Entrevista Javier Lucena Ortega – Médico

“El accidente de tráfico es uno de los peores males del siglo XXI”

Amable, coloquial, dialogante. Javier Lucena es un médico a la antigua usanza en el trato cordialísimo -casi familiar- con sus pacientes y un doctor a la nueva hornada porque, adaptado a la vigencia de la progresía, continúa su formación interesándose por todos los avances propios de su ramo. Un profesional moderno que nos ofrece, por su rigor y por sus conocimientos, todas las garantías posibles. Para el ejercicio de su trabajo sostiene como divisa la ética humana. Un talante que, a tenor de los tiempos que corren, no es peccata minuta.
- La Real Academia de San Dionisio ha ofrecido este curso una nueva sesión de su ciclo Medicina y Sociedad cuyos ponentes -prestigiosos y prestigiados médicos de diferentes centros sanitarios de la ciudad- han desvelado -granulada y gradualmente-los así llamados males o epidemias del siglo XXI. El tabaquismo, el Alzheimer, la obesidad o la osteoporosis. ¿Añadiría usted alguna más a este clarividente (y no por ello menos preocupante) censo de males nada sagrados de nuestros días?
- Añadiría la hipertensión, el exceso de colesterol y sobre todo la diabetes (cada vez más frecuente) entre las enfermedades orgánicas. Por otro lado las enfermedades del ánimo y el stress también son cada día más frecuentes. Y no nos podemos olvidar de algo que, sin ser exactamente una enfermedad, es causa de un inmenso número de muertes, enfermedades e invalideces. Me refiero a los accidentes de tráfico.…
- ¿Cuáles son las enfermedades con las que se enfrenta cotidianamente un médico de cabecera como Javier Lucena?
- Todas las citadas anteriormente junto con las infecciosas (sobre todo de aparato respiratorio) y las de aparato locomotor (artrosis, artritis, musculares…).
- Hay quien asegura que los médicos de cabecera, hoy por hoy, inclusive están sustituyendo a los psicólogos y psiquiatras según la demanda de las propias familias que encuentran en ellos un referente de confianza para todo cuanto concierne a la prole. ¿Qué opina usted al respecto?
- Es así. El médico de Atención Primaria es la puerta de entrada al sistema sanitario y por lo general conoce a la mayoría de los pacientes de su cupo. Y no sólo a ellos sino a su entorno (pareja, familia, trabajo…) y por tanto, además de la labor asistencial, actuamos como consejero, orientador, psicólogo, confesor, educador sexual y de relaciones de pareja o familiares…
- La sociedad que nos envuelve, los sistemas de consumo, las redes de prejuicios que atenazan a todo bicho viviente, las exigencias económicas del siglo XXI, el pánico al fracaso… ¿Exige toda esta amalgama de opresiones y de atenuantes la aparición -¿irremediable?- del estrés como calcomanía física, como zarandeo biológico de esa mal denominada progresía humana?
- Vivimos en un mundo avanzado y con gran desarrollo tecnológico pero en el que el individuo se encuentra sólo, con pocas relaciones humanas y sometido a tensiones continuas (stress), y por ello, como decíamos antes, cada vez hay más problemas de inadaptación y aislamiento que se materializan en depresiones, ansiedad y distintas alteraciones del comportamiento y el ánimo.
- Las últimas estadísticas especializadas han demostrado el alto índice de afluencia y confluencia de niños a las consultas médicas. ¿En qué están fallando los padres ante tan desmedida desatención del lógico crecimiento natural de los más pequeños? ¿En la alimentación quizás? ¿En otra serie de descuidos?
- Hay una contradicción pues por un lado cada vez somos más hiperprotectores con los hijos y acudimos a la consulta o a las urgencias ante pequeñas alteraciones normales de la infancia, y por otro lado descuidamos la alimentación equilibrada del menor, o no nos percatamos de que son fumadores pasivos de sus propios padres, o descuidamos su correcto descanso, su actividad física...etc. En cualquier caso falla la educación sanitaria y eso creo que es culpa de todos (Administración, médicos, profesores, padres…).
- Definitivamente, doctor Lucena, ¿mens sana in corpore sano? ¿Qué proporcionalidad estima usted en los vasos comunicantes del necesario equilibrio entre la mente y el cuerpo?
- Mente y cuerpo forman un todo y el perfecto equilibrio de ambos es la salud. Sin embargo destacaría el papel de la mente. Un cuerpo sano con una mente alterada será pasto de las enfermedades psíquicas (que ya hemos señalado cómo cada vez aparecen más) En cambio, a veces, un cuerpo enfermo con una actitud positiva mental, puede llegar a recuperarse (no hay mayor enfermo que el que quiere estar enfermo).
- ¿Qué parecer le merece esa afición (atrevidísima) tan en boga como la automedicación?
- Evidentemente no lo recomiendo pues hay que tener en cuenta que todos somos distintos (edad, sexo, peso, alergias, antecedentes familiares…) y no a todos nos vale lo mismo, y eso sólo lo puede saber tu médico. Otra cosa es una correcta educación sanitaria que nos permita resolver pequeñas alteraciones.
- Recétenos, periodísticamente hablando, cuatro o cinco recetas (a la manera de consejos prácticos) para combatir las calores de este incisivo verano 2008.
- Insistimos una vez más en una correcta hidratación. Sobre todo de nuestros mayores (que tienen, fisiológicamente, menos sed) y nuestros niños. Evitar la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día, y en cualquier caso, protegernos (gorros, gafas homologadas, protectores solares con factor de protección por encima de 15, ropas claras y holgadas…) Los paseos son muy saludables pero a primeras horas de la mañana o a últimas de la tarde. Lo mismo el deporte. Hacer comidas poco copiosas y sustituirlas por ensaladas, gazpacho y frutas…

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