Llave de la reserva unipersonal

Editorial del espacio radiofónico ‘Café de París’

Estimados oyentes de la Cadena COPE: El diario o el dietario íntimo constituye –además del siempre balsámico ejercicio de escritura privada e incluso privativa- una asequible aproximación al género literario por antonomasia, esto es, aquel cuyo solaz y cuyo remiendo descansa indistintamente en la sinceridad, en el alarde verbal y en la conjunción de todos los vocablos sinónimos de franqueza. A veces el diario –su contenido y su continente- queda por siempre circunscrito a la guarda bajo llave de la reserva unipersonal. En otras dispares ocasiones el cuaderno o cuadernillo de marras anda liberado de ataduras físicas y sus hojas pululan a vuela pluma al alcance de cualquier hijo de vecino. ¡Pues anda que no conocen (o conocían) astutamente las madres el determinado y determinante cajón de la mesilla de noche donde sus hijas resguardaban del libre albedrío público las hojas del memorándum de sus sentires, sentimientos, desdichas, rebeldías y florecimientos vitales! Ahora Microsoft Word ha variado copernicanamente el revés del formato. De modo que el procomún ya no aboceta sus párrafos personales en papel de medida A4. Sino que encuadra el parágrafo en las 13 pulgadas de su ordenador portátil. Y no porque pretendan urdir el contrabando de ninguna conspiración sino porque las nuevas tecnologías ofrecen rapidez, limpieza y un mejor encuadre espacial. Hoy me adelanto a la sección propia de recomendaciones y os invito precisamente a la lectura de diarios literarios publicados en forma de libros. Un buen centón de escritores españoles articuló su obra en base al género de la memoria desgajada bajo el epígrafe del amanecer de cada fecha del calendario. Así, verbigracia, Andrés Trapiello y su colección del salón de los pasos perdidos o Fernando Sánchez Dragó y su tríada o trilogía de la Dragontea. O aquellas peculiares entregas –hoy casi incunables- de Fernando Vizcaíno Casas bajo la sentencia titular de ‘Un año menos’. No debo obviar tampoco el mítico volumen de César González-Ruano ‘Diario íntimo’: facundo virtuosismo de Literatura en estado puro. Escriban, queridos oyentes, sus pensamientos en negros sobre blanco y coronen el resultado con la fecha de cada día. Así y sólo así ganaremos una brizna de inmortalidad.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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