Redacta:
Marco A. Velo
Dos
ponencias, dos enfoques, dos perspectivas mancomunadas, fusionadas, coligadas a
una misma fecha y a una ciudad: Jerez en el año de 1939. La Hermandad de las
Sagradas Cinco Llagas acogió la segunda de las conferencias de su amplio
programa conmemorativo del LXXV Aniversario de la Reorganización. Y lo hizo
desplegando la indagación de la curiosidad: conocer a fondo las personalidades,
los personajes, la sociedad del Jerez que arropó –en contenido y continente- al
hecho histórico, a la iniciativa per se, a la intrahistoria de aquella ciudad
que fue protagonista de la reorganización de esta corporación nazarena con sede
en la iglesia Conventual de San Francisco. A tal fin ocuparon la tribuna de
oradores dos consumados y consagrados especialistas en la materia: los
ilustrísimos señores don Eugenio Vega Geán y don Antonio Mariscal Trujillo, ambos
investigadores de renombrado prestigio y Académicos de Número de la Real
Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras y del Centro de Estudios
Históricos Jerezanos. Como señaló el Hermano Mayor de la cofradía organizadora,
Juan Lupión Villar, en las palabras de presentación, “desglosar el currículum
de ambos oradores nos llevaría horas y horas de exposición”.
Antonio
y Eugenio supieron complementarse en la focalización de una temática que
sustentaron en el subrayado de las personalidades de la época y de la
descripción exhaustiva de la sociedad desde todos sus más descriptivos
parámetros. La ponencia, ilustrada en un brillantísimo trabajo PowerPoint,
satisfizo sobremanera a los muchos cofrades asistentes al acto (entre los que
se incluían Hermanos Mayores de otras cofradías de la ciudad y conocidos
cofrades interesados por la Historia y por el mundo de la investigación).
Mariscal
Trujillo recalcó personalidades como Juan José del Junco: “Uno de los más
destacados personajes de finales de los años 30. Fundador Escuela de Comercio.
Académico Correspondiente de la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz. Juan
José del Junco se vio obligado a aceptar la alcaldía de Jerez por orden de
Gobernación en 1937. Había que aparentar normalidad para ser neutral ante los
bandos enfrentados. Creó la Junta de Caridad, un subsidio de ayuda a las
familias numerosas de empleados, se abrieron bares y se creó el Grupo Franco
-de los mejores proyectos escolares de la época -. En Jerez unas 80 calles y
plazas fueron renovadas. ¿Cómo fue posible todos estos logros en plena Guerra
Civil?”.
Asimismo
destacó a Salvador Díez y Pérez de Muñoz (“a quien nuestra ciudad le debe el
Alcázar. El compró y lo restauró. Compró y restauró los Claustros de Santo
Domingo”). Siguió comentando que en aquellos entonces “abre
su academia de guitarra en la calle Prieta Javier Molina. Considerado el
creador de la escuela guitarrística de Jerez. Y la genial Lola Flores ya
despunta en el año 1939. Nace en aquel año Paco Toro. Y cobra especial
protagonismo la acción benefactora del padre Juan Torres Silva - entonces
tutelada un colegio que estaba dentro del Alcázar-. No olvidó Mariscal la gran
labor en pro de la ciudad de Álvaro Domecq y Díez o cómo el cirujano Fermin
Aranda cumple 50 años de profesión de Medicina. Apostilla que Tomás García-Figueras
recibe el premio Nacional de Literatura y que regresa a Jerez Teodoro Miciano. Igualmente
el Conde de los Andes es nombrado Gobernador Civil en Santander.
Otros
nombres propios salen a colación acompañados siempre de sus correspondientes
fotografías. Así el General Pardo en el día de su boda. El filántropo Francisco
L. Díez y Pérez de Muñoz. O la nombradía de Manuel Esteve Guerrero (“promotor del
Instituto de Enseñanza Media, cronista oficial de la ciudad, director de la
Biblioteca Municipal. También fundador del CEHJ y de la Academia de San
Dionisio”). Fernando de la Cuadra inicia el proyecto de
construir 880 viviendas.
Por
su parte Eugenio Vega dictó cuanto muchos indicaron de lección magistral sobre
la sociedad jerezana de posguerra: “Jerez era una ciudad decimonónica. En el
1939. Una oligarquía endogámica. El gusto inglés se mantenía tal cual había
llegado con la Revolución Industrial. Pocas clases medias pero muy dinámicas.
Tabancos, Feria, toros, el futbol... Nos parecería un Jerez provinciano. Con
escasos alojamientos para los forasteros. El papel tradicional vuelve a la
mujer. Amplias clases bajas. Etapas con muchos huérfanos y muchas viudas. Una
militarización de la vida cotidiana. Un analfabetismo que en el año 1939 era ya
endémico. La principal fuente de riqueza de la ciudad era el jornalero. La
confesionalidad y el laicismo, doble vertiente paradójica”.
A
respecto de la cuestión demográfica, Eugenio Vega explica que Jerez “es ya la
primera ciudad de la provincia de Cádiz. Superando a Cádiz en número de
habitantes. En el año 1939 en Jerez no hay niños porque los hombres están en el
frente. La gente sólo podía utilizar el
sueldo para comer. Las enfermedades. La
tuberculosis. Mucha carestía. En cuanto al urbanismo del 39 es el Jerez del
siglo XIX. Ha crecido muy poco. Se
permitía la autoconstrucción. Y ocupar nuevas bodegas. El tráfico rodado
brillaba por su ausencia. Las corralas, las casas de vecinos. Había carencia
habitacional”.
“En
el aspecto económico –añadió Vega- una élite que controla todo. Amplias bolsas de pobreza. Se doblan los
salarios (1936-1946) pero la carestía se multiplica por cuatro. Estaba Jerez lejos de integrarse en una
economía de mercado. La miseria persistía
porque no se palió de manera conveniente. ¿La situación política?: Pues Jerez
era una ciudad de retaguardia. Cae en poder de los nacionales. Hubo -eso sí -
depuraciones. Y tres alcaldes del 39 al 41: Juan José del Junco, José de
Mora Figueroa y Luis López de Carrizosa.
En el Jerez había choque de ideologías. El año 39 era de extremismos: o
eras de extrema derecha o de extrema izquierda. Existía el caciquismo. El bueno y el malo. El
caciquismo se mantiene como tal. La Iglesia colabora con el Nuevo Régimen. Era
muy fuerte el papel de la bodega”.
Vega
Geán siguió aportando datos: La Iglesia: “Pertenecemos al arzobispado de
Sevilla. El Cardenal Pedro Segura no permitió la conversión del norte del Guadalete
en obispado auxiliar. Franco tiene que maquillar el régimen y deja de ser fascista
para convertirse en nacionalcatolicista… ¿Cómo era la Semana Santa año 1939?
Constituía el gran centro religioso del momento. Es época de proyectos. Nace la
Unión de Hermandades. Cambia completamente su fisonomía. Empieza a haber una
sevillanización de la Semana Santa. Una sevillanización que ocurre porque las
cosas siempre suceden por algo. Porque se da una casuística que así lo
requiere. Lo mejor entonces era Sevilla y los padres de la Semana Santa de
Jerez se fijaron en la mejor Semana Santa. Dejaron entonces de estilarse los
pasos chiquititos. Comienzan a trabajar
en Jerez artesanos sevillanos. Destacan grandes conocedores como Juan de Mata,
Martínez Arce, Juan Pedro Bernal del Blanco. Se edita la revista ‘Semana Mayor’.
La Semana Santa entonces estaba constituida de la siguiente manera: Domingo de
Ramos: Coronación y Angustias. Lunes Santo: Viga. Martes Santo: Los Judíos de
San Mateo. Miércoles Santo: Prendimiento
y Amargura. Jueves Santo: la Esperanza
de la Yedra y el Mayor Dolor. Madrugada:
Santo Crucifijo, Nazareno y Calvario-La Piedad. Y Viernes Santo: Cristo de la
Expiración, Santo Entierro y Soledad”.
Al
término de la exposición ambos ponentes recibieron una enérgica ovación del
público. Merecida en todos los sentidos. La Hermandad de las Cinco Llagas les
obsequió con una reproducción artística del logotipo del LXXV Aniversario de la
Reorganización de la Hermandad realizada por el hermano y afamado orfebre
Miguel Ángel Camas Soto y una posterior cena de atención y agradecimiento.