Miguel
Ángel Borrego protagoniza la primera sesión del recuperado ciclo ‘Jerez siempre’
en la Real Academia de San Dionisio
Tras el tradicional paréntesis de la Semana Santa, la Real
Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras reanudó este pasado martes
su programación del actual curso 2015-2016 con la inauguración del rescatado
ciclo ‘Jerez siempre’. Fue el profesor Miguel Ángel Borrego Soto, destacado
miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, quien dictó la ponencia
titulada ‘Aben Abit, la guerra con Granada y la tregua de Alcalá la Real’. La
presentación corrió a cargo del Académico Numerario Eugenio José Vega Geán. La
sesión académica estuvo presidida por el presidente titular de esta docta
institución cultural jerezana Joaquín Ortiz Tardío.
Eugenio Vega, en sus palabras de introducción curricular
del ponente, subrayó que “no es un formulismo ni una vana receta de cortesía si
expreso que estoy sumamente orgulloso de que mis dos corporaciones, con las que
he tenido personalmente estrecha vinculación, estén hoy renovando, como era
habitual en tiempos pasados, una colaboración necesaria y trascendental para la
cultura de nuestra ciudad. Mi orgullo se duplica si sumamos dos eventualidades:
la vuelta a la programación académica del prestigioso ciclo ‘Jerez siempre’, y
que ese retorno tenga como protagonista de su reapertura a mi admirado y querido
Miguel Ángel Borrego Soto”. Para Vega
Geán, “es un orgullo su vocación de servicio hacia su ciudad natal y su lealtad
como hombre que es de institución”.
Miguel Ángel Borrego Soto
(Jerez de la Frontera, 1970) es Máster en Patrimonio Histórico y Arqueológico y
doctor por la Universidad de Cádiz, y licenciado en Filología Semítica (opción
árabe-islámica) e Hispánica por la Universidad de Granada, donde asimismo cursó
estudios de Arameo, Historia de los Judíos en la Edad Media y Lengua y Literatura
Sefardíes. Actualmente compagina la actividad docente con sus trabajos de
investigación epigráfica, histórica y literaria sobre Jerez y su entorno durante el período de dominación musulmana en la
Península Ibérica. Es socio numerario de la Sociedad Española de Estudios Árabes (SEEA); miembro del grupo de investigación de la Junta de Andalucía, AL-ANDALUS-MAGREB (PAI HUM-385), vinculado a la Universidad de Cadiz y dirigido por
Fernando Nicolás Velázquez Basanta; y miembro de número del Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ).
Destacamos
a continuación una síntesis de su ponencia en la Real Academia de San Dionisio
este pasado martes:
En 1484, el escribano Juan Román de Cuenca (s. XV) redactó, por
encargo del cabildo de la ciudad de Jerez de la Frontera, y con la intención de
que quedara plasmado en el libro de Actas Capitulares, un Memorial de
los hechos de armas protagonizados hasta ese momento por los caballeros
jerezanos contra los musulmanes. El texto, que abarca desde la conquista de la
ciudad hasta el reinado de los Reyes Católicos, afirma que el rey don Alfonso, décimo
deste nonbre, que se llamó el Sabio, ganó a esta çibdad de Xerez […] día
de Sant Dionis, año del nasçimiento de Nuestro Señor Jhesucripto de mill e
dozientos e sesenta e syete años.
Aunque este interesantísimo documento, reproducido por el profesor
Juan Abellán Pérez, presenta errores cronológicos en la narración de los
hechos que llevaron a la toma de Jerez por los cristianos, es el único que
recoge con exactitud la fecha correcta de aquel acontecimiento al que, como
veremos, se llegó varios meses después de la firma del Tratado de Benzaide
(Alcalá la Real, Jaén), en el verano de 1267, que puso fin a la guerra de tres
años que habían mantenido los reinos de Castilla y Granada desde el estallido
de la llamada "revuelta mudéjar", de la primavera de 1264.
Las definitivas conquista y sumisión de la ciudad andalusí de
Jerez (Šarīš Šiḏūna) a la corona de Castilla tuvieron lugar, por
tanto, en la segunda mitad del siglo XIII, pero concretamente el 3 de octubre
de 1267, festividad de San Dionisio Areopagita. Según las fuentes árabes, seis
años antes de este hecho, en octubre de 1261, los cristianos acordaron con el
reyezuelo de Jerez, Abū ʽAmr Ibn Abī Jālid, el Aben Abit de las crónicas
castellanas, dejarlo marchar con su familia a cambio de ocupar su alcázar e
instalar allí una guarnición militar encargada del control político y
administrativo de la población musulmana que permaneció en la ciudad. En agosto
de 1264, tras casi tres años de protectorado castellano, los habitantes de
Šarīš, ayudados por contingentes benimerines llegados ex profeso desde el norte
de África, recuperaron la ciudad para el islam tras pasar a cuchillo al
destacamento cristiano y tomar su alcazaba. Sin embargo, la entrega de
Šarīš y de los castillos y otras poblaciones de su área de influencia fueron
una de las condiciones que Alfonso X y el nazarí Ibn al-Aḥmar (Muḥammad I), por medio de su hijo Muḥammad II, pactaron en el encuentro que ambos tuvieron en Alcalá de
Abenzaide (Alcalá la Real), probablemete en junio de 1267, como colofón a la
guerra iniciada unos años atrás entre Castilla y Granada: la conocida como
"revuelta mudéjar", uno de cuyos focos principales fue Jerez.
Aunque la tradición historiográfica local ha seguido secularmente
la secuencia correcta de estos hechos, las fechas que ha establecido para los
mismos se han tomado de la confusa Crónica de Alfonso X, plagada de errores y
disparates cronológicos, lo que ha provocado que la primera ocupación cristiana
del alcázar jerezano se haya datado generalmente en la era de mill e
dozientos e nouenta e tres annos, es decir, en 1255; el estallido de la
citada revuelta mudéjar en la ciudad en la era de mill e dozientos e
nouenta e nueue annos, que se corresponde con el año 1261 de la
naçençia de Ihesu Christo; y la conquista definitiva de la ciudad, en
la era de mill e trezientos e dos annos, o 1264, tras un cerco de cinco
meses.
Los primeros textos relacionados con la conquista y repoblación de
Jerez y su comarca, de los que conocemos su original o reproducción, están
fechados en noviembre de 1267. Todos ellos contradicen las pruebas que se han
venido esgrimiendo a lo largo de los siglos para justificar la toma de Jerez
por los cristianos en octubre de 1264. Éstas continúan basándose en una serie
de hipotéticos documentos emitidos y dirigidos por Alfonso X a la ciudad, tres
de los cuales se habrían redactado, casualmente, en Jerez el mismo día de su
hipotética conquista, es decir, el 9 de octubre de 1264. Habría que recordar en
este punto que todos los diplomas de ese mes y año fueron escritos en Sevilla,
incluido uno del mismo día 9, en el que Alfonso X concede a los pobladores
cristianos de Almansa, el fuero y franquezas del concejo de Cuenca. A pesar
de esta circunstancia, y de que estos textos nunca han sido transcritos, pues
jamás se redactaron ni, por ende, existieron, la historiografía jerezana los ha
citado secularmente como prueba de la conquista de Jerez en esa fecha concreta.