José de Lola protagonizó el cuarto concierto de la Semana de la Música ‘Grupo Romero Caballero’
El artista, entregado de lleno al público desde el primer minuto de su actuación, ofreció un espectáculo cercano, autobiográfico y muy participativo
Ofreció José de Lola un concierto cercano y participativo en el Cortijo de Ducha durante la noche del pasado jueves. Penúltima sesión de la Semana de la Música ‘Grupo Romero Caballero’. El joven cantante demostró el énfasis de su capacidad de evolución. Quiere hacerse un hueco en el panorama musical español, de modo que se entrega en primer término a la compenetración con su público. Un público que, además, no cesa en demostrar la fidelidad de la constancia. En el Salón Ducha se reunió un amplio número de vecinos de Ubrique. No era para menos. Flamenco intimista con letras que palpitan entre la autobiografía y el descarnado canto a la vida. No evidenció ningún ápice artístico encima de las tablas: José de Lola se quiso patrimonio del auditorio. Y no paró de comunicarse con cuantas personas tocaban las palmas a compás. José de Lola está haciéndose con un nombre en base a la autenticidad de su estilo, a la simpatía de su puesta en escena y a una vocación fuera de toda duda. Algo más de una hora de disfrute, baile en corto y complicidad destiló en el Cortijo de Ducha. Al final del concierto, y por gentileza de Catering Las Vides, se ofreció un aperitivo y un jerez de honor.
El artista, entregado de lleno al público desde el primer minuto de su actuación, ofreció un espectáculo cercano, autobiográfico y muy participativo
Ofreció José de Lola un concierto cercano y participativo en el Cortijo de Ducha durante la noche del pasado jueves. Penúltima sesión de la Semana de la Música ‘Grupo Romero Caballero’. El joven cantante demostró el énfasis de su capacidad de evolución. Quiere hacerse un hueco en el panorama musical español, de modo que se entrega en primer término a la compenetración con su público. Un público que, además, no cesa en demostrar la fidelidad de la constancia. En el Salón Ducha se reunió un amplio número de vecinos de Ubrique. No era para menos. Flamenco intimista con letras que palpitan entre la autobiografía y el descarnado canto a la vida. No evidenció ningún ápice artístico encima de las tablas: José de Lola se quiso patrimonio del auditorio. Y no paró de comunicarse con cuantas personas tocaban las palmas a compás. José de Lola está haciéndose con un nombre en base a la autenticidad de su estilo, a la simpatía de su puesta en escena y a una vocación fuera de toda duda. Algo más de una hora de disfrute, baile en corto y complicidad destiló en el Cortijo de Ducha. Al final del concierto, y por gentileza de Catering Las Vides, se ofreció un aperitivo y un jerez de honor.
