“Nadie nos ha enseñado cómo afrontar la pérdida de un ser querido”

Era de esperar: el tratamiento del duelo –“periodo de tiempo en dónde transcurre una experiencia emocional intensa de gran dolor y pena por la pérdida de alguien que amamos, que queremos”- aglutinó a muchísimas personas en la sala de conferencias de la Escuela de Hostelería de Jerez. La programación cultural del Grupo Romero Caballero ofrecía esta ponencia de interés público en la voz y en el contrastado prestigio profesional del renombrado psicólogo Javier Reyes Sánchez, quien asimismo definió el duelo “como un mundo desconocido”. La muerte permanece obviada en nuestro día a día. Consiguientemente el duelo siempre ha sido abordado desde unos viciados arquetipos sociales e incluso morales que no necesariamente benefician desde un punto de vista psicológico. Porque, para Javier Reyes, “el duelo es también la pérdida de algo que hemos tenido y que ha significado mucho para nosotros, perdida que nos puede llegar a lo largo de la vida en muy distintas formas: ruptura de un matrimonio, de una amistad importante, pérdida de la salud, pérdida de la casa, del trabajo, etc. Pérdidas por otro lado en su mayoría inevitables, y caracterizadas por ser personales con un dolor propio y una afectación muy particular, dependiendo entre otros factores de la relación mantenida con lo perdido”.

El duelo es un proceso cargado de “experiencias emocionales que sabemos, aunque no queramos verlo, que están ahí presentes y que en algún momento a lo largo de nuestra vida tenemos que cruzarnos con ella y de las que no podremos huir por mucho que lo intentemos”. Para Reyes, “pensar en todo esto y no conocer cómo vas ó debes reaccionar cuando te toque vivir esta experiencia te puede llevar a sentir confuso, inseguro. Toda esta incertidumbre ante lo desconocido nos hace sentir temerosos de cuando llegue ese momento. Si buscas en tus pensamientos ¿qué podrás hacer frente esta experiencia? Lo único que encuentras es nada, que lo que puedes hacer frente a todo esto es nada, y si te preguntas qué te han enseñado… lo que encuentras es que no puedes hacer nada, sólo sufrir el dolor de tu pérdida y esperar a que el paso del tiempo te lleve a la recuperación. Mientras que la sociedad en unos primeros momentos participa de tu dolor pero pasado unos días te deja sólo con él e incluso te apremia para que lo superes pronto ya que a nadie le gusta ver lo que le espera también a ellos y prefieren actuar ocultando la propia realidad humana”.

Intentamos afrontar estas situaciones a través de nuestro intelecto, razonamiento, “buscando argumentos que nos permitan entender el porqué tengo que dejar pronto de sufrir ante una perdida, justificando nuevamente la marginación a que la sociedad actual tiene sometida las emociones mal denominadas negativas. Las teorías tradicionales sobre el duelo nos hablan sobre una secuencia universal predecible de etapas emocionales de adaptación a la pérdida por la que tienes que pasar y finalizar si quieres una sana recuperación, siendo tu capacidad de resistencia y el propio paso del tiempo lo que te ayude a superar cada una de estas etapas”.

El conferenciante colocó el punto sobre la i cuando puso en tela de juicio la eficiencia de estas teorías que “nos ayudan a entender el ciclo del duelo pero resultan incompletas ante la sensación del poco ó ningún control que sentimos durante nuestra aflicción. Siendo necesario dinamizar y potenciar nuestra participación activa en el proceso del duelo, de modo que nos haga sentir no sólo protagonistas del sufrimiento sino también de la propia experiencia emocional, percibiendo una mayor eficiencia en la vivencia de adaptación y reconstrucción de nuestro muevo mundo, de nuestra nueva vida, ambos alterados por la pérdida”. El problema genérico resulta evidente: “No nos enseñan a hacer frente a las pérdidas, sí nos enseñan para lograr el éxito y las ganancias, incluso nos preparan para sucesos que probablemente puedan suceder, como accidentes, temas de seguridad, sin embargo, nadie nos prepara para algo de lo que sí tenemos la certeza que va a ocurrir, las pérdidas emocionales. Algunos estudios confirman que a lo largo de la vida de una persona tenemos que enfrentarnos aproximadamente a unas diez situaciones de pérdidas emocionales importantes, las pérdidas siempre están presentes, son inevitables”.

Hacer frente a un duelo no es una tarea sencilla “y participar en el mismo requiere atención, voluntad, valor y sobre todo, una importante actitud de cambio. En definitiva, ser el protagonista en tu propia experiencia emocional y poco a poco reconstruir tu vida, tu mundo y especialmente tu nueva relación con el ser querido y por ende a ti mismo”.

PROGRAMACIÓN CULTURAL

PROGRAMACIÓN CULTURAL