“La amplia galería de figuras femeninas que Cervantes presenta en El Quijote tiene una cala fundamental en Marcela, la bella y esquiva pastora, que no se deja seducir por ningún hombre, ajena a las impetuosas pasiones que en su entorno suscita su angelical hermosura”




La profesora Elisa Constanza Zamora Pérez dicta una brillante ponencia en la Real Academia de San Dionisio en cuya sesión intervinieron también los alumnos de  4º de ESO y los profesores -cantautores- Mario Benicio Nieto e Ignacio Pérez Gálvez del Instituto Santa Isabel de Hungría 

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras ha acogido una nueva sesión de homenaje a la figura de Miguel de Cervantes Saavedra enmarcada en el ciclo que la docta institución cultural jerezana ha dedicado durante las dos últimas semanas al celebérrimo autor de El Quijote. En esta ocasión fue la profesora y doctora en Psicología Elisa Constanza Zamora Pérez quien dictó la ponencia titulada ‘Las mujeres del Quijote a través de una ensoñación barroca’. Fue presentada por la Académica de Número de esta Real Academia Pilar Chico López. El acto se desarrolló en un contexto de mucha amenidad, variedad y alternancia de ritmos e incluso formatos. Intervinieron -con sonado aplauso de la concurrencia´- alumnos de 4º de ESO del IES Santa Isabel de Hungría. Los textos recitados pertenecían a su obra titulada Ensoñación barroca o la locura de un cuerdo. Asimismo se contó con la intervención muy sobresaliente de los conocidos cantautores Mario Benicio Nieto e Ignacio Pérez Gálvez -una auténtica delicia disfrutar de la armonía musical de sendos profesores del Departamento de Lengua del Instituto Santa Isabel de Hungría-.
Elisa Constanza desarrolló su intervención siempre destilando un tono didáctico, muy ajustado a las expectaciones abiertas por la nutrida asistencia que pobló el salón de actos de la sede social de la Real Academia de San Dionisio. Destaquemos a continuación algunas de las ideas vertidas por la profesora Zamora Pérez en la tribuna de oradores:
- “La amplia galería de figuras femeninas que Cervantes presenta en El Quijote tiene una cala fundamental en Marcela, la bella y esquiva pastora, que no se deja seducir por ningún  hombre, ajena a las impetuosas pasiones que en su entorno suscita su angelical hermosura. Marcela, como otros personajes cervantinos, expresa el amor a la libertad que el propio don Miguel tenía en todos los órdenes de la vida. Parece ser que la novela pastoril pone de moda la vida campestre, el vivir en armonía con la naturaleza y Marcela en tanto que mujer adinerada lo pone en práctica. La historia de Marcela y Grisóstomo (capítulos XII, XIII y XIV, parte I), pertenece al género de novela pastoril, iniciado en España con la aparición de Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor en 1558.

- El autor en su obra no sólo refleja una moda, sino que va mucho más allá, al poner en boca de una mujer: “Yo nací libre...” y con el “no quiero sujetarme”,  eleva su voz para que un personaje diga lo que tantas y tantas mujeres pensaban y deseaban; y así la literatura va abriendo caminos y las mujeres con sus ejemplos van transitando por ellos: “Si puede pensarse, puede hacerse”. Es éste, además, es el primer discurso feminista en la historia de nuestra literatura,  para los oyentes con educación y mentalidad patriarcal era una locura, pero es defendido por un loco, don Quijote, que hace que Marcela sea respetada y pone a sus pies el apoyo de la andante caballería. Don Quijote advierte la fuerza del razonamiento de Marcela, en el que triunfará el sentido común y lo legítimo.”

- “Cervantes critica  a la nobleza, pues los duques se reirán de don Quijote y de Sancho sin ninguna piedad, en la segunda parte de su obra. Y tramarán una gran treta con el único fin de ridiculizarlos,  pues como ha señalado la crítica marxista, quizás Cervantes utilizó la locura de don Quijote y hasta la simplicidad de Sancho para encubrir su auténtico mensaje que no es ridiculizar los libros de caballerías. Esto sería sólo la tapadera de un mensaje más profundo de tipo social y político. Tras la cortina de humo de la crítica a los libros de caballerías, lo que se esconde es «una despiadada censura de las caducas relaciones feudales, de la sociedad feudal-absolutista de España en declive», tal como señala Ludovico Osterc, en su libro El pensamiento social y político de El Quijote.  Pues en la época el poder ejercido por el tribunal de la Santa Inquisición hacía imposible toda expresión libre del pensamiento”.

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