Juan Félix Bellido

Revisionismo sin amortiguadores: traigo a capítulo la actualización de la franja izquierda de este cuaderno de bitácora. Añado a la lista de mis blogs preferidos el rubricado –con ADN de metódica sabiduría- por Juan Félix Bellido, magister et amicus, compañero, colega contertulio y hombre de veras esciente. Jamás se recluyó Juan Félix en la neblina de la inconsciencia: su proclividad a la balsámica naturalización de los libros –como un cónsul ecuánime de la hodierna República de las Letras- siempre le otorgó la clarividencia de los ínclitos siete sabios de Grecia. Juan Félix es un desalado amante de los libros como objeto de culto y como elemento inoculador de conocimiento. Como sustancia fetiche. Hallamos la rara avis de un lector con criterio propio: un militante de la Edad Media que ha revidado, reavivado, visado y revisado los títulos de la actualidad literaria ejerciendo –ajeno al azacaneo del compadreo o la connivencia subrepticia- la crítica a pie de página, al pie de la letra y al pie de la actualidad. Su herramienta de trabajo, el leit motiv y el modus operandi de su oficio –insistimos erre que erre- es el libro. De modo que se enrola, se alista y se inscribe en las fluencias y en las afluencias e inclusive en las confluencias de las editoriales, el periodismo intelectual, los pros y los contras de la (sacrificial y encomiable) tarea de los libreros, la gestión cultural… Entre el microcosmos del despacho de su domicilio particular y el macrocosmos del mercado de novedades literarias, entre la singularidad y la universalidad, permanece la palabra juiciosa de Juan Félix Bellido: un periodista dado a la lectura que no juega en los tableros del relativismo. Su blog exige el campanazo de este post.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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