Aunque aparentemente –y a simple vista- el balance de la Semana Santa 2011 se reduciría de modo inexorable a la parquedad y a la poquedad de una crónica no sólo pasada por agua sino también reducida a la mitad, a decir verdad, y entrando en harina de un análisis concienzudo, la Semana Mayor siempre da para mucho. Nada que huela a incienso podrá subyugarse a su mínima expresión. Es cuanto sucedió el pasado lunes en el salón de actos de la Escuela de Hostelería. El Grupo Romero Caballero convocó de nuevo la ya tradicional mesa redonda que analizaría –nunca grosso modo- cuanto dio de sí –o de no, a juzgar por la inclemente jurisprudencia de la lluvia- durante unos días pasionales extraños, ralos, raros e inéditos donde los haya.
Moderaba la tertulia el cofrade de la Coronación Pedro Larraondo (quien, por cierto, domina y domeña el tono y la tónica del debate con mano diestra y acaso por semejante buen hacer repite cada año este papel en la cita del lunes posterior al Domingo de Resurrección). Asumieron la misión de contertulios cuatro primeros espadas de panorama cofradiero local: dos periodistas de reflexión y conclusión: Andrés Cañadas Salguero y Francisco Carlos Aleu, así como el Hermano Mayor del Consuelo Mateo López y el máximo representante del Santo Ángel Antonio Padillo. A última hora justificó su ausencia el presidente del Consejo de la Unión de Hermandades Manuel Muñoz Natera.
Destacamos a continuación diferentes aseveraciones vertidas por cada uno de los participantes:
Mateo López: “Todo ha sido muy triste porque nos hemos quedado sin más de la mitad de la Semana Santa (…) Hay que tener mucho respeto con las decisiones que toman las Hermandades de salir o no salir ante el riesgo de lluvia porque hay que verse en el pellejo (…) Las hermandades de Jerez han llegado a unos niveles de excelencias altísimos en cuanto a música y flores”.
Antonio Padillo: “Ante la Semana Santa que he hemos vivido sólo nos queda dos actitudes: resignación y esperanza (…) Equivocarse es lícito. Hay hermandades que se han equivocado para bien (…) Si no hay más presencia policial, por lo que me alcanza, es porque ninguna hermandad ha interpuesto ninguna denuncia por actos más o menos vandálicos. Y porque además tampoco las instituciones han hecho presión para que vengan a Jerez presencia policial de otros puntos viables como Santander o A Coruña. Las instituciones no han luchado bastante para que se haga realidad ese refuerzo policial”.
Francisco Aleu: “Yo extraigo conclusiones positivas de la Semana Santa 2011. Hay que tener en cuenta que, a pesar de la amenaza de lluvia, los nazarenos han vestido sus túnicas y se han presentado en los templos incluso en la certeza de que no iban a procesionar. Y el público ha esperado en las puertas de las iglesias las salidas aunque las inclemencias del tiempo presagiaban las suspensiones de las estaciones de penitencia. El hecho de que no hayamos tenido Semana Santa demuestra la fuerza de las hermandades. Pues la gente se ha echado a la calle y los cortejos asistieron puntualmente a sus sedes canónicas (…) Yo creo que el Viernes Santo de este año ha sido una consecuencia de la inercia del Jueves Santo y de la Madrugada. En circunstancias normales hubiesen salido todas las del Viernes Santo”.
Andrés Cañadas: “No ha sido una Semana Santa que pueda valorarse en su conjunto. Ha sido muy extraña. Gracias a Dios tanto el Cristo como las Hermandades de Sanlúcar me dejaron muy buen sabor de boca. Sí quiero criticar una realidad que ya el año pasado se expuso en esta misma tertulia: el exceso de perfeccionismo de hermandades de diseño, perfectamente preconcebidas, que sin embargo están faltas de pureza, de verdad. El diseño obsesivo trae consigo la falta de naturalidad, la frialdad (…) Otro aspecto digno de estudio es el mal estado y el mal ambiente de los alrededores de la Catedral. No merece la pena llevar a las cofradías hasta allí. Las hordas bárbaras que viven y habitan en la Catedral, en sus alrededores, ya digo, no es digna. Ahora que tanto utilizamos el término de la dignidad para nuestras estaciones de penitencia deberíamos aplicarnos el cuento y denunciar la indignidad de cuanto nos presenta la zona de la Catedral. Una zona nada digna para llevar a mi Virgen, para trasladar a mi cofradía (…) Hay una concepción global de la estética de las cofradías que me parece intolerable. ¿Qué hace un diputado de cruz de una Hermandad de capa, de barrio, con un pergamino de venia en la mano? ¡Pero si el pergamino de venia es para el diputado de cruz de Hermandad de negro, de cola, porque no puede hablar! ¿Qué hace un diputado de cruz que habla con el presidente de la mesa de control entregando el pergamino? Ahora todas las cofradías tienen un diputado de cruz con un pergamino (…) Es una vergüenza cómo en cierto programa de la televisión municipal se ha insultado con virulencia a los cofrades. Y no comprendo cómo nuestros representantes cofrades no han exigido una rectificación ni tampoco se han inmutado. Felicito en este sentido a Antonio Moure, rompo una lanza por él, porque trabajando en esa misma casa denunció dicho ataque desde su propio programa”.
Al final de la sesión se abrió un interesante turno de preguntas de parte del público que enriqueció -aún más si cabe- los contenidos debatidos.