Nuevos retos, fichajes, ingresos, requerimientos profesionales me obligan a dejar mis columnas de opinión en el periódico local Viva Jerez. He aquí el último artículo publicado, hoy mismo, en la página 2 de dicho periódico.

En la hora del adiós

El destino del hombre está escrito en ninguna parte. Su futuro profesional, por el contrario, en todos los lugares. Nuestra vida laboral es una moneda al aire que suele caer de canto. En medio del eje de accisas y ordenadas de la evolución o involución únicamente económica (aunque jamás personal: la progresía espiritual, humana, psicológica no se adecua, no se ajusta, no se acomoda a la cuenta corriente: desconfiemos por norma de las tentativas del dinero). El trabajo, el jornal, el currelo diario nos sustenta y nos propugna como ciudadanos del mundo. Hoy, precisamente hoy, amigos lectores, entono mi canto de despedida. Nuevos retos profesionales me obligan a deciros adiós. No abandono el ámbito periodístico, sino muy al contrario: me ramifico, como un helecho arborescente, en periódico, radio, gabinetes de comunicación y hasta editorial de libros. A multiplicarse toca. Las circunstancias -¡y las perspectivas personales!- mandan. Durante dos años –los que abarcan la actual andadura del Viva Jerez- me he sentido más ancho que pancho tecleando certezas, incógnitas, confidencias, sentimientos, cábalas y algaradas desde este faldón en papel prensa, desde esta columna romana del reducible imperio de Marco Antonio, desde este rincón de prosa sin prisa. Y porque ya nada he de solicitar de su persona, quiero constatar aquí, urbi et orbi, la ejemplaridad periodística de la capitana de este catamarán de reparto gratuito: Eva Nicasio. La directora del Viva Jerez reúne en un mismo haz todo cuanto jamás escondió en su envés: independencia, humanidad, cercanía, transparencia, modernidad, legalidad, eficacia, rigor y… libertad. Estas sí que son facultades no académicas –pero sí prácticas- de las Ciencias de la Información. Una universidad del día a día según los miramientos de la dirección de esta cabecera de elegante jerezanía. El éxito cosechado por Viva Jerez estriba en la solvencia de su conductora. Hace unos días, cuando comuniqué mi necesaria y a la vez nostálgica marcha de este periódico, nos dedicamos recíprocamente palabras de elogio, felicitación y buenaventura. Entonces, a través de la aptitud de Eva, corroboré la primera frase que escribí para esta popular, sensible, vigente e inquebrantable publicación: ¡Viva Jerez: un periódico que no tiene precio!

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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