Una fotografía de Margaux

Quedo atónito ante una vieja fotografía de Margaux Hemingway, aquella belleza marchita reducida a la nada. Aquella beldad traducida luego en tragedia. Quedo atónito ante una vieja fotografía de Margaux Hemingway y descubro que sus ojos son un claroscuro de luces y sombras que distraídamente pululan entre el triunfo y la claudicación, entre lo clásico y lo bárbaro. Siento que su ventura es la desventura de la ofuscación errática. El irracional desatino de la personalización que odia. Está ella omnipresente, aquí y allí, en todas partes, viva y resbaladiza, tornadiza, voluble. Con su muerte nadie contaba. De ahí que su cadáver nos parezca remoto en la lejana cercanía, esclarecido de antiguas riquezas, opulento de acechadoras miserias. Y duerme a ratos, temblando de cuando en vez para romper a llorar en su opaca tristeza, en una incongruente duermevela de eternos huideros mortíferos. ¿Por qué los hados maléficos vinieron a encarnizarse otra vez con el alcohol, la bulimia, las neurosis homicidas? ¿A santo de qué tan imprevisible escapada del mundo de los vivos?

Margaux se arropó en la abstracta trinchera de lo absurdo pero la ventolera de los años la arrastró irremisiblemente hacia la entelequia, hacia el derrocamiento. Conocemos que besó la gloria, aunque en la mejilla del intento baldío. Conocemos que estuvo a punto de tocar el cielo con la mano pero alguien, inmerso en truculentas marrullerías, jugándose además el todo por el todo, logró quitarle la tierra bajo los pies para lisonjearse frente al consiguiente batacazo. Margaux o Margot posiblemente claudicara en el eterno dilema del ser o no ser. Ser o no ser el fantasma que vagó y divagó dentro de sus propias imaginaciones. Ser o no ser eterna guapeza de una modelo efímera, ser o no ser efímera guapeza de una modelo eterna, ser dueña de ella misma. Esta fotografía descubre al yo desconocido de las tinieblas, el alcantarillado de las cicatrices sangrantes. Esta fotografía me recuerda que la muerte sobreviene cada vez que apelamos a su crepuscular evocación. A su magulladura de suicidios con perfumes de mujer.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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