¿Dónde comer berza este sábado 14?




O de cómo estar a dieta es compatible con la alegría del potaje semanal

MAV – MIRA 

Bien es cierto que para muchas personas -ellas y ellos- ahora estamos inmersos en una época de rebaja de kilos de más. Por una doble razón. La primera, lucir tipo en las próximas Ferias de la provincia. Sobre todo en la celebérrima Feria del Caballo de Jerez de la Frontera. Y, si no lucir tipo de un modo idílico, sí al menos lograr que el botón de la chaqueta -en el caso de ellos- y la cremallera del traje de gitana -en el de ellas- abrochen como Dios manda y con la holgura mínimamente necesaria…

La segunda, esculpir el palmito de cara a las calendas playeras. Coqueterías aparte, reivindicaciones de la elegancia y la guapura siempre, lo cierto y lo seguro es que tampoco conviene abusar de una estricta dieta in extremis. Y a contrarreloj. A veces resulta hasta perjudicial no sólo para el organismo sino también -¿quién se atreve a negarlo?- para el humor. Para el ánimo. Quizá el discurso dominante de la figura estilizada nos está conduciendo a unos parámetros de autoexigencia que linda con la más brusca insatisfacción. Y fruncimos el ceño para cabreo interior.

No está mal -no es desdeñable- cuidar la alimentación. E ir rebajando peso en aquellos ciudadanos que se consideren entrados en kilos sobrantes. Pero con moderación. Y con la alternancia de alguna alegría de fin de semana para el paladar de los comensales de buen comer. Además ya es sabida la idoneidad -la prescriptiva recomendación- de comer potaje una vez -o dos- a la semana… Pues no regateemos la intentona y pongámonos manos a la obra. La salud también depende del júbilo de la vista ante un plato hondo que pida a gritos el cuchareo más tradicional…

¿Dónde comer berza este sábado 14? La recomendación es directa. En el Restaurante Calambur, sito en Valdelagrana (Avenida de la Paz, 36). Apoyemos las iniciativas hosteleras que combinan tradición y modernidad. En Calambur se puede tapear con esmero: ensaladilla, croquetones, salmorejo, cartuchos de pescaíto, carne mechada, solomillo ibérico… Destacan los revueltos. Y las tostas. También las mini-tortillas…
Bacalao frito, lubina a la plancha, costillas al horno. Pero recomendamos, muy singularmente, la berza. Todos los sábados se puede disfrutar con este clásico plato a la jerezana. En pleno Puerto de Santa María. Al arrullo de la brisa marina. La tapa, 3 euros. El plato, 5 euros. Para mojar sopones. El cuchareo necesario para revitalizar las energías. Un regalo para el yo. A precio de ganga. Y con un sabor de rechupete. Ya sobrevendrán otros días de ensalada y dos piezas de fruta. Ya sobrevendrán…

PROGRAMACIÓN CULTURAL

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