Orígenes, vaivenes y claroscuros de la APJ

Estimados oyentes de la Cadena Cope: La deontología periodística exige –desde la encimera de su exégesis profesional- un revisionismo interior y una catarsis exterior. Es decir: la exploración de su funcionamiento interno y la purificación de su condicionamiento mediático. El periodismo necesita operar por ósmosis del rigor de la verdad. Algo así como el diagnóstico urgente de la radiografía de su propia férula. Los medios de comunicación andan a la gresca de otros factores colaterales que a veces dificultan el ejercicio de la profesión dentro de unos cánones ortodoxamente objetivos, imparciales y ecuánimes. Los analistas del pesimismo imperante creen a pies juntillas que no corren buenos tiempos para la lírica de la veracidad e incluso de la credibilidad periodística… Nefasto condicionante para la novísima hornada de periodistas que alcanzan la heroica –por quimérica- salvedad de un puesto de trabajo en nuestras redacciones: los nubarrones de los contratos basura se entremezclan con las tormentas de la politizada hegemonía que tergiversa, controla y desmanda los postulados del quehacer periodístico. Precisamente de periodismo –de periodismo del Jerez de otras décadas- ha hablado estos días en vivo y en directo Juan de la Plata. Una ponencia dedicada por entero a la historia, orígenes, vaivenes, claroscuros y triunfos de la Asociación de la Prensa de Jerez. Repaso, recaudo, recuento…

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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