Cuán escasa la existencia de escritores empapados en el flash, en el fogonazo, en el resplandor de la literatura. Antes proliferaban casi por mera supervivencia. O por subsistencia de un talento siempre pegado a la inercia de la estilográfica. Os reproduzco la calidad de página del escritor/total César González-Ruano (de quien me he bebido la totalidad de su obra periodística). He aquí un mínimo fragmento de un día cualquiera de su ‘Diario íntimo’: “Sinclair Lewis, aunque sólo por su famoso ‘Babitt’ fuera, es el novelista de su tiempo y de su tierra, con todas las características lógicas para aquel triunfo que hoy andaba tal vez en grises de olvido. Escritor directo, internacional a la fuerza de localista, observador de materialismos en su apogeo, obrero de una prosa brutal al único servicio de la comunicación expresiva de la idea, bien puede considerársele como un escritor tipo más que como un tipo de escritor”. Ahí queda eso. ¡Y pensar que se trata de frases escritas al boleo para un dietario personal y jamás pretendidamente publicable!
