El Puerto pemaniano, un retiro cofrade y dos bodas agosteñas
Alfa: Vuelve Pemán a las andadas acogido al crédito que le dispensa su obra literaria. En todos los pueblos y localidades de la verdiblanca Andalucía existen consignaciones fidedignas de la semblanza escrita por este excepcional articulista español. Hace apenas unas semanas Luis María Ansón -con arrugas en el rostro que son los pliegues de su sabiduría- subrayaba en televisión la aportación de Pemán al género periodístico de la columna, que en su caso lo era de Hércules fundator. Yerra quien -hablando de oídas- dogmatiza sobre el prójimo y acierta quien -rindiendo culto a la filosofía socrática- relativiza los prejuicios propalados por la engañifa del resentimiento. Ansón acentuó -a la pata la llana- una aseveración que se me quedó grabada en la sesera y cuya significación bien podrían aplicarse cuantos toman la vida por el rábano de los extremismos: "Cuando era joven tenía un millón de certezas y un puñado de dudas, ahora tengo un millón de dudas y un puñado de certezas". Nosce te ipsum. Es versión latina de la inscripción que in illo tempore figuraba en el frontón del templo -siempre griego- de Apolo en Delfos. Conócete a ti mismo. Pemán no es una metáfora ni un neologismo.
El Puerto de Santa María le ha dedicado una plaza. Me contenta sobremanera esta neutralización de la embestida, de la monomanía, contra el primer habitante del Castillo de San Javier. Noblesse oblige. Esto diría el duque G. de Levis. Pemán consideraba que el Puerto de Santa María "enclavado en la desembocadura del histórico río Guadalete, conserva hoy vestigios notables de su pasada grandeza en sus suntuosas casonas de bellos y sombreados patios donde los mármoles, jaspes y caobas pregonan la riqueza de sus propietarios y el constante tráfico que su puerto mantuvo con Ultramar cuando su ría era invernadero y refugio de la Armada Real".
Pemán está siendo resucitado por la carambola del efecto boomerang. No hay bien que por mal no venga. Como anécdota enriquecedora constatemos que nuestro ilustre cofrade y académico jerezano Francisco Garrido Arcas en dos ocasiones pudo disfrutar por largo de la compañía de Pemán -la primera invitado ex profeso por don Manuel González Gordon y la segunda junto al padre Ramón Cué en Cádiz-. Aprovechando la ocasión dedicó a Paco Garrido uno de sus libros con aquella reconocible letra azul cielo de holgados interlineados. La dedicatoria decía así: "Si un verso te da consuelo/ no es privilegio divino/ de mi pobre y bajo vuelo./ ¡Es que el Señor, desde el cielo,/ se busca cualquier camino". ¿Cabe humildad mayor en caligrafía más menuda?
Beta: El Consejo de la Unión de Hermandades presidido por José Manuel García Cordero no ha podido comenzar de manera más fructuosa su mandato: esto es: sin decir ni oxte ni moxte y reuniéndose todos sus miembros en retiro espiritual -que no espirituoso- este pasado sábado. Retiro y convivencia con misa presidida por el padre Lozano. ¡Enhorabuena por la iniciativa, hermanos!
Gamma: El matrimonio es una opción sublime que no se atiene a paradigmas de juventud ni de senectud. El amor puro no admite estribaciones. Por este convencimiento hemos de felicitar a dos nuevas parejas que han contraído nupcias al hilo del mes de agosto. Por un lado Marta Ruiz Porras y Alejandro Pacheco Rueda. Una expedición de jerezanos se desplazó hasta Málaga para arropar a los jóvenes contrayentes. De otra parte Consu Pérez González y Edu Murillo Saborido. Nombrar a Edu es repetir sucesivamente la misma frase de François Fénelon: "Son las almas bellas las únicas que saben lo que hay de grande en la bondad".