Masivo respaldo al acto ‘Peregrinos de la Virgen’ organizado conjuntamente por el Grupo Romero Caballero y ‘Toque de Alba’

El salón de la Escuela de Hostelería estuvo lleno a rebosar el pasado lunes para escuchar las vivencias de Eduardo Gómez, Genaro Benítez y Juan José Sánchez

“El espejo de todo peregrino siempre es la Virgen” – “En el Rocío todos los silencios están llenos de respuestas” – “La Blanca Paloma, para nosotros, es la paz, el sosiego y el desahogo”


Sin duda de ninguna clase la primera sesión del ciclo ‘Toque de Alba’, organizado conjuntamente en la Escuela de Hostelería por el Grupo Romero Caballero y el Círculo Cultural Rociero ‘Toque de Alba’, resultó todo un éxito de público, de brillantez en la exposición de sus ponentes/entrevistados y en el fomento –siempre transparente y siempre traslúcido de confesión abierta- de la devoción por la Blanca Paloma. Aunque la noche arreció un aguacero de órdago, y pese a las inclemencias meteorológicas ya presentes desde la mañana del pasado lunes día 8 de los corrientes, el salón de actos de la Escuela de Hostelería registró un lleno a rebosar.

Son varias las circunstancias que bien pudieran explicar a las claras el masivo respaldo de dicha convocatoria: de entrada, la arraigada devoción que profesa Jerez por la Virgen del Rocío –un seguimiento, un acercamiento, un aferramiento que no sólo se circunscribe a los días intensos de la romería sino muy al contrario: responde a una creencia mantenida a lo largo de trescientos sesenta y cinco días, a “ese camino del resto del año” que argumentaba Genaro Benítez en una de sus sentidas intervenciones-; de otro lado, el tirón popular –y nunca jamás populachero- de los miembros de ‘Toque de Alba’ (una entidad que, presidida por Andrés Cañadas Salguero, está denodadamente expandiendo “como una gota de aceite” las verdades del Rocío no escrito y no publicado según la experiencia y las entrañas de sus auténticos protagonistas); y tercero: la demostración fehaciente que el rocierismo mueve montañas al margen de horarios y calendarios.

Nota bene: constatamos una aseveración fuera de cualquier equívoco: subrayamos la prueba de la evidencia: Jerez necesitaba un movimiento de esta índole, un ciclo de semejante envergadura, unas propuestas también culturales -¿acaso está reñida la cultura y la religiosidad en sus diferentes parámetros?- como la ahora ofertada por ‘Toque de Alba’ y el Grupo Romero Caballero. Tan es así que no pocas peñas de las denominadas tradicionales, sus animosos integrantes y sus potenciales simpatizantes, no cesaron de elogiar la calidad de una programación que de seguro satisfará a todos los públicos.

El perfil del acto del pasado lunes se estructuró en base a la entrevista a triple banda proyectada sobre tres peregrinos de pro (¡y de prez!): Eduardo Gómez, Genaro Benítez y Juan José Sánchez. Un trío de ases del silencio que todo lo explica a pie de arenas. La conducción del acto corrió a cargo de un inspiradísimo Antonio Moure capaz de ejercer de juez y parte pero asimismo de combinar el buen humor, la ocurrencia y el desparpajo con el control de un coloquio que el periodista de Onda Jerez preparó a conciencia y con un palpable conocimiento de causa.

A partir de tales mimbres, el cesto se construyó prodigiosamente, casi de manera natural y al socaire de un sentimiento unitivo y profundo (como la retina universal del Pastorcito Divino). Bajo el título genérico de ‘Peregrinos de la Virgen’ el cuenco del acto enseguida de llenó de anécdotas, de explicaciones sin palabras, de emociones conjuntas, de sonrisas compartidas y de gargantas que entonaban la simbiosis de lo humano y lo divino.

Metafóricamente se encendió la candela de los recuerdos, imaginariamente soplaba en lontananza el himno del pitero y no precisamente de manera ficticia hasta prorrumpió a sonar la nocturna banda sonora rociera del canto del grillo (ese ¿intruso o invitado especial? que quiso sumarse a la multitudinaria reunión del lunes en la Escuela de Hostelería).

En las breves -¡pero cuan eternas!- intervenciones de Eduardo Gómez, Genaro Benítez y Juan José Sánchez pudimos constatar que el mejor espejo del peregrino siempre es la Virgen; que Ella es el centro, la paz y el desahogo; que el Camino purifica y hace las veces de eficacísima terapia interior; que Javier Escobar ejerce una labor “maravillosa y muy humana, mucho” a favor de los peregrinos y que, en el Rocío, todos los silencios están repletos de respuestas.

Se adjunta fotografía en la que figuran los peregrinos Eduardo Gómez, Genaro Benítez y Juan José Sánchez, junto al periodista Antonio Moure y a representantes de ‘Toque de Alba’ y del Grupo Romero Caballero.

Marco A. Velo
Departamento de Comunicación Grupo Romero Caballero
marcoantoniovelo@yahoo.es , comunicacion@escuelahosteleriajerez.net
605944111

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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