“Samuel es un manantial de agua fresca. A este niño se lo va a comer España entera”



El alumno de la academia jerezana de José Ignacio Franco deja sin palabras tras su actuación en ‘La Voz Kids’

MAV - MIRA

De nuevo ‘La Voz Kids’ – estreno de la cuarta edición- en las pantallas de nuestros televisores. De nuevo el show talent más dulce y todopoderoso. De nuevo la garganta niña. De nuevo el don niño. Tres evaluadores de fama y renombre en los sillones rotadores, rotativos, retadores: Rosario Flores, Melendi y Antonio Orozco. Jesús Vázquez, cómplice y aliviador presentador y acompañante de los padres y tutores y familiares y allegados de los niños que, a solas, pisaban el escenario en la prueba del tú a tú, contigo -consigo- mismo. La emoción a flor de piel y los nervios que erizan el vello de toda una carrera potencial por delante…

Actuaba -en los primeros lugares cronológicos- Samuel, el gran Samu, un chiquillo que canta -como los ángeles- y toca la guitarra -como un bendito-. Es alumno de la jerezana academia de José Ignacio Franco, sita en Parque Atlántico, bloque 10. Llegaba al plató de Telecinco desde El Puerto de Santa María. Doce años de edad y mucho que demostrar a ciencia cierta. Desde el vídeo de presentación ya se evidenció el desparpajo, la simpatía y la gracia natural de Samuel. Y su profunda admiración e incluso veneración por la figura y el sello y el legado artístico de Camarón de la Isla, su ídolo, su guía, su espejo.

Cuando comenzó a cantar ya se pararon los tientos del tiempo. Dejó anonadados a propios y extraños. Eligió ‘La nana del caballo grande’. Y afinó con maestría, sostuvo el tono, acunó el magisterio y pronto hizo girar a los tres coaches. La ovación -atronadora- no se hizo esperar. Y Antonio Orozco: “¡Que cierren las puertas, que se escapa el talento! ¡Samuel es un manantial de agua fresca! ¡A este niño se lo va a comer España entera!”. Y Samuel: “No canto mal, no soy malo, pero tampoco soy un  figurón porque ser un figurón es cantar como Camarón, porque Camarón tenía algo que no tenía nadie”.

“Eres un monstruo y viva la mare que te parió. Yo te bailo por lo que tu quieras si tú me cantas”, escenificó Rosario Flores, para añadir “es que todo lo que hay por la zona entre Jerez y Cádiz es fenomenal”. Y llegó la hora de la elección. Todos los coaches querían a Samuel en su grupo. Pero el discípulo de Camarón lo tenía claro: “Para mí, la verdad, sois tres personas fenomenales, pero yo desde el primer momento he querido irme con… Antonio”.

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