Fluye

Una amistad relativizada de impulsos es una amistad tendente al fracaso. Al ocaso. A la cesación. Cuanto menos la tipología de amistad que yo defiendo a ultranza. Las restantes relaciones son aproximaciones a la amistad, pero no una amistad en toda regla. Sé que no estoy en el derecho de exigir taxativamente nada. Pero sí estoy en el uso de mi prerrogativa de desear los más encendidos triunfos, sosiegos, libertades y paz para quien ahora lea esta columnita. Es mi encendido deseo veraniego. Haz siempre lo que te venga en gana. Déjate llevar, compórtate según tú, manifiéstate, huye de las anacronías, búscate en la pulpa de tu felicidad. Camina hacia ella con decisión. No pulimentes la trascendencia de tus expresiones. Sintoniza como gustes. Fluye, fluye, fluye. Fluye, comenta, rompe amarras, avanza, mézclate, busca, rebusca. ¿No trasvasaba ésta la máxima de la libertad, el rompimiento de parapetos, el pistoletazo de salida de una filosofía vital capaz de sonreír a la autenticidad de nuestra existencia? ¿Control de los impulsos? Públicamente quizá convengamos cierta conveniencia. Pero… ¿en el santuario de la franqueza de los peldaños de la confianza que nos une a través del papel prensa? Nunca nos hemos de avergonzar de contarnos percepciones incluso extrañezas que graviten por nuestra cabeza. La vida va azotando a las personas con un sinfín de contrariedades, de evoluciones y de involuciones que nos confunden y nos aturden. Los tramos de nuestro propio desarrollo psicológico pasean por reflexiones de muy diversa índole. Cuajadas de confusiones o de pletóricas alegrías. El valor de la amistad siempre se mide por el baremo de la ayuda, de la comprensión, del diálogo, del respaldo, del apoyo, de la paciencia, del beneficio de la duda, del sortilegio de la lealtad, del poder omnímodo del cariño, de la fidelidad a una identidad. ¿Para qué guardarnos en las alacenas del desconcierto los impulsos que nacen en el portal de la franqueza? ¿Por qué guarecernos, atrincherarnos, minusvalorarnos? El camino de la alegría es el sendero de la libertad interior.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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