Montaña Ramonet, Matías Sánchez y una bomba de oxígeno - Columna de Marco A. Velo en Diario de Jerez




Alfa: Dejó barrocamente escrito Caballero Bonald que "a veces, en el interregno de las afinidades interpuestas, se produce el desorden". Matías Sánchez Fernández, jerezano a carta cabal, hombre de empresa abierta a la modernidad y a la pulsión de la economía social y el modelo mixto, me instaba anteayer al libre albedrío de las amistades electivas. Coincidíamos al unísono. Su don de gentes es una bota de siete leguas en el terreno del liderazgo interpersonal. Matías también entiende que "lo igual con lo igual propende a lo transverso". Mantener una conversación de tú a tú con este ideólogo del marketing institucional supone siempre mano de santo y purga de Benito. Matías escribe a mano: letra inglesa de grafómano años cuarenta. Ama la tinta verde de estilográfica Montblanc. Escribe a destajo al dorso de folios ya usados. Cultiva los tercetos encadenados. Gusta de beber una copa de jerez a las doce y ningún brindis a la una. Repudia a los resentidos por condición. Lee obras de Alain Robbe-Grillet. ¿Rara avis? ¿Ser de lejanías? En sus labios suele mancomunar una hilera vivísima del viejo refranero. ¿Libertad, fraternidad, igualdad? En la sesera de Matías anida una suerte de tumultuaria democracia. Se quiere anónimo de minorías. Huidizo de ramplonerías de red de redes. Su dialéctica juega a la corta driblando cambios de frenada en el toma y daca de una charla que enseguida toma forma de ponencia ilustrada. Pasa de José María Blanco White a Antón Chéjov con una velocidad endiablada. Concibe la literatura como una descodificación de la realidad en la reinterpretación de la retina propia. Para fluctuar el envés de la apariencia… Lanza una carcajada a mandíbula batiente -¿o se trata por el contrario de un lamento maquillado?- cuando se topa de bruces con la fuente de secano de la Plaza del Arenal. El monumento escacharrado por un pintoresco intento de robo. Cosas veredes, querido Matías, de este Jerez tan atípico…
Beta:Jornada de excelencias en los Reales Alcázares de Sevilla. Día del Instituto de las Reales Academias de Andalucía. Frontispicio educacional por doquier. Da gusto departir con tan selecta concurrencia. ¿Verdad que sí, don Benito Valdés Castrillón? ¿Estás conmigo, Manolo Bustos? Gente de mérito curricular. Académicos andaluces arrebujados al estilo poético de Salinas: al improvisado modo. Soberanos representantes del ancho pensamiento (hodierno). Sin trampas ni cartón. Sin matasuegras. Humanidades con hache de Homero. Uno -chi va piano, va lontano- se empequeñece ante tantísima envergadura intelectual. Asistimos, en representación de la Real Academia de San Dionisio, Joaquín Ortiz Tardío -presidente titular-, Juan María Vaca Sánchez del Álamo, Andrés Luis Cañadas Machado, Pilar Chico López, Francisco Garrido Arcas, Antonio Mariscal Trujillo, José Luis Zarzana Palma, Paloma Ruiz Vega y un servidor de usted y de nadie más. Hablamos de la ciudad deBérgamo y de la gastronomía hispalense del Restaurante Robles Placentines. Por descontado de cofradías y de la atemporal Gracia del suelo que pisamos. Zarzana confiesa que "Sevilla es mi bomba de oxígeno". Palmaria definitoria. Se me viene a las mientes el verso de Quevedo: "Si tú me das los pies, te doy yo los ojos". A ras de calle. A ras de vida.
Gamma: Proseguimos en idéntico escenario. Los Alcázares acogen la entrega de la Medalla de Honor del Instituto de Reales Academias de Andalucía a favor del ilustrísimo académico José María Montaña Ramonet. Currículo inabarcable como la cúspide de su (ondosa) modestia. Entrado en edad y en expansiva sabiduría: "Arma de otro gran capitán, abra páginas por vencellas". Montaña Ramonet de sopetón sentencia un aserto proverbial: "El saber no consiste en saber sino en saber quién sabe… para recurrir a él o a ellos". Ahí es nada el pleno al quince. Franciscana declaración de principios. Postulado en arabescos para soberbios hirsutos. Recordé al punto los versos de Manuel Machado: "Ésta es mi cara y ésta es mi alma: leed:/unos ojos de hastío y una boca de sed".

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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