Unos vienen, otras van, la vida avanza enfundándose las pisadas en botas de siete leguas, el tiempo sostiene su carácter cíclico y la institución –en este caso penitencial- se mantiene. Las hermandades han de promulgar la naturalidad en sus respectivos cambios de gobierno. Al margen de mayores o menores dosis de continuismo. Irrumpan o no varias candidaturas a la máxima representatividad institucional. La serenidad y la apacibilidad son síntomas de cordura colectiva. De madurez inclusive. Este pasado sábado tuvo lugar la celebración del pertinente Cabildo de Elecciones en la Candelaria. Un solo cofrade optaba al cargo de Hermano Mayor: Antonio Aguilar Cala. Ningún atisbo de anomalía durante las cinco horas de votaciones en naturaleza de Cabildo Abierto. Mayoría absoluta para el bueno de Antonio Aguilar. Toca descanso para David Calvo y su equipo: hacedores y ejecutores de toda la inusitada vivencia madrileña de la JMJ. Por cierto: todavía nos remiten algunas instantáneas de cuando entonces. Y, la verdad sea dicha, parecen instantáneas disparadas anteayer. No pierden vigencia ni actualidad. Otras dos fotos siempre penúltimas: la alcaldesa ha asistido al acto de reconocimiento de Acoje como Centro Comercial Abierto de Andalucía y Antonio Sanz Zamorano ofreció una ponencia, en el patio del Ayuntamiento de Jerez, basada en su libro ‘Gloria y ocaso de la Fiesta de la Vendimia’ lujosamente editada por EH Editores (editorial del Grupo Romero Caballero).
