“Los Hermanos Mayores del Rocío somos iguales a los demás: sólo desempeñamos una función diferente”

El Grupo Romero Caballero y el Círculo Cultural Rociero ‘Toque de Alba’ celebraron conjuntamente, este pasado lunes noche, un acto de veras exitoso, aglutinador y a no dudarlo rotundo. Más de doscientas personas abarrotaron el salón de actos de la Escuela de Hostelería de Jerez. Hermanos de la jerezana Hermandad del Rocío, miembros de diferentes peñas, devotos de la Virgen, peregrinos, romeros veteranos, rocieros a la antigua usanza, niños que ya aman a corazón abierto a la Blanca Paloma… El Círculo ‘Toque de Alba’, haciendo gala de su denominación de origen, al tipo asociativo de su constitución, cuajó una convocatoria redonda. La ocasión la pintaba calva (por inédita, por inacostumbrada, por oficiosamente impensable): reunir de una sola vez y sin mayores rebozos a todos los Hermanos Mayores de la Hermandad del Rocío de Jerez. La empresa, de entrada, resultaba cuanto menos ardua. Por no decir complicadísima: pero estuvieron todos los que son y son todos los que estuvieron.

Léanse la totalidad de los nombres y apellidos siguientes: Álvaro Domecq Romero, José Bohórquez Mora-Figueroa, Francisco Benítez Benítez, Felipe Merino Sánchez, Juan Manuel Bocarando Chacón, Rafael Mateos Benítez, Francisco Gómez Rodríguez y Felipe Morenés Giles, además de José Barrera Rosa y Antonio Carbona Ortega (en calidad de miembros de la Junta de Gobierno del Hermano Mayor Antonio Camacho Molina). Mucha culpa de semejante hazaña hemos de otorgársela a Antonio Montero Suárez y Andrés Cañadas Salguero, auténticos animadores/mentores de “esta inesperada locura” consistente en sentar a todos los máximos representantes de la corporación rociera jerezana durante su Historia en torno a una mesa de debate moderada, con tino y certeza, por Oscar Torres Barba.

Salieron a flote confesiones, reflexiones y evocaciones. Distintas voces pero ni por asomo distantes sentimientos. Porque la Virgen –su magisterio, su intercesión, su predicamento- también gravitó sobre una tertulia que enseguida se tornó tanto rosario de remembranzas como apuesta de futuro. Asuntos como la no siempre mayoritaria implicación de los hermanos, la autenticidad del Camino, el ejemplo que se ofrece o se deja de ofrecer a quienes no comparten esta manifestación de devoción mariana, la necesaria transmisión de abuelos a nietos del cariño a la Virgen, la legitimidad institucional de la medalla oficial de la Hermandad, la disminución de la intensidad de los cantos a lo largo y ancho de la romería, el compromiso durante el resto del año, etcétera, etcétera, enhebraron puestas en común, puestas en claro y puestas en interrogante de cuanto concierna a la vida cotidiana, grupal o individual, de la Hermandad del Rocío de Jerez.

Fue Rafael Mateos Benítez quien no dudó en aparcar cualquier suerte de indefinición con respecto al título definidor de la mesa redonda: ‘El del Rocío, un Hermano Mayor diferente’. “Aunque evidentemente –señaló Rafael Mateos- un Hermano Mayor del Rocío y un Hermano Mayor de la una Hermandad de penitencia no tiene nada que ver desde sus funcionalidades, sí es cierto que el del Rocío, por ser Hermano Mayor, no es diferente a los demás, ni a otros Hermanos Mayores ni tampoco al resto de sus hermanos: sencillamente cumplimos, cumplen, una función distinta”. Además de numerosísimas otras personas, estuvieron presentes el director espiritual de la Hermandad del Rocío de Jerez el dominico Martín Alexis, María José García-Pelayo y Javier Durá (Partido Popular Jerez), el secretario general de la Academia de San Dionisio Andrés Luis Cañadas Machado, los Hermanos Mayores de Hermandades de Penitencia Gabriel Mateos, Manuel Marín y Francisco Barra. También Andrés Cano, Ángel Rodríguez Aguilocho, Pedro Larraondo, Faustino Rodríguez o el periodista Gabriel Álvarez.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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