Sección: La Academia hoy. Diario de Jerez
La Real
Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebra esta tarde noche
una sesión que de alguna manera vuelve a reivindicar la figura y la obra de
quien fuese muy renombrado pintor y académico de ésta de San Dionisio Manuel
Muñoz Cebrián. De manos del Club Filatélico Jerez se presentará un sello
conmemorativo en su memoria. Acto en el que además intervendrán Teresa Cárdenas
Vélez –directora de Comunicación del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio-,
Antonio Reyes Ruiz –profesor de Enseñanza Secundaria- y Francisco Bejarano
Gallego –escritor y académico Supernumerario de esta real corporación
jerezana-. Asimismo, y al término del acto, se inaugurará en la propia sede de
la Academia una exposición con parte de la obra de tan destacado artista.
Muñoz
Cebrián, fallecido en el año 2001, fue un acreditado pintor local, cartelista y
muralista, académico de la de San Dionisio: su obra llena de motivos muy
jerezanos, con figuras de un estilo muy personal, que reflejan un gran dominio
del dibujo, es un deleite para los sentidos por su calidad y expresividad. Según
apunta Bernardo Palomo, “desde muy pequeño este artista local mostró cualidades
para el dibujo. En la droguería de su padre se daban cita, entre otros muchos
artistas de la época, Nicolás Soro, Teodoro Miciano y González Agreda, que
advierten las inmensas posibilidades artísticas de aquel niño de seis años”
En la
Escuela de Artes y Oficios conoce el mundo del grabado y se entusiasma con
la litografía. Miciano le nombra su ayudante y colaborador en la Nueva
Litografía Jerezana, donde adquiere la formación necesaria que le permite a
dominar una de las facetas artísticas en la que más brilló: la de
cartelista. La pintura mural, el retrato, el dibujo publicitario,
etcétera, eran llevados por Muñoz Cebrián hasta sus últimas consecuencias
estéticas. Pero serán los famosos gitanos los que catapultaron al pintor
jerezano a la cima del éxito. Unos gitanos que, todavía hoy, siguen siendo
pieza cotizada por coleccionistas.
Su más
directo discípulo, el recordado José Ramón Fernández Lira
–también destacado académico de San Dionisio-, definió a su maestro como “el
artista del trazo firme y expresivo, la anatomía concreta, con un cuido por la
composición”. Tanto Miciano como Muñoz Cebrián estuvieron siempre más
preocupados por la composición y por el contorno de las figuras que por el
color. Para ellos el color era algo secundario que quedaba compensado con el
realismo del dibujo. Pese a esta aparente despreocupación por el
color, lo que nunca olvidó Muñoz Cebrián fue una serie de recursos técnicos que
tienen su origen en el grabado y en las planchas litográficas. José Ramón
lo trató lo suficiente como para afirmar que Muñoz Cebrián, como buen
cartelista, sabía con qué recursos contaba el dibujante litógrafo, y a partir
de estos conocimientos interpretaba con muy pocas "tintas" su idea.
Sabía distinguir perfectamente un dibujo de un cartel o un cartel de una
ilustración. Se puede decir que Muñoz Cebrián marcó un hito en el mundo
litográfico de su época.
El
investigador jerezano Eduardo Velo comenta en su blog ‘Jerez intramuros’ que
“conocí a don Manuel Muñoz Cebrián en su estudio de la calle Doctor Mercado, en
la encrucijada de unas calles con sabor al viejo Jerez, barrio que él mismo
definía como el Santa Cruz jerezano, recoleto espacio donde daba rienda suelta
a su genialidad, con la luz que penetraba por la ventana y la que se colaba por
la puerta del patio. Allí encendía lápices y pinceles de los que manaban,
con simples y precisos trazos, rostros aflamencados y composiciones
admirables”. El acto de esta tarde noche en la Real Academia de San Dionisio
dará comienzo a las 20.00 horas y el acceso será libre hasta completar aforo.