"Un país que funciona es un país donde la escuela funciona". Una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo, Esade, está liderando el cambio de paradigma de la educación postcovid, uno de los grandes retos de las sociedades actuales. ¿Cómo lo está haciendo y cómo lo está comunicando? María Díaz, directora de Comunicación y de Relaciones Institucionales de Esade, responde a Dircom Catalunya.
Empieza un nuevo curso, el primero completo después del estallido de la pandemia. ¿Cómo se presenta esta nueva etapa?
Se presenta con la ilusión de todos los inicios de curso académico. Los estudiantes de todos los rincones del mundo vienen con algo más de tensión e incertidumbre este año. En el área de comunicación, con energías renovadas y siendo muy conscientes que el esfuerzo extraordinario hecho los últimos meses por nuestro departamento de comunicación y el de todas las organizaciones hay que mantenerlo. La situación nos obliga a vivir el día a día y a convivir con la incertidumbre. Y esto se combate con los deberes bien hechos, con una conversación muy fluida que nos permita interaccionar con nuestra comunidad. Por no saber qué nos va a deparar el virus no puede ser que nos quedemos callados. Desde el punto de vista de la comunicación sería muy cuestionable y contraproducente con lo que hemos hecho hasta ahora. Las aulas, también las universitarias y de los cursos de alta dirección, han quedado trastocadas con la aparición del virus.
¿Cómo ha trabajado Esade para retomar el curso con la máxima normalidad posible?
Por un lado están todos los protocoles de seguridad sanitarios. Por otro lado nos hemos centrado en dos ejes, en la experiencia educativa, y en adaptar nuestro modelo pedagógico a la formación híbrida. Tenemos un centro de innovación educativa que ha revisado asignaturas, tipología de exámenes, procesos, las aulas y su tecnología…
¿Hasta qué punto habéis acelerado la transformación digital?
El acelerón ha sido brutal. Pero la transformación digital no puede haber comenzado en confinamiento. Nosotros apostábamos por la educación digital y teníamos muchos programas 100% telemáticos o híbridos. Nuestros profesores estaban ya habituados a ese entorno digital. El confinamiento nos ha dado un acelerón de Ferrari y nos ha permitido testar el aprendizaje digital en todos los alumnos ya sean universitarios o directivos. Y nos ha permitido medir resultados de aprendizaje porque hemos tenido que evaluar a nuestros alumnos y comparar los presenciales con los telemáticos. Es la compensación que nos ha traído la pandemia si es que hay algo que pueda compensar esta gran crisis sanitaria.
¿Cómo se comunica internamente este cambio profundo en los procesos y en la forma de atender al alumnado?
Yo pienso que se tiene que comunicar como se debería comunicar siempre. Lo tiene que hacer un especialista y teniendo en cuenta determinadas soft skills. No todo el mundo vale para comunicar. En tiempos de crisis la comunicación tiene que ser de impacto. El relato, el storytelling, no puede contarse ahora si no es desde la realidad.
Desde los alumnos, sus familias, los directivos de las empresas… Para eso tenemos que escuchar mucho y tener empatía, honestidad y credibilidad. Es momento de
alejarnos de la ficción en nuestras campañas de comunicación interna y externa y no escribir grandes guiones publicitarios, sino contar cosas desde los hechos reales.
Una cosa que hicimos en los primeros meses del confinamiento son townhalls semanales telemáticos. El director general, Koldo Echebarría, se encontraba con toda
la plantilla, con profesorado y con alumnos. Y como queríamos una comunicación bidireccional lanzamos una plataforma de preguntas y lo hicimos de forma que los
trabajadores pudieran hablar de forma anónima. Cada semana hablaba algún otro responsable de Esade para complementarlo. Y ha sido buenísimo porque ha rebajado
muchísima tensión, porque la gente trabajando en su casa tenía muchas incertidumbres… Y a nivel externo, hemos hecho, a través de la plataforma Stay connected, webinars con expertos en diferentes materias. Hemos hablado sobre temas desde la felicidad hasta la colaboración pública y privada, ahí ha entrado prácticamente todo.