Entrevista con Pepa Parra

“No creo que la escritura de los SMS erosione el lenguaje literario”

La Fundación Caballero Bonald ha intensificado durante este pasado curso académico la oferta de su programación. La Fundación Caballero Bonald no descansa únicamente en la organización -concienzuda, sesuda, laureada por méritos propios- de un anual congreso literario de altísimo nivel. Asume asimismo otros conductos de tributo cultural. El fomento de la lectura, por ejemplo, constituye una de las piedras angulares de los legítimos propósitos de esta entidad literaria. Por activa y por pasiva se viene denunciando -a tenor de la relativa credibilidad de las encuestas- la mermada propensión a la lectura de parte de la juventud. La Fundación Caballero Bonald combina talleres de escrituras con ciclos de animación a la lectura. Hoy presenta un libro fundamentado en uno de estos referidos talleres. Hablamos con la directora de esta concreta iniciativa, Pepa Parra, quien también trabaja en la Fundación Cabllero Bonald prácticamente desde su constitución.


- La Fundación Caballero Bonald ha presenta el libro Sistema métrico decimal, elaborado por los participantes en el Taller de Herramientas para la Poesía de 2008. Explíquenos, en primer lugar y en su calidad de directora del mismo, en qué ha consistido este Taller de Herramientas.
- Con este taller hemos intentado proporcionar recursos para la poesía que nos sirvan para entender este género, analizarlo y sacar más provecho de su lectura. Para ello, nos hemos venido reuniendo en sesiones quincenales, alrededor de 20 personas, hemos estudiado algunas bases teóricas de la poesía española, y hemos realizado también ejercicios prácticos sobre ellas. Ha sido una experiencia muy agradable, de la que yo he aprendido tanto o más que los inscritos.
- ¿Por qué se ha elegido el título de Sistema métrico decimal?
- Fue una propuesta que surgió desde el taller y que se sometió incluso a votación. Como buena parte de las clases se centraron en la métrica clásica, y como el librito sólo recoge los ejercicios que hicimos en décimas, esa estrofa tan fluida y tan adaptable, el título venía como anillo al dedo.
- ¿Cree que instituciones culturales como la propia Fundación José Manuel Caballero Bonald están también llamadas a incentivar el fomento de la lectura en la ciudadanía?
- Por supuesto que sí. El fomento de la lectura debe ser prioritario. No se puede concebir la cultura sin lectura, sin libros, sin palabras.
- ¿Se lee actualmente tan pésimamente como señalan las encuestas de rigor?
- Las encuestas hay que mirarlas con mucha precaución, me parece a mí. En España se publica mucho, así que alguien tiene que haber que lea… No sé cómo entender ese comentario de que se lee bien o mal. Leer siempre es bueno, ¿no? De cualquier libro, por malo que sea, se puede extraer algo positivo: una enseñanza, una opinión, una intuición, una metáfora…
- Mayor índice de lectura durante las vacaciones de verano: ¿Mito o realidad?
- A más tiempo, más ocio. Y, lógicamente, más lectura del tipo “ocioso”, de entretenimiento, que también es una estupenda opción. Pienso que el libro instructivo y el libro entretenido no son enemigos ni tienen por qué estar enfrentados. El conocimiento y el entretenimiento tienen ambos que ver con el deleite. En mi caso, leo más en vacaciones, pero cambio de género: leo más narrativa y menos ensayo. Poesía leo siempre; no podría dejar de hacerlo. Ni querría.
- El próximo congreso de la Fundación Bonald abordará una temática tan vigente como las sílabas del siglo XXI. ¿Hasta qué punto están erosionando nuestro lenguaje esos jeroglíficos sintácticos, esos acertijos gramaticales, esos crucigramas tipográficos de las grafías de los SMS, los mensajes crípticos en los móviles o el lodazal estilístico utilizado en los foros de Internet?
- Yo no creo que ese “lenguaje de la modernidad” erosione para nada el lenguaje literario. Estamos hablando de ámbitos diferentes. ¿Acaso el código Morse, o la taquigrafía, por poner dos ejemplos tomados a contrapelo, perjudicaron el lenguaje? Se trata de sistemas de comunicación diferentes. No hay que tener tanto miedo ni hay que andarse con tantos escrúpulos, me parece a mí. Yo escribo mensajes con el móvil, como todo el mundo, y suprimo también letras, para economizar y para ganar en rapidez. Pero no se me ocurre comerme una sílaba en un poema. No tienen nada que ver una cosa y la otra.
- Como corolario, regálenos un verso cualquiera de uno de sus poetas preferidos…
- Éste, que elegiría gustosa como mi lema vital: "Mientras más envejezco más me queda de vida". De Caballero Bonald, por supuesto.
- Muchas gracias, Pepa, y enhorabuena por tu labor.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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