Victoria para una playa gaditana

Comentario editorial del espacio ‘Café de París’ emitido en Cope Cádiz y Cope Jerez

Estimados oyentes de la Cadena COPE: Junto a vosotros -que gentilmente nos escucháis desde cualquier punto de nuestra provincia de Cádiz- siento hoy mis posaderas en el ánimo de convidaros a un café de mediodía y a un sortilegio de comentarios culturales cuya argamasa, cuya osatura, cuya soldadura y cuya cerradura abriremos con tientos de veraneantes ahítos de canción, de evasión e incluso de emancipación. Días atrás nos la prometieron muy felices encima de un escenario de arena y tiempo robado. En la variedad encontraremos el gusto y el regusto del siempre respetable público. Por el momento -y para no perdernos por los caminos que nunca conducen a esta Roma del emperador Paco Alba- encaremos ya mismito el puente de los astilleros de una Tacita de Plata que nos ofrece sus caballas con piriñacas de la calle principal del barrio La Viña. Créanme: No hallaremos mejor acomodo gastronómico en los suspiros del poniente de este dulce germinar del mes de agosto. Escapen sin pudores ni sudores al mirador antiguo de la Caleta. O deambulen sin orden ni concierto: el destino –cualquiera que fuese- de seguro deparará el brindis del tintorro con casera de la gracia del lugar. Por siempre a honor y gloria del Dominator Hércules Fundator. Habite Cádiz hoy mismo: siembre semillas de piropos en la Plaza de las Flores. Y allí –entre burgaíllos de leyenda y mitologías de letrillas de pasodobles que suman el cancionero popular de la deontología gaditana- arriben a sus anchas en la sobremesa del popurrí de tapitas aliñadas de los bares de la Plaza de San Antonio. Háganlo como espera, como prologuillo, como antesala, como vestíbulo ambiental de cuanto, horas más tarde, caída ya la anochecida sobre la plata quieta de las olas del mar, acontecerá en el ambiente de la ciudad. La alcaldesa Teófila se ha apuntado el tanto de tres puntos del triunfo de la operación no tanto política como sí mediática. No populismo pero sí popularidad de una tarea eficaz y beneficiadora para la práctica totalidad de gaditanos y no gaditanos. Porque han sumado legión los habitantes del entorno que arrimaron sus ascuas a las sardinas asadas de los conciertos que prorrumpieron como eclosión de serpentinas- en los escenarios de la mentada -¡y mentolada!- playa de la Victoria. El cartel se nos cayó de la mano de puro prodigio: Carlos Baute, David Bisbal y Chambao. Unos artistas nada gratuitos que sin embargo cantaron con entrada gratis para su hinchada, para su afición, para todo quisque que –poniendo pies en polvorosa- pillearon sitio sobre las arenas no movedizas de la playita gaditana. La fiesta estuvo asegurada. La música –actual y no virtual- estuvo asegurada. La vivencia y la convivencia –bajo un techo de estrellas- estuvo asegurada. ¿Quién da más? Porque yo no apuesto doble contra sencillo a favor de la propuesta alternativa. Cádiz –la novia del mar según los versos de Pemán- se expresará como óptimamente sabe hacerlo: cantando. Reparen, si no, en la cartelera que la segunda quincena agosto todavía ofrecerá en la Tacita de Plata. Y así, canta cantando, no despedimos esta semana permutando la voz de Edith Piaf por la del universal rubio de los tirabuzones de oro: David Bisbal. (Pinchamos en antena la canción Dígale).

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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