Jerez: Vallejo, Barra, Durán y los Juanes



Marco A. Velo – Jerez íntimo – Diario de Jerez

Alfa: Joaquín Vallejo es el hombre de la sonrisa permanente. Sobre la poderosa alegría que irradia Joaquín coincidimos Juan Diego Valderas Otero y un servidor. Ambos dos hacemos el ‘Retiro' y no precisamente espiritual en esta ocasión. Sino más bien gastronómico, sito en Avenida de Europa. El ‘Retiro’ está haciendo furor entre los comensales de paladar exquisito. Lo dicen a boca llena propios y extraños. La calidad-precio aquieta un equilibrio de pan mojar. Sus profesionales gozan del crédito de una promoción basada sobre todo en el boca-oreja. Que es marketing de la experiencia en primera persona del singular. Allí -aquí: en esta mesa y mantel- el cliente triunfará por las gambas al ajillo, por la ensaladilla de gambas y porque, al visionar la carta, nunca meterá la ídem, es decir, la gamba. A su recaudo coincido con el bueno de Juan Diego. Me narra por largo su experiencia rociera del presente 2019. De ahí que salte a la palestra la figura del referido Joaquín. Un rociero transparente como la expresión -siempre en fulgor de majestad- del Pastorcito Divino. En pureza Joaquín sostiene sobre sus hombros un dirigente potencial. Con carisma y con Marismas. Habla por el vientre de madera de su guitarra. Y por la cejilla de las cuerdas vocales del amor a la Madre de Dios.

Beta: Paco Barra siempre ha sabido echarles riñones a los contratiempos. Ahora no le quedará la adversidad a la saga. Ni a la zaga. La enfermedad -cuando brotó de higos a brevas y de Pascuas a Ramos- jamás pudo con él. Porque la enfermedad es como un gerundio cacofónico. O como un ruido de sables en sordina. Está pachucho. Pero se trata de un levante pasajero. Un silbidillo de los vientos del porvenir que, como las orillas del mar en noche de San Juan, vienen y se quedan y se van. ¡Mucho ánimo para quien acuñara la definitoria perpetuidad del santo hábito blanco!

Gamma: Me lo dijo hace unos días mi gran amiga y hermana Mercedes Rendón Cala: “Todos los sacrificios tienen su recompensa”. Y así ha acontecido para el excelso profesional Juan Carlos Durán Alonso y su merecidísimo ingreso como Numerario en la Real Academia de San Dionisio -institución que tan humana y humanísticamente preside el doctor Joaquín Ortiz Tardío-. Juan Carlos es íntimo de dos notables hombres de la cultura: el uno de la Filología -Francisco Antonio García Romero- y el otro de la Arquitectura -Antonio Ballesteros Marra-López-.  Apuesto doble contra sencillo que tanto Juan Carlos Durán como Jesús Rodríguez Gómez darán mucho de sí a la docta casa sita en calle Consistorio. ¿Estáis conmigo, Antonio Millán Garrido y Francisco Garrido Arcas?

Delta: Las personas que felicitan ni son narcisos ni son paniaguados. Las personas que felicitan son educadas. Hoy amanece la ciudad tras la madrugada de saltos sobre fogatas y gimnasia rítmica -pero amateur- de espaldas al mar. Noche de hechizos y rituales en pro de la consecución de la bonísima suerte. Felicito, entre otros muchos a Juan Delage Comella, Juan María Vaca Sánchez del Álamo, Juan Jacinto del Castillo, al mentado Juan Carlos Durán, Juan Lupión, Juanjo Fontán, Juan Diego Valderas, Juan Infante y Juan Infantes – que los separa la ese del apellido-, Juan Félix Bellido, Juan Manuel Rodríguez Martín, Juanito Vargas, Juan Carlos Ibáñez, Juan Salido, Juan José Padilla, Juan Garrido, Juan Manuel y Juanmita Pérez Rendón, Juan Manuel Pina, Juan Luis Jaén, Juan José Pérez González, Juan Ruiz Pérez, Juan Pablo Benítez, Juan Miguel García, Juan Antonio Carballat, Juan Carlos Corchado, Juanlu (Hermano Mayor del Consuelo), Juan Pedro López O'fferral, Juan Miguel Campos, Juan Carlos Moreno Rosado, Juan Martín Pruano, Juan Carlos Camas, Juan Guerrero Pemán, Juan Carlos Vega Morales, Juan García, Juan Luis Sánchez Villanueva, Juan Mateos Bernal, Juan Montero y, sobre todo, a mi tío Juan Ortega, que está misma mañana está enterrando a su esposa: una mujer irrepetible por los siglos de los siglos.

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