“Tenemos un vino que durante siglos ha estado en la mesa de los reyes y en los altares”



Entrevista con José Luis Jiménez, investigador y divulgador de la cultura del vino

“Me sorprende que la Fundación Caballero Bonald no haya organizado aún un congreso sobre literatura y vino”

MAV – MIRA 

José Luis Jiménez García -académico, cinéfilo, escritor- posee todas las más virtuosas cualidades del investigador de fondo: constante, curioso, pulcro en el dato, riguroso en la fuente, reflexivo con conocimiento de causa. Es uno de los más pujantes y valorados investigadores y divulgadores de la cultura del vino. Y del vino de Jerez siempre en el primer escalafón de sus prelaciones. Ha visitado las instalaciones de Mira Jerez para confesarse abiertamente.

- ¿Cómo nace su afición -que en puridad es (rendida) devoción- por la cultura del vino de Jerez?
- La búsqueda del jerez en el cine me llevó a buscar las referencias en la literatura, de ahí a otros campos. Y también porque había muy poco estudiado sobre ese aspecto, el del jerez en la cultura, su proyección a lo largo de la historia en los últimos 500 años. Pocos se han interesado por investigar esa parcela de nuestros vinos con fama internacional.

- ¿Cree que el vino de esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad está experimentando un nuevo resurgimiento o por el contrario atraviesa -en su divulgación nacional e internacional- una época de cierta decaída?
- Creo que hay un interés renovado por el jerez. Las nuevas generaciones se acercan a él, ya no hay tanto rechazo al relacionarlo con un tipo de consumo decadente. En Inglaterra existe el tópico de ser un vino de abuelita (grany), algo nostálgico que se consumía, sobre todo en Navidad. Pero consideremos que el jerez era el vino de los jóvenes artistas  y la nobleza en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Recordemos a Shakespeare o Byron, por ejemplo. Incluso en nuestro país no era fácil encontrar jerez más allá de la provincia de Cádiz, y en  Sevilla manzanilla. Algo en capitales importantes y nada más. En Japón hay dos Sherry bar con record Guinness por tener la mayor cantidad de marcas de jerez que solicite el consumidor. Eso no lo hemos conseguido aquí. Nos falta formación, tratarlo con respeto como un producto de calidad, algo que desde la segunda mitad del siglo XX habíamos considerado poco. El Consejo Regulador, el primero de España, se crea a principios de los años 30 del siglo XX para luchar por una mejor calidad desde el origen y  contra las imitaciones. Es el vino más imitado. Por algo será. Pero debemos aprovechar este tirón, que incluye la gastronomía, para reforzar este momento positivo.  No la tenemos todavía toda con nosotros. Salir de pronto del  túnel oscuro nos puede deslumbrar.

- Álvaro Domecq nos comentaba no ha mucho que desgraciadamente desconocemos la calidad y la riqueza de nuestros vinos. Que a todas luces no somos conscientes de la grandeza y de la excelencia de este producto único. Dicho más  castizamente: que no sabemos lo que tenemos. ¿A qué  cree que es debido? ¿Estamos sabiendo vender lo nuestro? ¿Defenderlo con uñas y dientes?
- Sí, y dicho con conocimiento de causa por una persona que se ha criado entre botas (y caballos). Tenemos un vino que durante siglos ha estado en la mesa de lo reyes y en los altares (regum mensis arisquue deorum). Pero me sigue sorprendiendo el poco aprecio que nosotros mismos le tenemos, tanto el que lo produce como el que lo consume (salvo excepciones) Y eso se ve en el poco interés por el patrimonio cultural que ha generado esta actividad a lo largo de los tiempos: bodegas históricas destruidas, archivos perdidos, pocos historiadores interesados por estudiarlo, sin museo del vino, etc, etc. Por ejemplo, en Briones (La Rioja,), la fundación Vivanco, una familia bodeguera, ha creado hace unos veinte años el mejor museo de la cultura del vino del mundo. Me sorprende que la Fundación Caballero Bonald no haya organizado aún un congreso sobre vino y literatura. Tenemos que seguir insistiendo para que las futuras generaciones aprecien este vino, con un consumo equilibrado.

- Lleva usted muchos años investigando a fondo y publicando por suelto aspectos culturas, históricos  e intrahistóricos de la presencia del vino de Jerez en la cultura tanto local como universal. ¿Veremos algún  día  está obra compilada en la edición de un libro? ¿O de varios diferentes? 
- En ello estoy, y tratando de buscar “padrino” a la criatura. Lo dicho, hay poco interés por acercarse a la historia cultural del jerez, y no es fácil sacar adelante un proyecto de este tipo. Un trabajo de romántico que me ha llevado treinta años de arduo trabajo de búsqueda, a veces con obstáculos y la incomprensión de algunos.

- ¿Qué otro vino, salvo el champagne, tiene tanta presencia en el cine, o incluso en series de TV?
- Desde hace un par de años mantengo en Diario de Jerez una sección llamada El rebusco, pero anteriormente había colaborado con artículos periódicos. Esto me obliga a poner en orden mi documentación, y a la vez crear un interés por mis investigaciones. Una forma de “marketing” para mostrar que tenemos un gran bagaje y experiencia. Mi proyecto de Sherry goes to the cinema sigue en pie y, con la ayuda de muchos amigos, ampliándose. No es fácil, pero éste puede ser un buen momento,  las sensibilidades son ahora más favorables para llevarlo a buen puerto.

- También usted divulga la cultura del vino a partir del dictado de numerosas ponencias en diferentes ciudades españolas aunque también en el extranjero, ¿no es así?
- Recientemente he estado en Oporto, participado en el II Congreso Internacional de la vid y el vino que ha organizado la Asociación portuguesa de historiadores de la vid y el vino, a la que pertenezco. Presenté un trabajo sobre el uso y el consumo del jerez en la obra de Agatha Christie, un tema que no se había estudiado, y que forma parte de un trabajo más amplio del jerez en la literatura. Ahora estoy con los escritores españoles del XIX y principios del XX. Ya escribí sobre Galdós y el jerez, pero Armando Palacio Valdés, Pardo Bazán o Pío Baroja son una cantera increíble. El año pasado impartí en la universidad japonesa de Matsumoto una conferencia-cata sobre el jerez en la cultura de aquel país. Evento que repetiré este año en otra universidad del Japón, acompañado de mi pareja Tomoko Kimura, una experta en vinos. Y en el 2009 tuve la satisfacción de ser invitado por la Universidad de Vilanova (Filadelfia), para hablar del antes y el después del barril de amontillado de Poe. También he participado en las dos últimas ediciones del Most Festival, en Cataluña, con los documentales ‘El misterio del Palo Cortado’  y ‘Los ingleses y el jerez’, en ambos he tomado parte activa en la producción. También he conseguido que algunas calles de Jerez tengan nombres de escritores que ensalzaron el jerez, como Edgar Allan Poe, Shakespeare, Charles Dickens o Ben Jonson. Y desde hace doce años mantenemos el homenaje  a Shakespeare junto a su monumento.

- ¿Qué desearía añadir?
- Por una parte, alegrarme porque cada vez hay más gente, y jóvenes,  interesada por la cultura del vino en general, y de los vinos del Marco en particular. Por otra, mostrar mi preocupación por la dejadez y el poco interés que muestran ciertos responsables políticos, y representantes de instituciones y empresas del sector, por la historia cultural de los vinos de la tierra, su patrimonio.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL