‘XP3D’: pifia, caca malaca, bodrio, detritus


Nada, nada. Pifia, caca malaca, bodrio, detritus. Si el cine español experimental reside en desperdicios de semejante índole, entonces arreando (que es gerundio). Ni siquiera película alimenticia, mire usted. No vamos tampoco a malgastar si quiera medio segundo en su análisis crítico. Por las barbas del difunto Fernán Gómez –un estilista cinematográfico que siempre defendió a ultranza la calidad del producto fílmico- no consiéntanse estrenos de similar catadura. Nuestra industria cinematográfica sale perdiendo a pasos agigantados. El debutante Sergi Vizcaíno no ha dado con la tecla. Por decirlo al amable modo. Que caiga esta pantomima sobre el currículo de Amaia Salamanca –no todo es aceptable en tiempos de crisis-. ¿Cine comercial que pretendió subirse al carro taquillero de ‘Fuga de cerebros’ o ‘Mentiras y gordas’? Pues el tiro por la culata. Un respeto, al menos, para la previsible inteligencia de los espectadores.  Si aparece en las estanterías del videoclub la carátula de ‘XP3D’, hagan fu. Sí, fu, como los gatos.

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