunca neblinoso- del futuro… El público acude a votar con las papeletas de la devoción. La Virgen sale camino del geriátrico de los abuelitos más próximos. Y los cofrades del Soberano inician el itinerario hacia los discípulos de la tercera edad para aproximar a sus manos temblorosas, a sus miradas desenfocadas por el peso de los años, a sus últimos tramos de cofradía de puños arrugados, a sus torpes e imprecisos andares, a la que es Madre de Dios. Para los abrazafarolas y los mercachifles críticos de las hermandades por sistema, actos como el de esta mañana de octubre recién parido supone una prueba irrefutable de los hechos. Callen los voceros de los musgos y los criptogramas. Callen los fanfarrones de la gresca aguardentosa. Callen de una vez los desdeñosos y desdeñados suplantadores del juicio o prejuicio público. Abyssus, abyssum invocat.
¡Qué hermosa viene Mercedes con su tez de oferente morenía! Ella, que tantos bebés de redondos mofletes y niños chiquitos de primeros pasos observa a diario camino de la paredaña guardería de la cofrade Amparo Cortijo, ahora ha querido orientarse al otro extremo de la médula vital de las etapas del hombre: la ancianidad. Cómo sabe socializar esta Virgen de lágrimas de seda apostólica. In facie ecclesiae. Durante los días laborables acoge en su seno de Madre Divina a los hijos recientes -a los que precisan de la nana, nanita, ea del chupete de su carantoña- y el domingo privilegia a quienes peinan las súbitas ondulaciones de la memoria -y a veces desmemoria- siempre blanca como las canas del tiempo ex libris. Como un patrimonio inmaterial amartillado en el yunque de la vida. Así nos exhortaba don Rafael Bellido Caro: “Del pasado háblame sólo para recordar y reconocer los dones recibidos… ¿tantos?”.
Bendita tú entre todas las mujeres. Avenida Fernando Portillo, Plaza de Ronda, Pasaje de Santa María de las Mercedes, Huelva… La Virgen ya regresa a su templo. El calor aprieta con la ofuscada intensidad agosteña de un verano remolón. De las alturas baja -recipiendario de honores, Tetramorfos- el Águila que agavilla la energía astral de la juventud. Los hermanos del Soberano Poder son creadores del arte de la Fe. El escritor sevillano José María Izquierdo dejó dicho que “los artistas no perciben en la naturaleza nada que le sea ajeno: la perciben en toda su plenitud y la viven en su mayor pureza”… En esta mañana de Rosario de Virgen de las Mercedes en la barriada de la Granja, los cofrades artistas del Soberano han sabido dignificar la natural mediación de la Virgen María. Para despeje de sombras, confusión de espectros e imperio de la luz.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL