La Virgen de la Amargura luce de riguroso luto a pie de la capilla ardiente
MAV – MIRA
Durante toda la jornada tanto del miércoles 11 como durante la mañana de este jueves 12 del corriente mes de abril cientos de jerezanos han acudido a la capilla ardiente del párroco emérito de los Descalzos Francisco García de Villegas para así decir el último adiós -siempre penúltimo para los creyentes- a quien dedicara cincuenta años de su vida pastoral a esta parroquia que, a su recaudo, nació allá por el año 1962.
Mayormente a lo largo de la tarde del miércoles 11 las aglomeraciones no se hicieron esperar a las puertas del templo de la calle Medina. Sobre todo muchísimos feligreses y cofrades tanto de la Hermandad de la Amargura como de la también céntrica de Las Angustias, como así miembros de otras cofradías, ex Hermanos Mayores y representantes de distintos sectores de la sociedad jerezana.
Precisamente fue muy comentaba -y exaltada- la iniciativa de los hermanos de la Hermandad de la Amargura, con sede canónica en la propia sede de los Descalzos. Al conocerse la noticia del fallecimiento de tan querido sacerdote e histórico director espiritual de la corporación nazarena del Miércoles Santo jerezano, la mayordomía de la Hermandad puso manos a la obra, y en un guiño de fraternidad y reconocimiento, no sólo vistieron con exquisitez a su Amantísima Titular de riguroso luto sino que además la bajaron a ras de la capilla ardiente del padre García de Villegas.
Los comentarios entre jerezanos coincidían en el énfasis vocacional del padre Francisco para con su capacidad de ayuda a los demás, en la entrega incondicional hacia todo cuanto precisara la parroquia, en cómo afrontó los últimos meses de su enfermedad y en la profunda devoción que sentía por María Santísima de la Amargura. Jerez ha despedido con todos los honores a uno de sus sacerdotes más queridos. Su huella quedará marcada por siempre en todos cuantos conocieron a Francisco García de Villegas, el cura de los Descalzos.
