Como si de una Madrugada de Viernes Santo se tratara
Sevilla ha repetido la sublimidad cofradiera de una Virgen congregando todas las expectaciones. Sábado 6 de junio a las nueve menos diez. Una esplendente vía –bajo palio- para despertar las conciencias. Embriagador contento con mecida de Gracia. Como si de una Madrugada del Viernes Santo se tratara. Toda la noche a la luz de las velas de esta candelería de eternidad. Anoche salió la Esperanza de Triana desafiando los nefastos presagios climatológicos. Pero al fin se hizo el sol sobre la capital hispalense. Miles de personas agolpadas en derredor de la Catedral. A las once y media de la mañana de hoy domingo ha posado los zancos en el suelo de su capilla. XXV aniversario de la Coronación Canónica. El Altozano como amanecida de la creación de un mar de capirotes imaginarios. Cirios de Fe propagada. ¿Mentalidad milenaria carpetovetónica? Las cofradías se estructuran desde las asignaturas de la filosofía del sentimiento. El Universo Mundo quedó ayer auto/procreado en la calle San Jacinto. Marea ambiental en la bajamar de todas las confluencias colindantes. Pues sí: desbordados de Esperanza. Pues sí: el corazón de Sevilla se llama Esperanza. Pues sí: libertad, fraternidad, desahogo, tradición, oración de afinidades. Mi presencia intervino por control remoto: a través del mando a distancia de los memoriales de lo no vivido. Andalucía renace por sus fueros cuando la Esperanza de Triana avanza sobre este puente de humanidad a raudales. Sólo lo inabarcable debe ser explicado por la cadencia de nuestra prosa. Por la decencia de nuestra verdad.