Cuando llegó la democracia a las cofradías, muchos creyeron
que iban a ganar muchísimo con eso de que se pudieran presentar varias
candidaturas al renovar la junta. No fue así. Fue una desgracia como otra
cualquiera. Punto en el que, como en tantos, le alabo el gusto y el coraje
pastoral a nuestro señor arzobispo, mi querido don Juan José Asenjo. Ha
invitado monseñor Asenjo a las cofradías a que haya una sola candidatura en las
elecciones. Creo que ha obrado muy oportunamente, porque hermandades que estaban
perfectamente unidas andan muchas partidas en dos desde que se presentaron
candidaturas enfrentadas a las elecciones, con campaña como si fueran las
municipales y todo. Los que pierden se llevan a matar con los que ganan, y
viceversa. Sé de alguna hermandad donde los actuales oficiales de su junta te
hablan de los de la anterior como si fueran diablos. Cuando no levantan falsos
testimonios: que si el mayordomo se lo llevó calentito, que si... Una lástima.
Y un desastre. La democracia está muy bien para elegir alcalde; y ya ve usted
lo que pasa, que no sale el más votado, sino el más pactado entre los
perdedores. La democracia está muy bien para elegir diputados y senadores. Pero
elegir a un hermano mayor frente a otro lleva directamente a las dos mitades irreconciliables
en las cofradías.
Por eso me han encantado las elecciones de La Quinta
Angustia, hermandad en la que tengo puesta todas mis complacencias. Una
cofradía de las que hay que ver en la calle de cruz de guía a preste, de pitón
a rabo, por su impresionante cortejo. La de la maravillosa imagen de la
Dolorosa que esculpió Rodríguez Caso, el inventor de la Exposición
Iberoamericana. Cuando Palomero Páramo catalogó las Dolorosas de Sevilla me di
cuenta de que las Vírgenes de los barrios tenían muchas más lágrimas que las
del centro. Claro: la gente bien está educada para reprimir sus sentimientos de
pena; y en los barrios, cuanto más se llore, más que quiere al difunto. Hasta
tal punto eso es así, que la Virgen de la Quinta Angustia, gran Señora de la clase
con mucha clase, es la única de Sevilla que no tiene una sola lágrima en su
rostro. Porque sus hermanos han aprendido desde chicos a tragárselas en las
muertes y entierros. Por eso le dediqué un artículo que titulé "La Virgen sin lágrimas".
Digo todo esto para que no vean el menor atisbo de
cachondeíto en La Condomina en cuanto voy a decir. "La Quinta", que
es el nombre pijo de la hermandad, como "Punta" (Umbría) y como
"Soto" (Grande), ha celebrado cabildo general ordinario de elecciones
y no sólo se ha presentado una única candidatura, como debe de ser, sino que
han salido los apellidos de siempre en la hermandad: los nietos de los que
estaban en la junta hace 50 años; los hijos de los de hace 30. Es toda una
radiografía social de Sevilla: no me resisto a transcribir la nueva junta
enterita. Miren, miren qué maravilla de hermandad con los apellidos que siempre
la mantuvieron: Hermano Mayor, Beltrán Vargas-Zúñiga Ramos-Paúl; Teniente
Hermano Mayor, José Soto Mediero: Consiliario 1º, Luis García de Tejada Ricart;
Consiliario 2º, Felipe García de Pesquera Gago; Consiliario 3º, Jaime Benjumea
Troya; Consiliario 4º, José Ignacio García de Pesquera Benjumea; Mayordomo,
Ignacio Salinas Soto; Secretario 1º, José Luis Chaves Gentil; Prioste 1º,
Vicente Rodríguez-Caso Losada; Contador, Jaime Villagrán Guinea; Secretario 2º,
Pablo Beca Soto; Prioste 2º, Javier García de Tejada Parladé; Fiscal, Antonio
Martínez Tijeras; Diputado Mayor de Gobierno, Luis Rodríguez-Caso Moreno;
Diputado de Cultos, Enrique José Durán Martínez; Diputado de Formación, José
Carlos Romero Cuevas, y Diputado de Asistencia y Caridad, Juan Antonio
Ruiz-Giménez León. Están los que tienen que estar, en una cofradía que es como
tiene que ser... Aunque sale de golpe uno desde el tendido de sol la guasa de
Sevilla y va y me dice:
-- Sí, todo muy bien, la hermandad muy unida, muy familiar y
muy de siempre, lo que quieras: como una sucursal de la Real Maestranza. Pero
he visto ahí en la junta, entre tantos apellidos largos, a un Martínez. Yo que
se ha colado desde una hermandad de barrio. No le pega absolutamente nada a la
Quinta Angustia tener un Martínez en su junta...