Abordó 'El gótico mudéjar en Jerez' en la primera sesión de una nueva edición del ciclo ‘Jerez siempre’
La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras
comenzó de manera brillantísima ayer
martes una nueva edición de su tradicional ciclo 'Jerez siempre', en una sesión
que presentó un lleno absoluto de público en la sede social de la docta
institución cultural jerezana. Fernando López Vargas-Machuca, licenciado en
Historia del Arte y miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, dictó
la magistral ponencia titulada 'El gótico mudéjar en Jerez: hacia una nueva
interpretación'. Su presentación corrió a cargo del Académico de Número de esta
Real Academia y coordinador del ciclo Francisco Antonio García Romero. López
Vargas-Machuca demostró con todos los honores ser uno de los máximos expertos y
quizá la voz más autorizada de la materia abordada. Destacamos a continuación
algunas de las ideas que expuso en la tribuna de oradores de la Academia
Jerezana:
- De este modo, Rafael Cómez enmarcó San Dionisio y San
Lucas dentro de las realizaciones del Rey Sabio señalando sus vínculos con
determinadas parroquias cordobesas. Alfonso Jiménez, por el contrario, aseveró
que las realizaciones en las actuales tierras gaditanas en tiempos de Alfonso X
“no pasaron de mediocres arreglos y adaptaciones de edificios anteriores”. El
arqueólogo Basilio Pavón Maldonado subrayó los elementos vinculados al arte
andalusí, encontró significativos paralelismos con el mundo nazarí e interpretó
nuestros más singulares rasgos mudéjares como una evolución de un presunto arte
almohade local particularmente creativo y efectista.
- A lo largo de estas dos últimas décadas la renovación historiográfica ha sido considerable. Se han realizado exhaustivos análisis morfológicos, se han localizado documentos de gran importancia, se han recuperado imprescindibles textos de Hipólito Sancho, se han localizado numerosos restos de pinturas murales y se han realizado restauraciones relevadoras. De este modo, hoy podemos enmarcar las principales realizaciones en un marco cronológico que va desde finales de la decimocuarta centuria hasta los años sesenta del siglo XV; atribuirlas a un taller procedente de Córdoba que ya en aquella ciudad había experimentado una singular fusión entre elementos del gótico castellano y otros de la tradición andalusí; admirar la creatividad que los maestros jerezanos desplegaron añadiendo rasgos aislados del gótico tardío que llegan en fechas más tempranas de lo que se pensaba; sorprendernos por el carácter avanzado, en cierto modo incluso pionero, que presentan determinadas soluciones constructivas de los maestros jerezanos; detectar las presencia de esos maestros en localidades como Sanlúcar, Vejer, Arcos, Lebrija,