Dave, de nuevo nominado para abandonar la Academia de OT



CINE Y TELEVISIÓN

Julia Medina cuajó una brillante actuación exaltada por el jurado

MAV – MIRA 

Los chicos de OT 2018 fueron encarecidamente aleccionados. Por los profesores y, especialmente, por Noemí Galera, la efectiva .¡y tanto que lo es!- directora de la Academia. Llevaban varias galas a la baja. Sin nervio, sin emoción, sin capacidad de transmisión. No es que anduviesen de capa caída: simplemente no arriesgaban, no se pasaban de frenada, pusilánimemente correctos.

O cambiaban o la edición de OT tan sólo se convertiría en “un karaoke de lujo”. Excelente comparativa -atinado vaticinio- de Noemí. Los alumnos, al menos potencialmente, habían demostrado valer su peso en oro y, sin embargo, los hechos cristalizaban un experimento gaseosa. Y ya la constante comenzaba a preocupar incluso a los responsables del programa.

El zarandeo a fe que sirvió. Movilizó las conciencias del alumnado. Así no llegaban a parte ninguna. Tan sólo a tierra de nadie. Y dicho y hecho. El porrazo encima de la mesa surtió efecto. La llamada de atención se escuchó de lejos y de cerca. Y la Gala 4 de este pasado miércoles 17 brilló con luz propia. Con una refulgencia ansiada por todos los telespectadores.

Todas las actuaciones, sin excepción, estuvieron brillantísimas. Muy por encima del nivel evidenciado hasta la presente y a la altura de las calidades reales de estos cantantes en potencia. O de estas potencias de cantantes. Porque han de creerse cuanto valen, como así un miembro del jurado aconsejó e incluso rogó a Famuos.

Dicho esto de antemano, si tuviéramos que resumir en breves frases -en un ramillete de titulares- la crónica de la gala, bien pudiéramos resumirla en las siguientes… Joan Garrido es el tercer expulsado. Dave y Carlos Right son los nominados definitivos de cara a la próxima semana. Esta vez Dave, que de nuevo es propuesto por el jurado para abandonar la Academia, no pudo ser salvado por su compañeros.

¿Hacia dónde se centraron todas las miradas? Pues hacia María, la concursante, y hacia Ana Torroja, la estrella mítica de Mecano y miembro del jurado. Aquí, y nunca mejor dicho, nada estaba cantado. Ya informamos días atrás sobre la polémica originada tras la propuesta de María de permutar “mariconez” por “estupidez” en la interpretación del tema ‘Quédate en Madrid’. Y cómo el autor de la canción, José María Cano, prohibió a rajatabla dicho cambio.

Finalmente, a instancias de la Academia, se respetó dicha palabra en la interpretación, entendiéndose que ni por asomo se la dotó -hace treinta años- de un significante peyorativo. Un estéril y anacrónico debate se había abierto en redes sociales, en el que participó incluso algún comentario de Ana Torroja. El morbo de la toma de posturas alimentó también la expectación de la gala de este miércoles 17.

Se mantuvo aunque el público joven congregado en derredor de la pasarela vitoreara a coro, de un modo claramente orquestado con anterioridad: “Estupidez, estupidez, estupidez”. Sin duda sobraba esta coletilla -nada natural, nada improvisada- que denotaba uno cierto guiño teledirigido. Al fin y a la postre: un resultado ilustrativo: María fue la favorita de la noche y la primera en cruzar la pasarela.

Julia Medina continúa en su línea estelar. Cuajó una actuación que de nuevo encandiló al jurado. Destacaron la templanza y la serenidad de Julia antes, durante y después de pisar el escenario. Sin duda domina las tablas. Y posee confianza ciega en sí misma. Alba y Natalia protagonizaron el número más esperado. Con una coreografía espectacular. Velada emocionante, en suma, que activó la autoexigencia de los alumnos de una Academia que, al fin, recupera su pulso.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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