No me la pierdo

No me negarán que la foto ilustradora del post precedente no tiene ángel. Y nunca mejor asentada la definición de ángel. Los matices de nuestra bendita tierra, la andaluza, destella pinceladas como un niño celestial llorando a los pies, a las plantas, a los faldones de un Cristo muerto. Así somos los nacidos en la patria de Blas Infante. O de Rafael de León. O de Paco Alba. O de José María Pemán. O de Lola Flores. Abro, sin embargo, esta matutina ventana cibernética para anunciaros mi irrenunciable e impostergable visita cinematográfica. Llega a nuestras carteleras una película por mí de veras esperada: Revolutionary Road. Este fin de semana me entrego al recaudo de su férula argumental. Sin mayores postergaciones inexcusables. Siempre he admitido mi debilidad por Kate Winslet. Se me antoja una actriz capaz de crear jubilosa afición entre los parroquianos cinéfilos. La recupero en cintas como Holy smoke, Quills, Descubriendo Nunca Jamás, Iris, The Holiday o Juegos Secretos y las alabanzas se suceden en eslabones de admiración. Omito, por manido, su debut protagónico en Titanic. Ya está prácticamente todo dicho a este respecto. En Revolutionary Road vuelve a compartir escena con Leonardo DiCaprio. A la mayor brevedad posible asentaré en este blog mi crítica. La mecha de las expectativas arde alumbrando las candilejas del séptimo arte…

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL