Editorial del espacio radiofónico Café de París – Viernes 16 enero 2009Estimados oyentes de COPE Jerez: No hay mal que por bien no venga. Apuntan los titulares del papel prensa dos supuestas nefastas y nefandas noticias para el cine español. La primera: Ni Penélope Cruz ni Javier Bardem han conseguido ningún premio de los renombrados Globos de Oro. La segunda: la película Los girasoles ciegos ha sido eliminada por la Academia de Hollywood como filme de habla no inglesa candidata a los Óscars.
Seamos –de una vez por todas- tan justos como políticamente incorrectos. Y utilizo el término “políticamente” porque precisamente a semejante servidumbre, a la de la política de siglas y de siglos, viene rindiendo pleitesía la hueste oficial de nuestro cine hispano de un no lejano tiempo a esta parte.
Este aparente varapalo brindado –que no blindado- por las Américas a nuestros candidatos nos viene como agua de mayo. Como lección necesaria. Como parábola conclusa. Porque ya está bien de sobredimensionar a determinados actores por el simple hecho de formar parte de los intereses creados, de las cuitas maquilladas, de los tejemanejes discutiblemente progresistas del negligente aprovechamiento de la pantalla grande.
El cine español está abanderado por unos ídolos de barro con lentejuelas de glamour. Y ni Penélope Cruz encarna a las más notables actrices de nuestros escenarios ni Javier Barbem lidera las primeras posiciones de un liderazgo artístico fuera de competencias, comparaciones y parangones.
Otros cantares y otras cantinelas serán los estudiados y subrepticios movimientos estratégicos que ambos dos perpetran como método de marketing y publicidad personalista. No confundamos el atún con el betún ni la gimnasia con la magnesia. Indaguemos en otros héroes de los fotogramas, en otros profesionales del arte dramático, en otras guapas y en otros cómicos. Precisamente en aquellos que no se suman al carro oportunista del cartel del “No a la guerra”
