La muerte, una entelequia de la sinrazón

La muerte es un delirio de la razón. Una entelequia de la sinrazón. Un ataque a quemarropa con aliento fétido. El galimatías de la cordura. Un retrato sin pincel. El surrealismo de trazo siempre endrino. Me disponía a redactar la frugal necrológica de Mari Trini cuando, en el repente de la sobreabundancia de lo imprevisto, aflora el fallecimiento de Corín Tellado. Me planteaba adelantar el obituario de Corín Tellado cuando, inopinadamente, leo y releo –porque no doy crédito- el adiós repentino, precoz, tempranero del compañero de Canal Sur en Jerez Juan Andrés García. Apenas 45 años, casado y con dos hijas. Periodista joven, comprometido con los valores (idílicos) de la profesión, tenaz, coloquial, jovial. A veces subvertimos las prelaciones de la vida: relegamos las esencias fundamentales de nuestra relación con los demás en beneficio de lo burdamente superficial. Y nos equivocamos de cabo a rabo, de parte a parte, de todas a todas. Nuestra existencia únicamente se conjuga en las tentativas del presente. Mañana puede ser tarde para demasiadas iniciativas ya nunca fraguadas. Los años nos enseñan a operar por razones de pragmatismo y de inminente sentimentalismo. No acicalemos nuestra deriva con la cáscara podrida del egoísmo. Y digamos cuanto tengamos que decir a nuestra gente más querida. El mañana no existe.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL