Presentando a José Carlos Fernández

• Ilustrísimo señor Presidente de la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes… don José Carlos Fernández Moreno
• Ilustrísimo señor Presidente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras… don Joaquín Ortiz Tardío
• Queridos compañeros del Grupo Romero Caballero
• Contertulios, colegas, camaradas,
• Señoras y señores… amigos todos

No puedo por menos que sentirme –aquí y ahora, al ralentí, al pie de la letra, al por mayor y al tran tran- más ancho que pancho, más contento que unas castañuelas y más lirondo que morondo.

Porque hoy nos disponemos y nos predisponemos a rendir justo homenaje y tácito reconocimiento…

… a un hombre de bien,
… a un caballero andante de cuyo nombre sí quiero acordarme,
… a un nómada que agavilla la sal marina de su empatía
… a un cofrade de pro y de prez, de atril y de razones para la esperanza
… a un editor de talla y de tallo,
… a un periodista de calidad de párrafo
… a un articulista de fúlgida metáfora,
… a un padre en grado superlativo
… a un esposo a la antigua usanza
… a un isleño de tomo y lomo
… a un jerezano de brindis y pura cepa
… a un lírico de inconsútil germanía
… a un escultor de los sentimientos que domina con mano diestra la gubia de los anchos y anchurosos afectos
… a un librepensador, a un letraherido, un lord sin trampas ni cartón que encarna la deferencia de la diferencia
… al gestor cultural que no disipa el oteado y a veces moteado horizonte del trabajo tenaz, constante y sonante en el tótem de su mejor rendimiento
… al novelista que escribe en ‘Franco y negro’ y siempre ‘A la izquierda del padre’ para teclear una prosa de agua clara y de poniente en calma que silba, que susurra, que salmodia las semicorcheas de nuestra Baja Andalucía
… al presidente del trívium académico de los siete sabios de Grecia.
Ahí es nada. Conocí in illo témpore al augusto protagonista que esta noche –muy a su pesar, a la fuerza ahorcan- ha dado con sus huesos en esta suerte de homenaje de andar por casa… que sin embargo se quiere y se sabe sincero, llegadizo y por veces unánime.

José Carlos Fernández –en razón a su almario, a su ideario, a su doctrinario- siempre me pareció un sembrador de las florecillas de San Francisco, un paradigmático ecualizador del noble arte de la cortesía, un dechado de don de gentes, un ignoto cimentador de los libros de etiqueta, un pulimentador del cristal mate de la alquimia personal.

José Carlos Fernández Moreno es punto y seguido en el marchamo de la amistad.

En el cuenco de su biografía no caben ni el lapsus calami ni la estridencia ni la extravagancia. Ni la andanada ni la astracanada. Ni la aporía ni la apología. Ni el panegírico ni tampoco el bulle bulle de la altivez o el comecome del auto-incienso ni la esquirla de un botafumeiro reverencial y sentenciador ex cátedra.

Me une a él la consanguinidad del espíritu y el fluir, la fontana y el manantío de la sangre que irriga el sendero de la mano de derecha, que es a la postre el venero que arriba en el epicentro del corazón

Nunca aprecié en su carácter un ademán de hastío o de desprecio…
Nunca un desdén, nunca el ronroneo propio de mercachifles, nunca un aspaviento a deshoras ni una negativa por norma.

Helo aquí: andaluz por los cuatro costados que entona ese verde que te quiero verde de los poetas de lo nimio, andarín sobre las esquinas del aire, trovador de las buenas formas cuya génesis brota doquiera que nuestro conferenciante plante sus hechuras de señor en toda regla.

Yo descubro a José Carlos en los versos del doctor Letamendi, luminaria decimonónica de la medicina ibérica, cuando señala que:
“Vida honesta y ordenada, / usar de pocos remedios / y poner todos los medios / en no apurarse por nada. / La comida, moderada / ejercicio y diversión, / beber con moderación, / salir al campo algún rato, / poco encierro, mucho trato / y continua ocupación”.

Yo redescubro a José Carlos en la obra ‘Signo y viento de la hora’ de José María Pemán, cuando el novio del aire de la Tacita de Plata escribió aquello de… “bien mirado, lo que en él ocurre es que la solicitud de la frase –como entidad propia- nace como un rito completamente despegado ya de su raíz y de su origen. Y siempre brota –este hombre- como momento optimista en el que una persuasión progresista domina todo el pensamiento. Como una última etapa de la evolución universal: como la llegada a la paz, a la libertad y a la fraternidad humanas”

Yo identifico a José Carlos en la prosa –barroca de acento y aguda de talento- de Ramón María del Valle-Inclán y más concretamente en un fragmento de sus celebérrimos ejercicios espirituales que, bajo el título de ‘La lámpara maravillosa’, ya nos adelantaba lo siguiente: “Yo no admiraba tanto los hechos hazañosos como sí el temple de su alma. Y este apasionado sentimiento (de admiración) me sirvió –igual que una hoguera- para purificar mi disciplina estética”.

Yo recuerdo a José Carlos cuando leo con delectación a Fernando Savater en su novela ‘El jardín de las dudas’, al poner voz a Voltaire para sentenciar esta rotunda afirmación: “Mi buen amigo: eres el último ángel guardián que me queda… después de la dimisión de tantos otros”.

Y yo personifico a José Carlos el parágrafo que Mario Vargas Llosa consigna en su obra ‘Lituma en los Andes’ (Premio Planeta 1993) cuando subraya que: “Él nunca se enojaba con estas circunstancias porque nunca se enojaba con nada ni con nadie. Y los demás tampoco nunca se enojaban con él pues a todos sabía ganárselos con su apacible simpatía, con su espíritu servicial y con su sonrisa”

Ya nos dejó dicho José Luis Martín Descalzo que la realidad es más ancha que nosotros. Y así es en efecto. Porque nos traspasa, nos trasvasa, nos trastabilla y nos temporaliza.

Carmen Riera , en una edición especial concebida para Círculo de Lectores, aglutinó a los poetas del grupo catalán del 50 bajo el epígrafe común de ‘Partidarios de la felicidad’. Eso, talmente, eso mismamente, es José Carlos Fernández: un acérrimo partidario de la felicidad bajo cuya férula, bajo cuya médula proseguirá –per sécula- gravitando los resortes de su nobleza.

Si lo tenéis por amigo, sabed que guardáis en vuestros adentros el más limpio, el más fiel y el más eterno de los tesoros.

Muchas gracias.
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Un acto promovido y organizado por el Grupo Romero Caballero

El escritor y periodista José Carlos Fernández Moreno recibe un emotivo homenaje en la Escuela de Hostelería de Jerez

El también editor, gestor cultural y presidente de la Real Academia de San Romualdo dijo sentirse “abrumado, feliz y desbordado por cuanto esta noche hemos vivido aquí” - Asistió a dicho tributo una comisión de académicos de la jerezana Real Academia de San Dionisio encabezada por su presidente Joaquín Ortiz Tardío

Acto emotivo, ameno y (con creces) merecido donde los haya. El homenaje que -promovido por el Grupo Romero Caballero- recibiera el pasado jueves noche el periodista, editor, escritor, gestor cultural y presidente de la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes José Carlos Fernández Moreno constituyó todo un acto de justicia en el tiempo, a la par que una aglutinación de pareceres unánimes a favor de tan renombrado e ininterrumpidamente apreciado hombre de la cultura con letras mayúsculas. El homenajeado aseguró sentirse “tan encantado como sorprendido y desbordado por cuanto esta noche hemos vivido aquí. Sinceramente no me lo esperaba”.

Integraron la mesa presidencial del acto, además del protagonista de la sesión, el presidente de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras Joaquín Ortiz Tardío, el jefe de Comunicación y Gestión Cultural del Grupo Romero Caballero Marco A. Velo y el propio hijo del agasajado José Carlos Fernández Moscoso. Cabe mencionar apriorísticamente el cariñosísimo respaldo –síntoma ineludible de las excelentes relaciones latentes entre ambas instituciones- que patentizó la Real Academia de San Dionisio con respecto a la propia de San Fernando (la mencionada de San Romualdo) a través de la presencia de una comisión de académicos jerezanos en “este homenaje de andar por casa que se sabe cercano, sincero y de sobras justo”.

Intervino en primer lugar el presentador de José Carlos Fernández Moreno Marco Antonio Velo para indicar que “José Carlos Fernández –en razón a su almario, a su ideario, a su doctrinario- siempre me pareció un sembrador de las florecillas de San Francisco, un paradigmático ecualizador del noble arte de la cortesía, un dechado de don de gentes, un ignoto cimentador de los libros de etiqueta, un pulimentador del cristal mate de la alquimia personal. José Carlos Fernández Moreno es punto y seguido en el marchamo de la amistad. En el cuenco de su biografía no caben ni el lapsus calami ni la estridencia ni la extravagancia. Ni la andanada ni la astracanada. Ni la aporía ni la apología. Ni el panegírico ni tampoco el bulle bulle de la altivez o el comecome del auto-incienso ni la esquirla de un botafumeiro reverencial y sentenciador”.

Velo continuó definiendo a José Carlos según fragmentos extraídos de obras literarias como ‘Lituma en los Andes’ de Mario Vargas Llosa, ‘El jardín de las dudas’ de Fernando Savater, antología poética del doctor Letamendi, ‘Signo y viento de la hora’ de José María Pemán o ‘La lámpara maravillosa’ de Ramón María del Valle-Inclán. El jefe de Comunicación del Grupo Romero Caballero denominó a Fernández Moreno como así catalogara Carmen Riera al grupo catalán poético del 50: un partidario de la felicidad.

Seguidamente hizo uso de la palabra José Carlos Fernández Moscoso para adelantar que “como ustedes comprenderán, no es fácil hablar en público de un padre, porque la emoción embarga y porque además podría estar hablando aquí durante muchas horas”. No obstante supo Fernández Moscoso sintetizar los perfiles profesionales y éticos del autor de sus días. Subrayó su inquebrantable vocación periodística puesta de manifiesto no ya únicamente desde el matiz costumbrista –y dotado de una aguda capacidad de observación- de su antaño esperadísima galerada de artículos publicados en papel prensa sino, marcadamente, a partir del nacimiento, mantenimiento, florecimiento y liderazgo absoluto del periódico local San Fernando Información –de cuyo rotativo y de cuya cabecera José Carlos Fernández Moreno fue fundador y director durante la práctica totalidad de su existencia-.

También “quiero destacar de mi padre su estilo literario, netamente azoriniano, posiblemente porque se desprende de su propia personalidad: ordenado, perfeccionista, sencillo, trabajador”. Como apunte curioso aunque no por esta noble razón menos dotado de profundidad descriptiva, José Carlos (hijo) tuvo a bien escenificar gestualmente “el gran espectáculo que entraña ver a mi padre leer el periódico, cualquier periódico”. Asimismo el presidente de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío tuvo palabras de felicitación y admiración por la persona y la trayectoria de la máxima autoridad de la Academia de la vecina localidad de San Fernando.

Sereno de formas, simpático de expresión, desbordante de empatía y certificando a cada instante una traslúcida virtud comunicativa frente al aforo, José Carlos Fernández Moreno confesó sentirse “complacido, feliz pero a la vez sorprendido” por el acontecimiento que, en su honor, se desarrolló en el salón de actos de la Escuela de Hostelería. José Carlos molturó un discurso henchido de remembranza y magnanimidad. Apuntes para la nostalgia e igualmente datos históricos de primer orden que valorizaban al alza la naturaleza idiosincrásica de tierras como Jerez, San Fernando o Cádiz.

Obligaciones con fecha de caducidad

José Carlos Fernández inició su exposición constatando un código de valor personal, una autoafirmación en el desapego a cargos que defectuosamente suelen considerarse de rango perpetúo. A este respecto dijo lo siguiente: “En este encuentro mío con todos ustedes, grato, amable, emotivo y en el que he puesto gran ilusión, voy a referir, muy de pasada, distintos aspectos de algunas de las actividades que he desarrollado a lo largo de mi vida. Comprobaran ustedes, por un lado, que no he tenido tiempo para aburrirme y, por otro, que he ido cambiando de actividad, de cargos y de ocupación laboral una vez transcurrido un plazo prudente de tiempo. A este respecto, he de justificar tal actitud apoyándome en dos razones muy principales: primero, cuando accedía a algún puesto o cargo de responsabilidad, lo primero que hacía era plantearme hasta cuando lo iba a ocupar y, segundo, siempre he considerado que existen determinados cometidos que llevan aparejados la creación, la ilusión, el reto…, y estos, condicionados simplemente por la condición humana, tienen fecha de caducidad y, poco a poco, van perdiendo fuelle y uno termina adocenándose, transformando el ímpetu inicial por la rutina, claudicando en su creación o su gestión, originando que sea la falta de voluntad y la escasez de energía quien tome posesión de nuestro espíritu. Ejemplos los vemos a diario en determinadas parcelas del mundo del arte, del diseño, de la gestión y, desde luego, de la política. Uno ha procurado no crearse demasiadas obligaciones y dependencias para, así, poder dar rienda suelta a ese espíritu inquieto que, unas veces me ha atormentado y otras me ha proporcionado extraordinarias satisfacciones y que, por otra parte, también me ha permitido decir en más de una ocasión, ‘mañana es el último día que vengo’, dando concesión así al ejercicio de mi impagable libertad”.

Fernández Moreno abordó a renglón seguido, y por espacio de cincuenta minutos, asuntos tan propios y propicios como “periodismo, literatura, teatro, gestión cultural, academias, nuestra tierra, libros, observación, sentimientos, en definitiva eso: sentimientos”. Extractamos a continuación algunos de los fragmentos de la ponencia de José Carlos Fernández:

- “Suelo decir que la vida está bien cuando se sabe qué hacer con ella. Yo sabía muy bien lo que quería hacer con ella, otra cosa es que dispusiera de las condiciones para llevar a cabo mis propósitos y la clara vocación que me empujaba a ello. La mayoría de las veces los medios para conseguir el sustento para el cuerpo discurren por vía paralela a aquellos otros que procuran el sustento del espíritu. Es ésta una lucha constante para la condición de determinado tipo de hombres y de mujeres. No obstante, en ambos casos, se encuentran los inteligentes o, tal vez, los habilidosos que, dada su sensibilidad, sueltan al viento todas las velas de su imaginación e inquietudes pero sin perder nunca de vista la costa, tributo al pragmatismo que condiciona tal navegación de cabotaje”.

- “Mi gusto por contar cosas, por escribir, me pudo siempre. Durante más de veinte años ejercí el periodismo. Como columnista, como redactor, como editorialista, como redactor jefe y, por último, como director. No voy a entrar en detalles porque en tal caso esto se transformaría en una lectura de mi currículo y ese no es el caso; digamos que toda esa labor se desarrolló principalmente en prensa escrita pero, también, en radio. En el ejercicio del periodismo se aprende muchísimo. La experiencia periodística es muy, muy útil para aquellos que, a su vez, nos dedicamos a la narrativa, a la novela. El periodismo ha sido herramienta decisoria en momentos sobresalientes de la historia de España. Todo ello a partir justo de un mes de noviembre de hace doscientos años, cuando en nuestra provincia, concretamente en la Real Isla de León (villa que posteriormente sería la ciudad de San Fernando) se decreta el día 10 de noviembre de 1810 la libertad de prensa y de imprenta. Toda una revolución para la época introducida por aquellas Cortes Constituyentes que, nada más reunirse por primera vez, promulgan que el poder reside en el pueblo, que la nación no es propiedad de ninguna familia, en clara alusión a la monarquía, que establece la separación de poderes y, en definitiva, la pluralidad política y la monarquía parlamentaria, acabando así con el antiguo Régimen”.

- “Ser director de un periódico local es más difícil que ser director de El País o El Mundo, porque a los directores de estos periódicos de tirada nacional casi nadie tiene acceso pero no así a los que hemos ejercido durante años de directores de cabeceras locales y además vivimos y estamos inmersos en la misma localidad. Es una aventura peligrosa y complicada, muy complicada a la vez que gratificante, muy gratificante”.

- “No fue el periodismo el que me descubrió esta hermosura de provincia que disfrutamos pero sí el que me ayudó muchísimo a profundizar en ella. En esta tierra rebosante de contrastes. Esos contrastes dieron lugar a que así, Contrastes, titulara una sección fija que tenía en el Diario de Cádiz y en la que escribía de las localidades de la sierra, de la campiña, del litoral, de la Janda, de sus costumbres, de su lenguaje, de sus fiestas, de sus gentes (…)Diez años me llevé escribiendo de esta tierra de contrastes. De esta tierra de historia y de leyendas. De esta tierra de María Santísima. Y a propósito de Santa María, fíjense ustedes, Gutiérrez de la Concepción estaba emperrado en que la Virgen descendía por línea directa y judía de mujer gaditana, así lo expresa en su libro “Cádiz Ilustrada”. En tal caso no andaba muy descaminada la abuela de Medina Sidonia, que rezaba el rosario diciendo: “Santa María, Señora y pariente mía… En aquella sección titulada “Contrastes” escribí de Setenil y sus braseros con chimenea en las puertas de la calle; de Los Caños, cuando era una aldehuela sin luz eléctrica ni agua corriente y hasta de un supuesto fantasma que, en una montura, cabalgaba por las noches a lo largo de la playa envuelto en largos ropajes blancos; del último viaje que en 1985 realizó el tren que cubría la línea El Puerto de Santa María - Sanlucar de Barrameda, aquel tren que, junto con el “corto de Jerez”, fue de los más populares de nuestra provincia, tren de pasajeros llevando del brazo rechonchas hueveras de alambre, tren de cajillos de frutas, canastos, talegas y lepantos marineros; de Grazalema, esa perla de la sierra acunada entre los montes del Endrinal, cuando ya hace cerca de treinta años le otorgaron el Segundo Premio Nacional de Turismo; del Corpus de Zahara y de El Gastor; de remembranzas de aquellos tiempos de quinqué y tarlatana en que casi todo se pregonaba por las calles: la paja para los jergones, los barquillitos de canela, los caracoles, las caballas, los helados, la yerbabuena, los higos chumbos y hasta el cambio de botellas por globos…, de los belenes jerezanos, mencionando, entonces, al de “Los amigos del cañizo”, “Los cien”, el de la Amargura, La Salle, siempre sorpresivo y sirviéndome para retroceder a aquellos años de mediados de siglo cuando se empleaba el papel arrugado para construir las montañas, cuando los ríos se simulaban con papel de plata de las tabletas de chocolate, cuando el castillo de Herodes era sustentado en alto por los tomos de las enciclopedias de animales y plantas, que nadie leía y que sólo con tal misión abandonaban su quietud polvorienta mantenida a lo largo de todo el año en las estanterías. También de la Esperanza de la Yedra jerezana, o del mercadillo, que tuvo su primitivo origen en la calle Belén y en torno a San Dionisio; o del escándalo que formó una pitonisa, paisana nuestra, cuando vaticinó en diciembre de 1984 que el número del gordo de la Lotería de Navidad sería el 17.653, noticia que fue divulgada por todos los medios nacionales convirtiendo ese número en el más buscado de España. Aquellos artículos merecieron que el autor Enrique Villegas, al que no tenía el gusto de conocer, me dedicara un pasodoble en su comparsa del año 1986, alabando mi dedicación y promoción de la provincia y el espíritu de unión entre todas sus localidades que yo propugnaba”.

- “Entre otras responsabilidades de aquella etapa, me correspondía la del Museo Histórico Municipal y la de las Bibliotecas, también, municipales. Los usuarios lectores de las bibliotecas rara vez protestaban o reclamaban alguna cosa, todo lo contrario que los estudiantes que, a cada momento, se presentaban en mi despacho, comisionados, para hacerme saber que había poco espacio, que el horario de apertura era muy reducido, que no existía luz suficiente, que hacía frío, que hacía calor… En muchos casos no les faltaba razón pero, los recursos existentes eran los que eran y no daban para más. Yo los atendía, les prometía cercanas mejoras que, en algunos casos, llegaron, y terminaba contándoles en qué condiciones estudiamos los jóvenes de la postguerra, muchas veces a la luz de una vela debido a las frecuentes restricciones de electricidad, con guantes de lana debido al frío que nos provocaba sabañones, tomando siento en sillones de madera nada anatómicos…, que, para tomar un café que nos entonara había que encender una hornilla con picón y carbón…, ellos, lejos de aumentar sus protestas mostraban curiosidad, casi no creyéndome, y yo les decía que lo que tenían que hacer era “empollar” término que, como sabemos, es empleado como sinónimo de estudiar y que procede de los tiempos de aquellos tunos que perpetuara Quevedo en sus obras, vestidos de negro con encaje de lechuguilla en el cuello, vuelilllos en los puños y el paletoque sobre el hombro -que es la capa adornada de cintas de colores que ha llegado hasta nuestros días- entonces, retrocedía aún más en el tiempo y les relataba que la voz fue acuñada ante la vista de aquellos estudiantes sentados en el suelo, al calorcito del sol, envueltos totalmente en su capa negra de la que únicamente salía la mano que sujetaba el libro y que ofrecían una imagen muy semejante a la postura de la gallina que empolla sus huevos”.

Al término del acto, y por gentileza de Catering Las Vides, se ofreció un aperitivo y un jerez de honor.

Adjuntamos fotografía en la que figuran, de izquierda a derecha, Marco A. Velo (jefe de Comunicación y Gestión Cultural del Grupo Romero Caballero), el editor, escritor y periodista y presidente de la Real Academia de San Romualdo José Carlos Fernández Moreno, el presidente de la Real Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío y el periodista José Carlos Fernández Moscoso.


Marco A. Velo
Departamento de Comunicación Grupo Romero Caballero
marcoantoniovelo@yahoo.es , comunicacion@escuelahosteleriajerez.net
605944111
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La sede de la Real Academia de San Dionisio acoge una muy emotiva sesión necrológica dedicada a la memoria de José Antonio González de la Peña

El acto estuvo promovido y organizado por el Círculo Cultural Rociero ‘Toque de Alba’

La sede de la Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogió el pasado viernes 26 un homenaje ‘in memoriam’ dedicado al rociero, abogado, cofrade y periodista José Antonio González de la Peña, un tributo organizado y promovido por el Círculo Cultural Rociero ‘Toque de Alba’. La sesión necrológica estuvo coordinada por Enrique Víctor de Mora Quirós –quien pronunció una hermosísima glosa a modo de palabras de introito o de oficio de “alguacilillo que abre plaza”- y presidida por la máxima autoridad de la Academia Jerezana Joaquín Ortiz Tardío. Estuvieron presentes, entre otros muchos, el presidente de ‘Toque de Alba’ Andrés Cañadas Salguero, el director espiritual de la Hermandad del Rocío de Jerez fray Martín Alexis, la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Jerez Dolores Barroso, o los intervinientes en la ronda de dedicatorias, homenajes, remembranzas y guiños mojados en el tintero de la simpatía y la admiración Francisco Serrano, Jesús Toro y José Manuel Medina. Se abordonaron las múltiples facetas del homenajeado: la Semana Santa, el Rocío, el periodismo radiofónico, la abogacía, la enseñanza, la vocación por las nuevas tecnologías, el supremo concepto de la amistad, etcétera. Un audiovisual coronó tan sentido tributo. La familia de Pepe Antonio González de la Peña recibió del claustro de profesores del Colegio Perpetuo Socorro “un recuerdo en forma de álbum, con más de media vida cosida en sus páginas”.
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Despidiendo a la Virgen del Traspaso

Los cofrades de la Hermandad de Jesús Nazareno, presidida por Raúl Castaño Bertolet en su calidad de Hermano Mayor, organizaron el pasado jueves una serie de actos que sirvieron de despedida de su Amantísima Titular, la Virgen del Traspaso, antes de su inminente restauración. Un besamanos extraordinario, acompañado de una íntima Eucaristía y de una charla a cargo de Francisco Bazán -restaurador que emprenderá dichos trabajos- completaron estas convocatorias organizadas al efecto. Momentos de entrañable convivencia se vivieron durante toda la tarde noche en San Juan de Letrán. Estuvieron, entre otros muchos, Pepe Crisol, Juan Castaño, Pepe Castaño, además de miembros de la Junta de Gobierno de esta cofradía de la Madrugada Santa. De otro lado, notificamos que una amplia representación de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras –encabezada por su presidente Joaquín Ortiz Tardío- asistió el pasado sábado a la Solemne Apertura del Curso 2010-2011 del Instituto de Reales Academias de Andalucía. Dicho acontecimiento tuvo lugar en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando celebrándose a continuación un almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento de esta localidad. Estuvieron presentes Joaquín Ortiz Tardío, Francisco Fernández García-Figueras, Andrés Luis Cañadas Machado, Juan Salido Freyre, José Luis Jiménez García, Pilar Chico López, Fátima Ruiz Lassaletta y Antonio Mariscal Trujillo.

Foto 1: Francisco Bazán –restaurador de la Virgen del Traspaso- y su esposa junto a las hermanas de Jesús Nazareno.
Foto 2: Pepe Castaño, Francisco Bazán Franco, Pepe Crisol y Juan Castaño en la Casa de Hermandad de Jesús Nazareno el pasado jueves.
Foto 3: Miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Nazareno se unieron para despedir a su Virgen Titular antes de la restauración.
Foto 4: Los académicos de San Dionisio –encabezados por su presidente Joaquín Ortiz Tardío- el sábado en el acto celebrado en San Fernando.
Foto 5: La comisión de académicos jerezanos que estuvo presente en el acto inaugural del curso del Instituto de Academias de Andalucía.
Foto 6: El restaurador Francisco Bazán junto al Hermano Mayor de la Cofradía de San Juan de Letrán Raúl Castaño.
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Publicado en el periódico 'La Voz' - Sección 'La Sacristía'
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“Todo Chopin es un ‘Nocturno’ en esencia. El reino de Chopin era la noche”
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Brillante sesión inaugural del ciclo ‘Otoño musical en la Academia’ a cargo del académico Carlos Murciano González
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“Todo Chopin es un nocturno en esencia. El reino de Chopin era la noche”. Con estas palabras introducía el pasado martes el Académico de Número de la Real Academia de San Dionisio Carlos Murciano González su ponencia inaugural del ciclo ‘Otoño Musical en la Academia’ titulada ‘Chopin y el Nocturno’. Una sesión que a decir verdad tonificó el espíritu de cuantas personas desafiaron las inclemencias del tiempo y respaldaron esta conferencia ilustrada con varios fragmentos musicales. Presidieron la convocatoria el presidente titular de la Academia de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, el presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras, el vicepresidente de Letras Antonio Murciano González y la académica adjunta a Secretaría General Pilar Chico López. Carlos Murciano trazó un muy explicativo recorrido autobiográfico y creativo sobre la existencia –ya inmortal- de Chopin subrayando que “el año que discurre, en el que se ha cumplido el bicentenario del nacimiento de Federico Chopin no ha tenido la repercusión que esperábamos los amantes de la música y de su música. Al menos, en España. Puede que los problemas que nos agobian, ajenos a la cultura, hayan gravitado sobre ésta negativamente”. Carlos Murciano prefirió centrarse en unos de los aspectos de la creación chopiniana -el Nocturno-, antes que plantear una visión abarcadora de su vida y su obra; y ello por dos razones: “una, porque esa obra, aún siendo esencialmente pianística, presenta una gran diversidad (valses, polonesas, scherzos, baladas, preludios, estudios, mazurcas…), y en consecuencia, abre tentadoras sendas al comentario; otra, porque el Nocturno, como género, ha sido considerado por muchos tratadistas como la esencia de toda la producción chopiniana”. Para el académico, “Chopin, pese a no ser el creador del Nocturno (lo fue el irlandés, John Field), sí lo llevó a su cima, e hizo de él -dicho queda- pieza fundamental de toda su obra. He detenido en alguno de ellos mi mirada, en especial, en el op. 48, nº 1, en Do menor, grave y hondo, que echa por tierra esa idea edulcorada, sensiblera y melosa que muchos tienen del piano del maestro, por culpa de errados intérpretes y lamentables adjetivaciones (“suspiros” y “plañideras” llegó a llamar uno de sus editores a sus Nocturnos opus 37 y 27)”. Al término de su intervención, Carlos Murciano leyó varios de sus poemas –algunos inéditos- dedicados a lo largo y ancho de su fecunda trayectoria literaria a la figura de Chopin.
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Francisco Fernández García-Figueras, Medalla de Honor del Instituto de Academias de Andalucía

La entrega de la misma tendrá lugar en nuestra ciudad, con motivo de la celebración en Jerez del ‘Día de las Academias de Andalucía’, el próximo mes de abril

El pleno del Instituto de Academias de Andalucía, en su reunión celebrada con motivo de la Apertura de Curso 2010 – 2011 en San Fernando, atendiendo la petición formulada por la Real Academia de San Dionisio, a la que se sumaron las reales Academias de Medicina, de Cádiz y de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, de Córdoba, aprobó por aclamación conceder la Medalla de Honor de dicha institución a quién durante veinticinco años fuera presidente de la Corporación jerezana y que al finalizar su dilatado mandato fue nombrado Presidente de Honor de la misma.
Con esta condecoración, el Instituto de Academias de Andalucía, que aglutina a las veinte Reales Academias de nuestra comunidad, ha querido reconocer los excepcionales méritos que concurren en el doctor Fernández García-Figueras y especialmente su larga etapa de servicio a la Academia de San Dionisio y, en general, al mundo académico andaluz, desde su participación en las tareas fundacionales de dicho Instituto así como por sus aportaciones al Pleno del mencionado organismo. Para dar mayor relevancia a la entrega de la referida distinción, el Instituto ha propuesto a la Real Academia de San Dionisio y, ésta ha aceptado, que el acto del ‘Día de las Academias de Andalucía’ del Curso 2010 – 2011, en el que participarán todas las Academias andaluzas, tenga lugar en nuestra ciudad, habiéndose fijado para el sábado 30 del próximo mes de abril la fecha de su celebración en Jerez, para lo que ya la Junta de Gobierno de la Corporación jerezana ha comenzado a trabajar. En la reunión en la que se concedió a don Francisco Fernández García-Figueras esta alta condecoración, tras ser aprobada la propuesta de la Junta de Gobierno de la Real Academia de San Dionisio, intervino el Presidente de la institución jerezana, doctor don Joaquín Ortiz Tardío, para poner de manifiesto su profunda satisfacción por ello así como para agradecer a todas las Academias andaluzas que hubieran apoyado dicha iniciativa y muy especialmente a las Academias de Medicina de Cádiz y a la de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba que desde el primer momento se sumaron a la misma con su adhesión expresa.
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Violines que dan nombre a lo innombrable

Prodigioso concierto ofrecido por los jóvenes músicos profesionales de la Orquesta Álvarez Beigbeder en la Escuela de Hostelería

El público dedicó una atronadora ovación a quienes elevaron la música a la enésima potencia del arte en estado de gracia


Rompieron moldes, rompieron la pana, rompieron una lanza a favor de la música elevada a la enésima potencia de su universalidad, rompieron todas las balanzas de los asombros favorables. Estos jóvenes músicos –tan serenos, tan doctos, tan probos, tan preclaros- pertenecen ya a la órbita de los elegidos –a la esfera de los diamantinos seres de lejanías que proclamara Heidegger, al sanctasanctórum del Olimpo de los pentagramas, a la órbita de lo inacostumbrado, a la cofradía de la excelencia-. La Orquesta Maestro Álvarez Beigbeder ofreció el pasado miércoles en la Escuela de Hostelería un concierto de los que –por los flujos y los influjos de su mismidad, de su amenidad, de su imperturbabilidad, de su invulnerabilidad- marcan época. Cuanto allí sucedió corresponde de lleno a las actas de la fascinación, del embebecimiento, a las témperas de una admiración irresoluta e indomable que el público únicamente pudo corresponder con la atronadora ovación, con la mayoría absoluta de la aclamación a modo de respuesta manifiesta, unánime e inequívoca.

Arte en estado de gracia, canela en rama, terreno abonado, escalera de color. Escuchándolos, observándolos, sumergiéndonos en el troquel de su cromática profesionalidad, no podemos por menos que recalcar a ojos vistas la aseveración del acreditado compositor estadounidense Leonard Bernstein: “La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”. Posiblemente lo innombrable aterrizara en los cuencos de este concierto desde el minuto cero de su despegue, del ábrete sésamo de su cadenciosa alfa. Porque no bastan las palabras para aproximarnos grosso modo a la envoltura (de armonía y traslación, de rasga y aprehensión) que el seductor lenguaje de los violines cronometró en el gozo de la concurrencia. Hubo interrelación, comunicación, adscripción. Ni siquiera el mal tiempo -la lluvia, el frío- restó respaldo a la convocatoria.

Comoquiera que la audiencia, que el aforo, que el auditorio quedó estupefacto, y entonces y sólo entonces la crítica del espectáculo cobraría toda la soldadura de su comprensión, nos limitaremos a consignar -¡e incluso a demandar!- la necesaria ayuda institucional que de por sí merece esta orquesta de sobras dignísima en su titularidad jerezana. ¡Menudos embajadores de tomo y lomo! La programación cultural de la Temporada 2010-2011 del Grupo Romero Caballero ha apostado fortísimamente por la música clásica. A las pruebas nos remitimos. El clímax del metamorfoseado estado de ánimo, el auge del reconocimiento tácito se fundió, al término del acto, con el espontáneo comentario de un espectador de veras agradecido: “Cuanto hemos visto aquí tiene que estar forzosamente canalizado por un determinismo divino”.
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Surtido cinematográfico de comentarios al pil-pil

De mil amores levanto la cubierta del ordenador portátil –pese a la hora intempestiva de esta madrugada granulada y eólica-: la actualidad me exige un surtido variado de comentarios al pil-pil. Ensalivo las facultades gástricas del teclado. A veces el ejercicio narrativo, si parte de la confesionalidad, deviene rítmico y creíble. Un blog comporta todas los mecanismos de lo suspecto, todos los resortes de la sospecha o todos los espinos del beneficio de la duda. No obstante la falsedad renace contraproducente en los cuencos, en las entrelíneas, en los márgenes de un cuaderno de bitácora. La mentira, aquí, no tiene sentido. Porque respondería a un salivazo proyectado verticalmente o al disparadero de un arma arrojadiza contra el mismo escribiente, contra el mismo yo, contra el envés de quien teclea al hilo del pensamiento. La ficción, camaradas, para las novelas y los guiones venturosos. Demasiada patraña pulula por los laberintos del infortunio de internet para que los blogueros andemos al ralentí, al retortero y al pan, zurrapa. El blog no admite los paraísos artificiales de la cáscara. Digresión aparte, entro en harina.

- Nunca es tarde si la dicha es buena. Nunca es tarde si el visionado de una película de impecable factura llega a nuestro visionado en formato DVD. Nunca es tarde si el texto fílmico mantiene erre que erre un discurso de gestos expresivos, de lenguaje de la mirada, de primeros planos reveladores y de fotografía de la retina a modo de clímax incluso ortográfico. Pongamos que hablo de ‘Madres e hijas’ y de la ascendente Naomi Watts como protagonista de armas tomar cuya irisación profesional –tanto en la vida real como en el argumento del filme- parte de la abismal reciedumbre del pasado (el desamparo de la infancia proyecta un futuro de imbatibilidad e impenetrabilidad). Mujer versus la realidad. Carácter duro e infalible como la textura del mármol. ‘Madres e hijas’ aborda la soledad de la frustración femenina, la mística del arrepentimiento, la enología y la sabrosura del escapismo moral, la impotencia de la infecundidad, la proa de lo insospechado, el galimatías de las relaciones sociales. Obra espaciosa de aspiración vitalicia. Una crítica acerba y escrutadora del abandono de los hijos recién nacidos. Una revalorización coetánea de las menguas sentimentales de la adopción sin orden ni concierto. La cuadratura del círculo de las vueltas que –como el eje del mundo- da la vida contra todo pronóstico. Estoque certero (nunca pinchando en hueso) cuando la espada del destino todavía otorga el brindis de la segunda oportunidad.

- Difiero (de extranjis) de un compañero periodista: ‘Los ojos de Julia’ –si colocamos a Belén Rueda en el vértice de la cimentación protagónica- se me antoja mejor película que ‘El orfanato’. Incluso si nos asentamos sobre la sillería de la segmentación, la estratificación y la composición cinematográfica. La oscuridad no únicamente ciega los ojos de Julia sino el acecho de la trama, el acoso de la sinopsis, el descoloque de un thriller que nos envuelve como sombras en cuarto creciente. ‘Los ojos de Julia’ destaca, de entrada, por su planificación. Valga decir: la fotografía, la angulación, la colocación de la cámara… Asimismo cobra un papel definidor e incluso actuante el siempre huidizo ‘fuera de campo’ de la acción. La mirada invidente de la protagonista ilumina –con la magnesia de la psicosis- los bordes del encuadre, la sombría conjetura del dolor, de la sangre, del asesinato. Nota bene: aplaudo con incondicional frenesí el toque hitchcokiano de la cinta: péndulos de obra maestra que se quiere y no se quiere enmarcada en la crítica favorablemente arrobada de incondicionalidad. ‘Los ojos de Julia’ desteje el hilo de Ariadna del misterio sin resolver. ¿Predecible? Pongo en solfa este achaque de dudosa demostración. Un servidor de ustedes y de nadie ha visto cine a granel y ‘Los ojos de Julia’ no puede calificarse como una película singularmente adivinable. ¡Bien por Belén!

- A la necrológica de Luis García Berlanga –suscrita días atrás bajo las coordenadas del presente Diario Inconfeso y publicada de inmediato en el blog oficial de ASECAN- sumo ahora una españolada atípica: mis tres frases enhebradas a la memoria del secundario de lujo, del inconmensurable actor grupal, del bonanzoso hombre de la interpretación, del animal escénico por antonomasia y hasta la extenuación… ¡don Manuel Alexandre! Ni por ‘Plácido’ ni por ‘Atraco a las tres’ ni por ‘Los ladrones van a la oficina’, para mí Manuel Alexandre será (de bóbilis bóbilis) recordado por su papel, por su encarnación y por su personificación de don Mati (el risueño y dilecto profesor de los Parchís en aquella película infantil del multicolor inicio de los años ochenta). Me impactó –siendo yo niño y muchacho, como en el poema de los juegos florales- la comprensión y la defensa de la verdad de don Mati. Tan es así que, agudizando mi entonces prometedor oído musical, saqué de memoria las notas de uno de los temas principales de esta película –la titulada ‘Ayúdale’- para interpretarla a capela (tan sólo amenizada por mi melódica, la guitarra de Antonio Veguita Alonso y un par de flautas) en la asignatura de Música del Colegio La Salle. El resultado de aquella actuación nos propinó un imbatible sobresaliente. Diez sobre diez. Para que luego digan que las películas ‘comestibles’ no pueden ni por asomo inmortalizar los hilos de oro de la carrera de un actor de tomo y lomo. Manuel Alexandre, el querido profesor don Matías, lo fue: preclaro en su impertérrito e incólume abordaje de la más densa e indesmayable trayectoria profesional. Post scriptum: os dejo un par de direcciones alusivas a los mencionados temas musicales de la película de los Parchís: http://www.youtube.com/watch?v=uIRkuk92U_Q&feature=related y http://www.youtube.com/watch?v=PQGyCt2wBmE
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De jóvenes músicos al piano

La música es un arte unísono y sincrónico, universal e íntimo, un daguerrotipo de pentagramas que no conoce los límites del tiempo ni las tentativas de la decadencia. Su lenguaje tiende a la regeneración y a la globalidad de las claves que lo inmortalizan. No existe mejor manifiesto musical que las manos de niños, de numerosísimos niños, acariciando las teclas de un piano. He ahí el punto de partida y de arribada de la serie de conciertos organizados conjuntamente por el Grupo Romero Caballero y la Escuela de Música y Danza Belén Fernández: un virtuosismo en conjugación de futuro perfecto. Este pasado lunes día 15 los jovencísimos alumnos de la Escuela de Música y Danza Belén Fernández ofrecieron un concierto barroco en el salón de actos de la Escuela de Hostelería. Ante un público absorto frente al dominio –prodigioso y suelto (de puro natural)- de cuantos músicos en ciernes interpretaban piezas de Telemann, Bach o Haendel. Al final del acto se ofreció un aperitivo y refrescos por gentileza de Catering Las Vides. Estuvieron presentes, entre otros muchos, Paula García, José A. Navarro, Alberto Suárez, Silvia Navarro, Gonzalo Becerra, Manuel Pereiras, Alicia Suárez, Manolo Marín, Miguel López, Milagros García, Beatriz Segovia, Olga Rodríguez, Johanna Raymont o María Flores.
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Publicado en el periódico 'La Voz' - Sección 'La Sacristía
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“Las Cajas de Ahorros siempre han salido muy fortalecidas de todas las crisis económicas”

El Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Alcalá Manuel Lagares Calvo clausuró brillantemente el ciclo ‘Economía y Sociedad’ de la Real Academia de San Dionisio

Este próximo martes el Académico de Número Carlos Murciano González inaugura el ciclo ‘Otoño musical en la Academia’ con una ponencia titulada ‘Chopin y el nocturno’

Una amplia representación de la Academia de San Dionisio participó en el Solemne Acto de Apertura del Curso 2010-2011 del Instituto de Reales Academias de Andalucía celebrado en San Fernando

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras clausuró este pasado martes el ciclo ‘Economía y Sociedad’ con una brillantísima ponencia del Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Alcalá Manuel Lagares Calvo. Presidieron la sesión académica el presidente titular de la Academia Joaquín Ortiz Tardío, su Presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras y los Académicos de Número y Secretario General y Tesorero de la Junta de Gobierno respectivamente Andrés Luis Cañadas Machado y Juan Salido Freyre.

Tras la presentación curricular del ponente a cargo de Cañadas Machado, hizo uso de la palabra Manuel Lagares Calvo para dictar un pormenorizado discurso en torno a la historia y evolución de las Cajas de Ahorros. Comenzó argumentando que “el 24 de julio de 1834 el Conde Villacreces, médico de profesión, fundó, en su casa de Jerez de la Frontera, un establecimiento abierto a los particulares para el depósito remunerado de fondos bajo la denominación de Caja de Ahorros, a título puramente privado y sin impulso ni apoyo oficial. Ese establecimiento estuvo relacionado posteriormente con las actividades del Monte de Piedad de esta ciudad, sirviendo de fuente de financiación de sus préstamos. No cabe duda de que fue el primer antecedente efectivo de una Caja de Ahorros en España, sirviendo de base y modelo a las Cajas de Ahorros que la Real Orden de 3 de abril de 1835, suscrita por el Ministro D. Diego Medrano, instaba a crear en todas las provincias y localidades de importancia, encomendando esa tarea a los Gobernadores civiles”.

Desde entonces hasta hoy las Cajas de Ahorros españolas, “que comenzaron a partir de 1835 siendo unos modestísimos establecimientos de captación de depósitos para financiar en exclusiva a los Montes de Piedad”, se convirtieron gradualmente en potentes entidades de crédito que, con una operativa igual a la de los Bancos, “han llegado a superar a éstos en el mercado nacional en cuanto a volumen de clientes, depósitos y créditos”. Para el catedrático, “las Cajas de Ahorros, a lo largo de sus ciento setenta y cinco años de historia en España, han padecido, como los Bancos españoles, numerosas crisis que, en el caso de las Cajas, se han resuelto, sin pérdidas directas para sus clientes, mediante procesos de concentración que aumentaron su eficiencia. De todas esas crisis las Cajas han salido fortalecidas y, pese a ellas y a sus fuertes impactos, no han tenido que abandonar los objetivos que les encomendaron sus fundadores. Por eso las Cajas de Ahorros han seguido a lo largo de toda su historia fomentando el ahorro popular, evitando la exclusión de los servicios financieros a personas y localidades, luchando por las mejores condiciones para sus clientes y fomentando el crecimiento y el empleo de la economía de su región”. Concluyó asegurando que “hoy la crisis económica ha vuelto a golpear a las Cajas de Ahorros como a otras muchas entidades financieras en España y en todo el mundo. Pero su reforma reciente, al dotarles de instrumentos muy eficaces para mejorar su gestión y su capitalización, constituye una fundada esperanza de que sigan cumpliendo sus objetivos de siempre. Sin embargo, en estos complejos momentos necesitarán mantener la confianza y fidelidad de sus clientes y su proximidad a las familias y a las empresas de su territorio, exigencias que las nuevas normas garantizan e impulsan. La fuerte concentración de entidades que se está llevando a término en estos meses, mantiene y fortalece las raíces locales de las Cajas de Ahorros y sus marcas comerciales aun cuando se integren con Cajas de otras regiones para aprovechar las ventajas de la concentración sin necesidad de ajustes excesivamente traumáticos en las plantillas y redes de oficinas”.

Una conferencia ilustrada de Carlos Murciano González inicia este martes 23 de noviembre el ciclo ‘Otoño musical en la Academia’

El Académico Numerario de la Real Academia de San Dionisio Carlos Murciano González iniciará este próximo martes día 23 de los corrientes, a partir de las 20’30 horas y en la sede de esta docta casa jerezana, el ciclo ‘Otoño musical en la Academia’ con una conferencia titulada ‘Chopin y el nocturno’ enmarcada en las sesiones aglutinadas bajo el epígrafe común ‘Chopin y Schumann en su bicentenario’.

La Real Academia de San Dionisio participa en el Solemne Acto de Apertura del Curso 2010-2011 del Instituto de Reales Academias de Andalucía

Una amplia representación de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras –encabezada por su presidente Joaquín Ortiz Tardío- asistió ayer sábado día 20 de noviembre a la Solemne Apertura del Curso 2010-2011 del Instituto de Reales Academias de Andalucía. Dicho acontecimiento –que además forma parte de las actividades programadas en torno al Bicentenario- tuvo lugar en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando celebrándose a continuación un almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento de esta localidad. Asistieron, en representación de la Academia Jerezana, Joaquín Ortiz Tardío (presidente), Francisco Fernández García-Figueras (presidente de Honor), Andrés Luis Cañadas Machado (Secretario General), Juan Salido Freyre (Tesorero), José Luis Jiménez García (Bibliotecario) y los Académicos de Número Pilar Chico López, Fátima Ruiz Lassaletta y Antonio Mariscal Trujillo.

Departamento de Comunicación de la Real Academia de San Dionisio
Marco Antonio Velo García
marcoantoniovelo@yahoo.es
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Por su rizosa barba blanca

Encarnó el frasco de las esencias cinematográficas de la sociología española de los años cincuenta y sesenta pero asimismo el talón de Aquiles de una censura por cuyos intersticios supo colarse con sarcasmo, agudeza humorística y finísima ironía. La puesta en serie de sus películas escapaba a las componendas analíticas de los lápices rojos. Al alcance de los porfiados censores. No es que sus expresiones fílmicas registraran un exceso de labia intelectual pero sí demasiada mili en la argumentación, en el engranaje del guión, en la ducha sabiduría de la doble lectura (toda una suerte de teoría de la denuncia social agazapada bajo la remesa de la coherencia surrealista). Diseccionaba la realidad de posguerra aparcando a priori cualquier sesgo de postura maniquea. Ni siquiera cainita. Desnudó el pragmatismo de nuestras miserias al socaire del remoquete de la carcajada. Luis García Berlanga renacía descomunal en el ínterin de la escritura de los diálogos. Cada frase a modo de aseveración senequista popular. Por su rizosa barba blanca escalaban las retóricas de lo inadvertido, los triángulos escalenos de la evasión española cuando la hambruna todavía hacía mella en los estómagos de la gente del procomún. Erótico y fetichista, agudo y original, mano diestra para el retrato hispano, Berlanga zigzagueó por las mientes de quienes supervivían al costadillo de un país gris y monótono. ¿A la fuerza ahorcan? Sacó de toriles una brizna de ingenio y una astilla de talento mientras esperaba a puerta gayola las embestidas del oscurantismo ibérico. Y llegó, vio y venció en la dialéctica de la ética visual. Porque sus obras rezumaban autenticidad y porque el cine, en efecto, es pura traslación y extrapolación y significación de la verdad.
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Más de 300 personas asisten a la presentación pública de la Fundación Libertad y Persona

El acto, enmarcado en la Programación Cultural 2010-2011 del Grupo Romero Caballero, contó con una brillantísima ponencia del escritor y articulista de ABC y catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de A Coruña Ignacio Sánchez Cámara

Se desbordaron todas las previsiones. La presentación pública de la Fundación Libertad y Persona concitó el interés de muchísimos jerezanos que abarrotaron este pasado jueves 11 de noviembre el salón de actos de la Escuela de Hostelería de Jerez. En una convocatoria organizada conjuntamente por la Fundación Libertad y Persona y por el Grupo Romero Caballero, el “bautismo oficial” de la entidad que preside el abogado Manuel Pareja Aparicio contó además con un invitado de contrastado crédito y nombradía en sus ejercicios profesionales –catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de A Coruña y articulista de ABC y colaborador de ‘La Mañana’ y ‘La Linterna’ de COPE- Ignacio Sánchez Cámara.

Ignacio Sánchez Cámara dictó una conferencia impecable, amenísima y a la vez profunda cuya estructuración –justa de duración e inconsútil de intelectualidad humanista- mereció la ovación final del numerosísimo aforo congregado (más de trescientas personas acudieron a la llamada de los conceptos de “la libertad y la persona”). Presidieron la sesión el presidente de la Fundación Libertad y Persona Manuel Pareja Aparicio y el jefe de Comunicación y Gestión Cultural del Grupo Romero Caballero Marco A. Velo. Cabe constatar que, entre la nutridísima concurrencia, asistió una representación del PP-Jerez encabezada por su presidenta María José García-Pelayo.

Intervino en primer lugar el coordinador del área de Comunicación de la Fundación, J. Ignacio Martínez, quien comentó que “la fundación surge, de un grupo de personas inquietas e insatisfechas con la situación social que vivimos en la actualidad y que además no nos conformamos sólo con lamentarnos. Nace, desde el conocimiento de la realidad que nos rodea, y desde la voluntad decidida de la búsqueda del Bien Común”. A continuación, y en nombre del Grupo Caballero, habló su jefe de Comunicación Marco A. Velo para constatar “la enorme dosis de satisfacción que acuna en sus adentros el Grupo Romero Caballero al socaire –y al sesgo y al pespunte- del germen de una Fundación como la hoy naciente a la esperanza, al parlamento de las ideas, al debate sin trampas ni cartón, a la recuperación de los valores humanistas tan candente hogaño y a la empatía y la simpatía de la educación de las generaciones del mañana. A nadie escapa la idoneidad –necesaria como agua de mayo- de una institución de tales perfiles (y de tamaña encomienda moral) en los medios y en los predios de una sociedad donde abunda la compraventa de los intereses creados, la hojarasca en cantidades industriales y la indiferencia y el nihilismo como modus operandi”.

Seguidamente el presidente de la fundación Manuel Pareja, pasó a explicar qué es y qué pretende la misma: “No tenemos un discurso pesimista, estamos esperanzados, porque todo es susceptible de mejora. Por ello, la fundación nace para promover, difundir y defender los valores del humanismo cristiano. Éstos dan razón de nuestra esperanza. Estos valores han hecho posible el progreso en Europa, dotando a la persona, de una dignidad inédita hasta entonces, y que aún hoy sigue inédita en muchas culturas y sociedades ajenas a la nuestra y son los que están en las raíces de Europa. No es casual que las naciones abiertas, libres y democráticas tengan hoy mayoritariamente en el mundo su raíz en el humanismo cristiano”.

En la misma presentación y por parte de los participantes se explicó que la fundación es un movimiento cívico de contestación social, que tiene vocación de estar presente en la sociedad, y para así poder influir en los ámbitos de la misma y que afectan a la persona y a su libertad. “Esto lo haremos de una manera constructiva, libre, pero decidida a conseguir que la sociedad tenga unas mayores cotas de libertad y dignidad”. Al mismo tiempo la fundación quiere trabajar con la misión de animar a la sociedad civil, para que la participación en la vida pública “no se limite a depositar nuestro voto cada cuatro años, sino que tenemos que conseguir influir en las instituciones públicas, y que de esa forma legislen pensando en el bien común; con leyes que nos hagan más libres, que permitan que el hombre sea lo que es, una persona y no un objeto”.

Las áreas en las que centrará el trabajo la fundación son áreas de economía, política y sociedad, cultura, familia, religión, ciencia, nuevas tecnologías, comunicación, educación, e investigación y para las que cuentan ya con más de medio centenar de personas que trabajan en ellas.

Al abogado y profesor universitario Enrique Víctor de Mora Quirós correspondió la presentación del conferenciante. De Mora cuajó una intervención canónica en el tiempo y sensible en los argumentos y agradecidamente literaria en las formas. Finalmente tocó turno al protagonista de la convocatoria: Ignacio Sánchez Cámara: un comunicador nato que además transmite su capacidad intelectual con la praxis de la amenidad y el dominio incluso escénico de la atención del respetable público.

Abundó Sánchez Cámara en dos naturalezas –la de libertad y persona- que se encuentran actualmente en crisis. Lejos de cimentar un discurso catastrofista, el catedrático aplicó los valores conceptuales de ambas realidades en la aplicación de las sociedades modernas. En cuanto al significado de “qué es ser persona”, Ignacio Sánchez desglosó acepciones como la realidad individual (“Toda persona es única y, por tanto, debemos apelar a la unidad e incluso a la unicidad”), la intimidad (“porque no es sólo exterioridad”), el estar abierta a los demás (“Decía Aristóteles que un ser aislado únicamente podía ser un dios o una bestia”), el conocimiento de sí mismo (“para alcanzar el proyecto que somos: quien carece de vocación está siendo menos persona”), la autenticidad (“que es condición de fidelidad a una misma dirección”), o también la apertura a la trascendencia (“no hay hombre que no se plantee la existencia de Dios –para afirmarla o para negarla-, así como su futuro y su muerte”). Finalmente Ignacio Sánchez Cámara esbozó algunas nociones generales sobre el concepto de la libertad y de la génesis estructural de los valores humanos.



Ignacio Sánchez Cámara (Madrid, 1954) es catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de La Coruña desde 1996. Se doctoró en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en 1983 y ha sido profesor de esa Universidad desde 1979 y profesor titular desde 1988 hasta 1996. Ha sido profesor-investigador en el Instituto Universitario Ortega y Gasset de Madrid y Colaborador y columnista del diario ABC de Madrid. Colaborador de los programas de radio “La Mañana” y “La Linterna”, de COPE. Ha sido profesor de Filosofía de Bachillerato. Ha impartido Seminarios y dictado conferencias en varias Universidades e instituciones nacionales y extranjeras. Entre éstas, Piura (Perú), Católica de Chile, Wyoming, Católica de Quito, Cuenca (Ecuador), Méjico, Fundación Ortega y Gasset Argentina, Centro Cultural del ICI en Buenos Aires, New Europe College de Bucarest. Es crítico de libros de pensamiento y ensayo y columnista en el diario La Gaceta de los Negocios, de Madrid. Ha colaborado, entre otras publicaciones, en el diario ABC, Revista de Occidente, Cuenta y Razón y Nueva Revista con ensayos y críticas de libros de pensamiento. Es autor de varios artículos y ensayos sobre temas de su especialidad. Ha publicado los libros La teoría de la minoría selecta en el pensamiento de Ortega y Gasset, Tecnos, Madrid, 1986, Derecho y lenguaje: La filosofía de Wittgenstein y la teoría jurídica de Hart, Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Coruña, 1996, La apoteosis de lo neutro (sobre el fenómeno de la corrección política, en colaboración con Fernando R. Lafuente), Papeles de la Fundación, F.A.E.S., Madrid, 1996, De la rebelión a la degradación de las masas, Ediciones Áltera, Barcelona, 2003, El crepúsculo de Europa. 1. El espíritu de la cultura europea, Fundación Iberdrola, Madrid, 2006. Ha colaborado en los libros colectivos: Antonio Ramos-Gascón (ed.), España hoy, Cátedra, Madrid, 1991, del que existe traducción inglesa. Es autor de los ensayos “Las letras del 98” en Carlos Mellizo y Luis Núñez Ladevéze (coordinadores), España, Estados Unidos y la crisis de 1898. Reflexiones para un centenario, Madrid, (FAES), 1998; "Los límites de los derechos individuales", en Margarita Núñez Canal (ed.), Los límites del individualismo, Madrid (Noesis), 1998; “Democracia, mayorías y minorías”, en Andrés Ollero (coord.), Valores en una sociedad plural, Madrid (FAES), 1999; "Democracia morbosa. Variaciones sobre un tema de Ortega", en Fernando García de Cortázar (ed.), Los temas de nuestro tiempo, Madrid (FAES), 2002; “El progreso científico en una perspectiva humanista”, en César Nombela (coord.), Retos de la sociedad biotecnológica. Ciencia y Ética, Madrid (FAES), 2004; “Mundialización, multiculturalismo y derechos humanos”, en Diego Medina Morales y Marta Albert Márquez, Mundialización y multiculturalismo, Córdoba (Seminario de Filosofía del Derecho), 2005; “La libertad como valor y como factor de estabilidad política”, en Naturaleza y libertad. La filosofía ante los problemas del presente, Salamanca (Sociedad Castellano-leonesa de Filosofía), 2005; “Tiempo y sentido. Reflexiones sobre el tiempo y la eternidad en Wittgenstein”, en Rafael Alvira, Héctor Ghiretti y Montserrat Herrero (eds.), La experiencia social del tiempo, Pamplona (Eunsa), 2006. Ha sido vocal del Consejo Escolar del Estado (1999-2001).Premio Luca de Tena 1998. Ha sido Secretario de Redacción de Revista de Occidente (2001-2002) y director del Centro de Estudios Orteguianos del Instituto Universitario Ortega y Gasset de Madrid (2002).-


Se adjunta fotografía de la presentación pública de la Fundación Libertad y Persona el pasado jueves 11 de noviembre en la Escuela de Hostelería de Jerez. Figuran, de izquierda a derecha, Ignacio Martínez (del Área de Comunicación de la Fundación Libertad y Persona), Marco Antonio Velo (jefe de Comunicación y Gestión Cultural del Grupo Romero Caballero), Ignacio Sánchez Cámara (catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de A Coruña, escritor y articulista de ABC y colaborador de COPE), Manuel Pareja Aparicio (abogado y presidente de la Fundación Libertad y Persona) y Enrique Víctor de Mora (abogado y profesor universitario).
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Un restaurante para los mejores ‘Paladares’

La originalidad de una nueva apuesta empresarial –tanto en la creación estética como en la concepción formal- siempre constituye un atractivo y atrayente distintivo de calidad. Es cuanto atañe y define al recientemente inaugurado Restaurante Paladares. Se trata de una iniciativa de veras recomendable. Su propietaria, la empresaria y chef de cocina Ana Páez Ruiz, destella a todas luces un novísimo enfoque que responde milimétricamente al slogan definitorio de este sueño hecho realidad: “Cocina innovadora para paladares tradicionales”. Ubicado en el cruce de Hipercor (frente a SEAT), Paladares ofrece recetas elaboradas con productos de primerísima calidad en base a platos de autor. Cuenta con una superficie de de 220 metros cuadrados (comedor para unos cincuenta comensales, un gastrobar –zona de barra para unos cuarenta clientes en mesas y bancos altos para tapear- así como una cocina industrial de última generación). Evidentemente el trato exquisito y el precio al alcance de todos los bolsillos se dan por supuestos. El acto de inauguración, que tuvo lugar el pasado jueves 4 de los corrientes, contó con la presencia de la alcaldesa de la ciudad Pilar Sánchez, además de Juan Pedro Crisol, Francisco Lebrero, Santiago Jordi, Augusto Marenco o empresarios como Juan Jordi de Hierros de Jerez y Ferretería Andaluza, José Páez Morilla de Bodegas Dios Baco, Pedro Argudo o Juan González Salguero de Bodegas Almocadén.
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Publicado en el periódico La Voz - Sección La Sacristía
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Nueva colección Gaultier para Roche Bobois

Ambiente de excepción, exquisita convivencia y un motivo que ni pintiparado para la admiración del más creativo diseño. Roche Bobois Jerez, ubicada en la calle Arcos 44-46, celebró el pasado viernes 5 del corriente mes de noviembre la presentación de una nueva Colección Exclusiva Jean Paul Gaultier para Roche Bobois. Esta colección “ultraglamourosa” simboliza la historia de amor entre la moda, el diseño interior, la creatividad y el savoir-faire también celebrados en el cincuenta aniversario de Roche Bobois. Toda una fusión de formas, épocas y materiales cuidados. El acto, que contó con la colaboración de La Carboná y Álvaro Domecq S. L., aglutinó a numeroso público que pudo disfrutar de cerca con la personalísima estética de esta original colección Jean Paul Gaultier. Estuvieron presentes, entre otros muchos, Antonio González, director general de Vocento en la provincia de Cádiz, Alberto Núñez Seoane (Tanatorio de Jerez), Nieves Hernández, Sergio Saugar, Dirk Walther, Isabel de la Morena, Silvia Armario, Francisco Salguero , Carolina Bueno, Susana Garcha, Carmen de la Calle, Javier Garagorri, Mª Angustias Caballero o Antonio García Sáenz. Roche Bobois siempre representa una garantía de buen gusto. Un toque de distinción. Una apuesta de categoría para la decoración más personalizada y actual.

Foto 1: Concha Rodríguez, Carolina Bueno y Gregory Dias en la tienda de Roche Bobois en la calle Arcos.
Foto 2: Antonio González, Pablo Guerrero y José Quesada asistieron a la inauguración de esta nueva colección.
Foto 3: Crisanta Doñoro, Pepa Ragel y Lola López disfrutando del aperitivo posterior al acto inaugural.
Foto 4: Susana Garcha, Carmen de la Calle, Javier Garagorri, Mª Angustias Caballero y Antonio García Sáenz visitaron las distintas propuestas de la colección Jean Paul Gaultier.
Foto 5: Silvia Armario, Francisco Salguero y Carolina Bueno no faltaron a esta cita con la decoración de calidad.
Foto 6: Nieves Hernández, Sergio Saugar, Dirk Walther e Isabel de la Morena.
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Publicado en el periódico La Voz - Sección 'La Sacristía'
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PROGRAMACIÓN CULTURAL

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