Entrevista que he publicado hace días en el periódico La Voz (La Voz de Cádiz y La Voz de Jerez)

Manuel Fernández García-Figueras: “Elegancia, señorío y buena acogida son los valores genuinos del jerezano”

Manuel Fernández García-Figueras es el alma máter de la Asociación Jerezanos de la Diáspora, su médula y su centro de gravedad. El causante de la demografía provista de apellidos reconocibles que cada año, a mediados de diciembre, suena a un Jerez ahora coloreado por los fotogramas de la memoria. Presidente de la Junta Directiva por méritos propios. Un órgano rector integrado además por Patricio Pemán Medina (vicepresidente/secretario y los vocales Salvador Rivero Segovia, Juan Román Cubillo, Jaime Bohórquez Crespi de Valladaura, Miguel Primo de Rivera Oriol y Beltrán Domecq Barcaiztegui…
- ¿Cómo nace la idea de organizar Jerezanos de la Diáspora? ¿Con qué fines? ¿De quién parte la idea primigenia?
- En los años 1974 y 1975 Miguel García de Luján, entonces Delegado de los Exportadores de Jerez, convocó una serie de encuentros entre jerezanos residentes en Madrid que servían para hablar de nuestra tierra, para comentar las noticias jerezanas y par hacernos más agradable –aún- la hospitalidad que siempre nos ofreció Madrid. En una de aquellas reuniones Miguel propuso el organizarnos en grupo con el nombre de Jerezanos de la Diáspora y desde entonces se puso en marcha el proyecto que felizmente es hoy una realidad.
- ¿Quiénes forman o pueden formar parte –stricto sensu- de esta asociación?
- En aquellos años iniciales éramos 20 ó 25 los componentes del grupo. Fuimos creciendo y el año 2000 nos constituimos en Asociación que está oficialmente registrada en el Ministerio del Interior, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Jerez. Somos más de 500 socios, la gran mayoría jerezanos, pero la Diáspora acoge también a todos aquellos que, por su familia, sus relaciones profesionales o simplemente su talante sentimental, se encuentran vinculados a Jerez.
- ¿Cuáles son vuestras principales convocatorias y actividades?
- Nuestro principal acontecimiento cada año es la celebración de la Asamblea que –desde el principio- se llamó Berza de Navidad porque la hacemos en la segunda quincena de diciembre. Este año es la XXXIII edición y la asistencia de socios es cada vez más numerosa. También organizamos en marzo el Pregón de la Primavera de Jerez y a lo largo del año se producen encuentros espontáneos con motivo de Fitur, visita del Xerez CD a equipos madrileños, toros (antes Paula, ahora Padilla). Todo lo que esté relacionado con Jerez en Madrid constituye nuestra actividad central. Últimamente seguimos los éxitos de nuestro tenor Ismael Jordi.
- ¿Cómo calificaría el ambiente reinante, cada mes de diciembre, en la ya popular berza celebrada e incluso concelebrada en Madrid?
- Es una gozosa realidad reunirnos ese día unas 150 personas para acercarnos simbólicamente desde la Cibeles a la Plaza del Arenal. Como muy bien la definió Alejandro Daroca, es una cita para el abrazo, el encuentro, la copa, la recuperación de viejas amistades y, me atrevo a añadir, para cargar las pilas de la jerezanía.
- ¿Os regís por estatutos o por alguna clase de ordenanza de régimen interno?
- Tenemos los Estatutos propios de la Asociación pero la verdad es que, en la práctica, no lo necesitamos. Nuestras reuniones están basadas en la alegría, el optimismo y la satisfacción de todos los que asisten.
- ¿La diáspora fortalece una visión más objetiva y quizá más nostálgicamente romántica de la ciudad de Jerez?
- Efectivamente, Jerez se ve desde fuera con más objetividad y nos parece una ciudad más perfecta, más idealizada. No cabe duda que influye también esa nostalgia romántica a la que tan propensos somos los jerezanos y que nos hace ocultar los defectos de nuestro pueblo cuando estamos lejos del Gallo Azul.
- ¿En qué ha cambiado Jerez durante los últimos treinta años?
- Sin duda ninguna, Jerez ha cambiado mucho en esos años. Naturalmente los cambios tienen luces y sombras. Como cosas positivas, Jerez es una ciudad más abierta, más participativa y con una expansión organizada y bien mantenida. Asimismo hay aspectos negativos como, por ejemplo, la pérdida de influencia del sector bodeguero en la economía jerezana y el aumento del paro. Desde la Diáspora hacemos un balance general positivo.
- Sin duda de ninguna clase propugnáis la exaltación de un espíritu puro de jerezanía. ¿En qué valores ha de sustentarte la idiosincrasia del jerezano? ¿Qué valores genuinos constituyen –por tradición, por temperamento, por identidad- nuestra manera de ser?
- Nuestro paisano Caballero Bonald escribió el Pórtico para una edición de la Guía de la Diáspora y decía que el jerezano se considera portavoz de un privilegio que debe compartir con los demás y está seguro de que eso de ser un jerezano supone un mérito muy especial. Siendo esto una descripción literaria que puede parecer exagerada, la idiosincrasia del jerezano coincide mucho con esta definición y hay que reconocer que no siempre es bien interpretada o comprendida desde fuera. Como valores genuinos destacaría la elegancia, el señorío y la buena acogida. Por contra, me gustaría que fuésemos menos apáticos y más solidarios, teniendo siempre muy presente que el escudo de Jerez menciona la nobleza y la lealtad.
- Hagamos un lícito ejercicio de memoria, un acto de justicia en el tiempo, para rescatar algunos nombres propios –ya hoy fallecidos- que en su día también formaron parte de la diáspora jerezana. ¿Qué listado de hombres –hijos de esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad- igualmente experimentaron el ínterin o la permanencia del asentamiento laboral allende nuestras fronteras? ¿Qué jerezanos ilustres pertenecientes a generaciones anteriores a la suya igualmente asentaron su cotidianidad lejos de Jerez? Hagámosles –ipso facto- el oportuno homenaje de su recuerdo.
- Me parece muy indicado y de justicia tener un recuerdo muy especial para los miembros de la Diáspora –hoy fallecidos- que nos marcaron el camino a los que hemos ido llegando a Madrid con posterioridad. Todos los años, antes de la Asamblea, aplicamos una Misa por ellos. Aún a riesgo (tan involuntario como imperdonable) de olvidar algunos nombres, el listado podría ser: Manuel de la Quintana, Vicente Bobadilla, Manuel Lora Tamayo, Hermanos Timermans Díaz, Sancho Dávila, Manuel Viola, José Mariano López-Cepero, Jesús y Miguel Palacios Muñoz- Seca, José González de la Peña, José González Orihuela, Eduardo Delage, Rafael Pantoja, Juan Romero Romero, Bartolomé Lora Lara, Eloy Estévez, Pepe Márquez, Juan Gutiérrez Montiel, Pepe Rodríguez (nuestro entrañable “fotógrafo de cámara” durante las treinta primeras ediciones de la Berza).

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL